Lejos de un acuerdo, Mendoza y La Pampa intentan conversar

Los gobiernos han cruzado cartas con sus respectivas propuestas, que no coinciden. El gobernador Verna rechazó levantar la demanda judicial.

Lejos de un acuerdo, Mendoza y La Pampa intentan conversar

Los gobiernos de Alfredo Cornejo en Mendoza y Carlos Verna en La Pampa, mantienen sin mayor novedad el diferendo de más de cuatro décadas existente entre ambas provincias por el uso de las aguas del Río Atuel, aunque se las arreglan para intercambiar una correspondencia que -al menos- sirve para presentar propuestas de solución de una de las provincias que sistemáticamente rechaza la otra.

El último cruce de notas amables -y rechazos contundentes- se produjo esta semana entre la vicegobernadora Laura Montero y el mandatario Verna.

La mendocina propuso una solución política mediante una definición conjunta de obras y solicitó la suspensión de la demanda pampeana contra Mendoza en la Corte Suprema por 'daño ambiental'.

También pidió el archivo definitivo de la causa que aún mantiene viva La Pampa desde 1987, a pesar de que el máximo tribunal falló -hace casi 30 años- la interprovincialidad de las aguas del Atuel y la prioridad de uso para Mendoza.

El pampeano rechazó todo archivo o suspensión de la demanda y propuso la formación de un comité de cuenca del Atuel integrado por gente de ambas provincias, lo que -lógicamente- fue considerado 'inadmisible' en Mendoza.

El encuentro entre Cornejo y Verna en Buenos Aires, durante la firma del acuerdo federal con la Nación, no se produjo por ausencia del pampeano y el tema permanece sin mayores avances.

Verna sigue fogoneando la denuncia contra Mendoza por daño ambiental, alentado por un pronunciamiento de dos relatores de las Naciones Unidas. Cornejo anticipa que próximamente “habrá novedades” con la Nación para la construcción de la presa Portezuelo del Viento sobre el Río Grande, en Malargüe, obra que La Pampa pretende condicionar a un acuerdo por el Atuel.

En ambas provincias se coincide en que cualquier chance de entendimiento requiere de la intervención del presidente Mauricio Macri.

Las desinteligencias actuales repiten el tono de intentos frustrados de otras épocas.

En 2006 funcionarios de los gobiernos de Julio Cobos y el propio Verna firmaron un preacuerdo, durante la presidencia de Néstor Kirchner, pero nunca llegó siquiera a la firma de ambos gobernadores.

En 2008, los mandatarios Celso Jaque y Omar Jorge e incluso la presidenta Cristina Fernández firmaron un entendimiento que alcanzó aprobación legislativa en La Pampa pero no en Mendoza, donde generó rechazos.

Para encontrar una negociación que haya llegado a buen puerto hay que remontarse a 1995, cuando los gobernadores Rodolfo Gabrielli, de Mendoza, y Rubén Marín, de La Pampa, (bajo la presidencia de Carlos Menem) acordaron la construcción del actual acueducto desde Punta de Agua, en el Sur mendocino, hasta Santa Isabel y Algarrobo del Águila, en el oeste pampeano, que permite la llegada de agua potable para 4 mil habitantes.

Por entonces también se acordó formar una comisión interprovincial del Atuel interior, organismo que funcionó o dejó de funcionar al ritmo de los desacuerdos.

La propuesta de La Pampa de financiar en forma conjunta obras sobre el Atuel aguas arriba de Los Nihuiles (buscando un mayor caudal en el tramo inferior del río para posibilitar que el agua cruzara el límite interprovincial) fue rechazada por Mendoza “porque hubiera secado la Laguna de Llancanelo, un área protegida”.

La iniciativa de financiar en forma conjunta el canal Marginal del Atuel (en el tramo medio) con la misma finalidad, fue condicionada por Mendoza al cumplimiento de su prioridad de uso hasta las 77 mil hectáreas de cultivos, lo que dejaba pocas chances de que el agua llegara a La Pampa.

La propuesta de avanzar en la impermeabilización de la red primaria en General Alvear alcanzó mayores entendimientos. Los estudios de Irrigación arrojaron que se podían recuperar 10 metros cúbicos de agua en los años de caudal medio, que podrían dividirse en 5 metros cúbicos para cada provincia.

Pero esto tampoco prosperó en un río con ciclos de caudales bajos de mayor frecuencia que los años medios y altos.

Las desinteligencias entre ambas provincias no se limitan al Río Atuel.

Sobre el uso de las aguas del Río Grande y del Colorado, la última reunión del consejo de gobierno del Coirco (Comité Interjurisdiccional del Río Colorado) integrado por los cinco gobernadores de las provincias ribereñas (Mendoza, La Pampa, Neuquén, Río Negro y Buenos Aires) y el ministro del Interior de la Nación, tuvo lugar hace 40 años.

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