Cuando un aficionado sueñe lo imposible en el futuro, Leicester City será el faro. ¿O no, Tomba?
El equipo del centro de Inglaterra le ha dado ilusión a todo seguidor del deporte tras su sensacional conquista del título de la Liga Premier.
Cada vez que un deportista enfrente a adversarios más ricos, repletos de talento o poseedores de una vasta colección de trofeos, lo hecho por este modesto club de fútbol servirá de inspiración para los chicos, capaces de mantener la fe de hacer realidad lo imposible.
La consagración de Leicester deberá perdurar por décadas.
Después de salvarse del descenso, Leicester comenzó la temporada con posibilidades de 5.000 a 1 de obtener el campeonato. Ganar el título era inconcebible para este plantel armado con jugadores que fueron adquiridos en la sección de saldos o eran descartes de otros. Pero los ``Foxes'' lo lograron ayer, adjudicándose por primera vez con el cetro de campeones de Inglaterra cuando su escolta Tottenham empató 2-2 en el feudo de Chelsea.
El trofeo de la Premier será entregado al capitán Wes Morgan, un zaguero nacido en Jamaica, en una ceremonia prevista para el sábado en el estadio King Power de Leicester, donde el equipo recibirá a Everton. Será la celebración deportiva más improbable de lo que va de este siglo.
UN FESTEJO QUE TARDÓ 132 AÑOS.
El mejor resultado de Leicester en sus primeros 132 años había sigo un segundo lugar, en 1929. El mantenerse en la primera división o asegurar el ascenso de la segunda había sido la prioridad durante la mayor parte de la existencia de este modesto club afincado en una ciudad cuya población roza los 300.000 habitantes. Se coronaron en un lapso de dos años tras pasar una década exiliados en la segunda o tercera división.
"Alcanzar la Premier era el sueño'', dijo Jatin Tailor, un hincha de 22 años. ``Y el milagro de sobrevivir el año pasado continuó en este. Ni en tus sueños más locos te podías imaginar algo así''.
En una era en la que los grandes clubes se enriquecen más y el trofeo de la Premier estuvo 20 años sin salir de Manchester y Londres, el que un chico rompiese el orden establecido era absurdo sin la clase de inversión desbocada que permitió a Blackburn Rovers salir campeón en 1995.
Quizás lo más llamativo es que Leicester destronó a un Chelsea, que actualmente languidece 29 puntos detrás en el noveno puesto. La última vez que hubo un campeón inédito en Inglaterra fue en 1978, con Nottingham Forest, mucho antes que se ensanchara la grieta financiera. Si fuera por cuestión de gasto, la conquista de Leicester resulta inmensa: Manchester United, el equipo más laureado con sus 20 títulos, tiene un once titular que costó alrededor de 330 millones de libras (484 millones de dólares) en armar, 10 veces más que el flamante campeón.
En el entorno de clubes como Arsenal, Chelsea y United, persiste una sensación de que atrapar el título es un derecho dado, y sus hinchas se indignan cuando fracasan.
En contraste, la pureza de la euforia de los hinchas de Leicester es contagiosa y refrescante.
SOBREVIVIR A TODA COSTA
Todo lo conseguido por Leicester en el último año desafía la lógica. Dormitaba en los puestos de cola de la Premier la pasada temporada, al borde del descenso. Pero reaccionó a tiempo en las últimas semanas.
La gente supersticiosa en Leicester atribuyó las siete victorias en nueve partidos al rey Ricardo III, ya que el repunte empezó justo después que el esqueleto del monarca medieval recibiera un entierro digno en una sepultura en la catedral de Leicester, 530 años después de su violenta muerte.
Pese a salvarse de milagro, las casas de apuestas les dieron escasas de posibilidades de repetirlo. Leicester arrancó la temporada entre los favoritos para perder la categoría.
LA POLÉMICA
Para el bochorno de su dueño tailandés, en pretemporada, se filtró un video en el que tres jugadores salían en una orgía con prostitutas en Bangkok, una de las cuales fue objeto de comentarios racistas. Los tres fueron despedidos. Y en junio fue despedido el padre de uno de ellos, el técnico Nigel Pearson, luego que el club esgrimió ``diferencias básicas''.
Otro escándalo sacudió al club en la antesala de la nueva temporada cuando el delantero Jamie Vardy fue grabado profiriendo un comentario racista hacia un individuo japonés en un casino. Vardy se disculpó de inmediato y el club le multó.
UN NUEVO TÉCNICO
Reemplazar al entrenador que orquestó la salvación amenazaba con quebrantar la armonía. Claudio Ranieri no dirigía en Inglaterra desde que Chelsea lo despidiera en 2004. El italiano había dejado de ser un técnico en boga: llevaba ocho meses desempleado, luego que Grecia lo echara tras un breve ciclo al mando de la selección.
Ranieri, de 64 años, era señalado como el primer técnico cuya cabeza iba a rodar en la temporada. Pero desafió las burlas y puso manos a la obra en el objetivo inicial: evitar el descenso.
King Power, el gigante tailandés de las tiendas libres de impuestos que adquirió el club hace seis años, no quería perderse la repartición de 12.000 millones de dólares del nuevo contrato de televisión que entra en vigencia en agosto de 2016.
El plantel se reforzó con un gasto de aproximadamente 30 millones de dólares, el 11mo más caro en el mercado de verano.
EL DESPUNTE
Leicester arrancó a todo vapor, con una racha de seis victorias antes de perder ante Arsenal. Eso solo fue un paréntesis, ya que los ``Foxes'' procedieron a hilar una racha de 10 partidos sin perder, trepando a la cima en noviembre.
La figura clave fue Vardy, quien fijó un récord de la Premier al anotar en 11 partidos seguidos. Este fue el ariete de 28 años que Leicester encontró en el ignoto Fleetwood Town en 2012 y que en un momento llegó a devengar un exiguo salario de 30 libras (45 dólares) mientras se desempeñaba en un trabajo a tiempo parcial en una fábrica de prótesis ortopédicas.
Ranieri decía en público que buscaba los 40 puntos, la cosecha necesaria para salvarse del descenso. Lo lograron el 2 de enero con media temporada por disputar. Pero Arsenal marcaba el paso y parecía que pondría fin a una sequía de 12 años sin ganar la liga.
Mientras Arsenal se desinflaba, Leicester supo mantener a raya a Tottenham.
PRAGMATISMO
Nada del tiki-taka de Barcelona. Este Leicester apeló al tradicional esquema 4-4-2, imponiendo el pragmatismo sobre el juego vistoso.
En las estadísticas de posesión, Leicester asoma en el fondo. Pero resultó letal en el contragolpe, y así ha sumado la mayor cantidad de victorias con apenas tres derrotas.
Luego que Ranieri ofreciera pizzas a los jugadores como recompensa por no encajar goles, la defensa fue un muro. El arquero Kasper Schmeichel, cuyo padre Peter atajó para Dinamarca y Manchester United, mantuvo el arco imbatido en 15 de 36 partidos.
También se beneficiaron de los aportes de jugadores como el argentino Leonardo Ulloa, el argelino Riyad Mahrez y el francés N'Golo Kante, todos procedentes de equipos de segundo nivel.
SEGUIR ARRIBA
El reto será mantener intacta la plantilla y reforzarla con miras a la Liga de Campeones para emular a Nottingham Forest, que se consagró en Europa en la temporada posterior a la conquista de su primer título.
De la misma forma que muchos pronosticaban que acabarían derrumbándose, se dirá que esta temporada fue obra de la casualidad. Leicester tendrá la oportunidad de tapar bocas a los incrédulos otra vez.