Ante todo, "L'elisir d'amore" viene a sentar un paso más en la ópera de nuestra provincia. La ópera: ese género ambicioso, difícil y riguroso. Por eso, más allá del resultado, siempre es admirable ver cómo tantos artistas unen sus disciplinas en una misma vivencia colectiva. En este caso, una historia que se enmarca en el género bufo, donde un campesino analfabeto se esperanza en conquistar a la chica popular gracias a un milagroso elixir de amor.
Esta ópera de Gaetano Donizetti tuvo su realización en una puesta que, pese a estar ambientada en 1780, conservó frescura, actualidad y capacidad para sacar una risa.
Para eso fue necesaria una visión musical y escénica experimentada, como fue la de Boris Laures, quien supo aportar gags de gran astucia, sacando provecho a las secuencias de más libertad como los recitativos y las cadencias. Incluso tramando simpatías con el espectador local, que agradeció la presencia especial de la gran Gla- dys Ravalle. Federico Ortega Oliveras contribuyó con un concepto visual acabado, fino y atento al espíritu de la pieza.
En el plano vocal, en la función del jueves pasado se pudo oír a Sebastián Russo en el papel de Nemorino. Este tenor oriundo de Buenos Aires tiene una voz clara y ágil de lírico ligero, con agudos seguros y gran sensibilidad para el fraseo y las dinámicas (”Una furtiva lágrima” se llevó sus merecidos aplausos). Luis Gaeta, como el mercachifle Dulcamara, mostró su voz de más de 40 años de experiencia: timbrada, con cuerpo y excelente fraseo (crucial en este papel). Fernando Lazari fue un Belcore solvente y perfecto en escena. Agustina Lo Vecchio fue una desenvuelta Giannetta, vocal y actoralmente.
La sorpresa fue la Adina de Mariana Rodríguez Rial. Esta soprano mendocina, aunque con poca experiencia en las tablas, demostró una voz segura, muy expresiva, con agudos grandes y seguros. Una voz que dio todo de sí. Escénicamente, mostró encanto natural en los movimientos.
Los coros (Egresados del Martín Zapata y el Esloveno de Mendoza) se desempeñaron correctamente dirigidos por Diego Bosquet y César Iván Lara, al frente de la Orquesta Filarmónica de Mendoza, manejó el estilo belcantista a la perfección. Acompañó bien la escena y aprovechó con toda su brillantez los tiempos, de las sutilezas a la efervescencia.
Una edición auspiciosa para el desarrollo de este género. El público aplaudió contento y siguió con emoción el sobretitulado, algo fundamental para entender el desarrollo de la pieza.
L’elisir d’amore, de Gaetano Donizetti
Dirección musical: César Iván Lara.
Puesta en escena: Federico Ortega.
Con: Griselda López Zalba y Mariana Rodríguez Rial; Sebastián Russo, del Colón, y Mariano Leotta; Fernando Lazzari; Luis Gaeta; Mariel Santos y Agustina Lo Vecchio.
Día y hora: Hoy, el 18 y 20 a las 21.30.
Sala: Teatro Independencia.
Entradas: $500, $400 y $300.