Como un verdadero desafío interpretativo describe Leonardo Sbaraglia su papel en "Sangre en la boca", el cuarto largometraje de Hernán Belón estrenado aquí el jueves pasado, donde comparte protagonismo con la actriz Eva De Dominici (la mala de "Los ricos no piden permiso", de apenas 21 años), a quienes se suman la actriz italiana Erica Bianchi y los argentinos Osmar Núñez y Claudio Rissi, entre otros.
El actor de 46 años, cuya trayectoria incluye medio centenar de películas rodadas en diversos países así como miniseries y tiras televisivas, interpreta ahora a Ramón Alvia, un boxeador profesional que, si bien ha ganado varios campeonatos internacionales, ya tiene más de cuarenta años y está al final de su carrera.
Su esposa e hijos pretenden que se retire pero él se resiste, aún se siente joven y con ganas de seguir en el cuadrilátero.
En el gimnasio descubrirá entonces a Deborah, una bella y joven provinciana aspirante a boxeadora, con la que Ramón iniciará una tórrida y salvaje relación que lo llevará a abandonar a su familia y enfrentarse con su manager.
Ramón y Déborah se aíslan, entregándose a una relación pasional en la que el placer y el dolor están íntimamente unidos y la violencia aumenta en cada round.
Sbaraglia es consciente de que, más allá de las escenas a los golpes que él mismo protagoniza incluso con De Dominici, o las de intenso dramatismo que también tiene el film, las que seguramente más influirán en el boca a boca son aquellas que el boxeador tiene en la intimidad con esa veinteañera del interior que le rompe la cabeza y lo enfrenta a más de un dilema.
De hecho, los rumores de un romance real entre ambos no tardaron en viralizarse, provocando el enojo del actor (ver más adelante) y una desmentida categórica de parte de la actual novia de Joaquín Furriel.
-¿Cómo construiste el personaje?
-Me metí mucho a ver boxeo en grabaciones y volví a mirar varias veces a Robert De Niro en “Toro salvaje”, entre otros. Pero, como es lógico, el trabajo principal es componer tu propia versión del personaje...
-¿Cómo dieron con el "fisic du rol"? Porque vos no tenés mucho aspecto de boxeador...
-En realidad encontramos a un personaje que no cae en el estereotipo… Alguien como Maravilla Martínez, que parece más un modelo que un boxeador clásico, y eso ayuda un poco a desmitificar el tema.
-¿Tuviste que entrenar mucho?
-Sí, fueron más de cuatro meses en los que trabajé con “La Joya” Chávez, con Fernando Muñoz. Fue un entrenamiento duro pero que te termina enganchando.
-Hay un tema físico y otro muy vinculado que es emocional...
-En realidad es un conflicto muy humano. Un deportista suele tener una vida útil limitada, como los futbolistas o los tenistas, y mucho más los boxeadores por los golpes que reciben permanentemente.
Pero también hay una especie de omnipotencia, que hace que un tipo que ha hecho eso toda su vida piense que pueda seguir haciéndolo para siempre.
-Contame la historia de la película.
-En realidad, y al margen de las peleas, es la historia de un hombre que se da contra una pared, que se le derrumba la ilusión, en el sentido de que no podés seguir engañándote, pensando que el tiempo no pasa, que podés empezar de nuevo.
La vida no se puede empezar de nuevo, aunque por supuesto hay cosas que se pueden volver a hacer, como enamorarte o ilusionarte.
En este caso es la sublimación de su propia crisis. En el medio deja abierto el interrogante de cuál es la manera de enfrentarse a una crisis y cuales son las expresiones de eso.
-¿Cómo medís el desafío que te significó este personaje?
-Fue un gran desafío, aunque en estos últimos años me han tocado varios personajes al límite, como el que hice en “Al final del túnel”. Pero a esta edad me siento más libre para hacer otras cosas. Está bueno poder tener esta cosa pendular de irte hacia un lado o hacia el otro.
-Esta vez te toca estar junto a dos actores de peso como Osmar Núñez y Claudio Rissi...
-Con Osmar nos conocimos hace más de 25 años, hicimos teatro juntos, “Calderón”, de Pasolini, y siempre nos tenemos mucho afecto y respeto.
Fue hermoso volver a trabajar con él y por primera vez en el cine. Con Claudio habíamos hecho alguna cosa en la tele, siempre con un enorme respeto y admiración, es un placer trabajar con los dos.
-Y de Eva, ¿qué nos podés decir?
-Eva es una de las nuevas grandes estrellas, tiene todo para hacer una gran carrera: es bella, es libre, arriesgada, generosa, tiene un enorme talento.
Hay pocas actrices que tengan el potencial tan enorme que ella tiene. Una gran versatilidad, y ojalá siga enhebrando su carrera como creo que lo va a hacer. Además canta hermoso...
-¿Cómo encararon las escenas de sexo, que son bastante fuertes?
-Pusimos mucho énfasis en conectar las coreografías de violencia del boxeo y la geografía del sexo.
-¿Te tensionan este tipo de escenas?
-A mí no tanto, yo creo que fue mucho más difícil para Eva que para mí porque yo estoy más curtido, he hecho muchas escenas de este tipo. Para la mujer siempre es más difícil porque tienen más zonas expuestas.
Pero Eva lo enfrentó con una gran libertad, con gran altura. Lo que hicimos fue establecer una relación de mucha confianza previa.
-Supimos que te molestaron bastante los rumores que corrieron sobre un romance real con Eva De Dominici...
-Por supuesto, cómo no me va a molestar. Es una falta de respeto a ella, a su relación con Joaquín (Furriel) y también a mi intimidad y a mi familia.
-Bueno, pero sabés que estos inventos mediáticos siempre surgen a partir de estas cosas...
-Sí, pero no deja de enojarme que por haber hecho bien el trabajo lo atribuyan a una situación personal. O sea que no podés tener una amistad y llevarte bien con una compañera, siempre tiene que haber sexo detrás.
Es un pensamiento bastante retrógrado. Yo nunca hablo de mi vida privada para que no me involucren en ese tipo de inventos, no tanto por mí sino por mi familia, que no pertenece a este medio y les puede llegar a afectar mal.
Cuatro títulos en espera
Trabajador incansable, Sbaraglia tiene otras cuatro películas para estrenar antes de fin de año que son las que siguen.
"El otro hermano", un intenso thriller de Adrián Caetano sobre un hombre que intentará vengar el asesinato de su madre y su hermano. Lo acompañan Daniel Hendler y la española Ángela Molina.
"Nieve negra", un drama de Martín Hodara (codirector de "La señal") en el que Sbaraglia comparte protagonismo con Ricardo Darín como dos hermanos que deben hacer frente a un crimen.
"No te olvides de mi", ópera prima de Fernanda Raimondo sobre un anarquista que en la Argentina de los años 30 recorre la llanura pampeana con sus gallos de riña.
"Era el cielo", coproducción argentino-brasileña de Marco Dutra, según la novela del también cineasta Sergio Bizzio y producida nada menos que por Martin Scorsese. Una pareja debe hacer frente a la violación de ella por dos extraños.
Por si todo esto fuera poco, Sbaraglia termina esta semana con “Territorio de poder”, la obra que fusiona teatro, lectura y música a cargo del actor y el músico cordobés Fernando Tarrés, y con la que visitaron Mendoza en junio de 2015 y volvieron el 18, 20 y 21 de agosto pasados.
Y en setiembre arranca en Uruguay con el rodaje de la segunda temporada de “El hipnotizador”, la miniserie de HBO entre fantástica y policial en la que encarna al enigmático Natalio Arenas.