La expectativa pasaba por saber cómo Godoy Cruz iba a sortear los problemas que le iba a plantear un equipo del ascenso.
Con el 80% del equipo que finalizó subcampeón de la Superliga fundacional del fútbol argentino, el Tomba mostró todas las dudas que no tuvo a lo largo del primer semestre del año.
Mostró atisbos de ese elenco sensación y cayó en la telaraña que le planteó un adversario que salió a discutirle el dominio territorial y la posesión del balón.
Flojo primer tiempo de Godoy Cruz. Le costó horrores entrar en ritmo de partido y jamás se sintió cómodo. Mérito del rival, dividió la pelota y no tuvo juego asociado. Aun añorando el funcionamiento de, en los pies de Ángel González tuvo la más clara con un zurdazo que devolvió el travesaño.
El Tomba había comenzado entusiasta, pero después el CADU lo fue emparejando y generó faltas cerca del área que trajeron preocupación al fondo de Godoy Cruz.
Por la vía aérea llegó la apertura del marcador. Centro de primera de Ordano y anticipo ofensivo de Cáceres (choque de cabezas mediante) a Cardona que se metió abajo, contra el palo de la mano derecha de Ramírez. Baldazo de agua helada en la gélida noche de Alta Córdoba. Un golpazo. Como el que se dieron Cáceres y Cardona, que terminó con ambos futbolistas reemplazados.
Obligado por las circunstancias, el Tomba mejoró levemente en el complemento. Se paró unos metros más adelante ante un rival trabajado que siguió presionando y que intentó sacar provecho e los errores defensivos de un desconocido Godoy Cruz.
Dabove metió cambios. Y justo cuando Diego Sosa hacía su debut llegó el gol de Ramis para poner las cosas 1-1. Inyección anímica para el Expreso, que apostó al doble pivot en los últimos minutos (García-Ávalos) para soñar con el tanto del triunfo.
Pero nunca pudo terminar de imprimir su superioridad, ni táctica, ni física, ni anímica. Por el contrario, aplomado, el rival mantuvo sus líneas adelantadas, los cambios indicaban que no apostaría al empate, e intercambió golpe por golpe hasta el final.
Y así llegaron a los penales, y los ejecutaron como disputaron el trámite. El CADU confiado, con tranquilidad, sabiendo que la hazaña de vencer al sub campeón del fútbol argetino estaba muy cerca. El Tomba, sin alma, con muchas dudas, se dejó llevar y perdió una gran chance.
