La Constitución de Mendoza estable ciertos requisitos en cuanto a la edad, la ciudadanía y la residencia para ser legislador, pero no dice nada sobre los estudios mínimos que deben cumplir los candidatos. De todas formas, 56% de los legisladores mendocinos tiene estudios universitarios y entre los profesionales predominan los abogados, politólogos y docentes.
En ambas Cámaras lideran los letrados y el segundo lugar está disputado entre los profesores y los licenciados en Ciencias Políticas. Mientras la gran mayoría de los abogados tienen sus títulos en las manos, hay algunos politólogos con los estudios inconclusos. Los docentes están repartidos en ambas Cámaras: algunos son maestros de Educación Primaria y otros profesores de nivel Secundario (Historia, Física, Educación Física, Inglés y Geografía).
Respecto del nivel educativo de los senadores y diputados, el ministro de Gobierno (y constitucionalista), Víctor Ibáñez, explicó: "El Poder Legislativo es el más representativo de los tres poderes del Estado. En ambas Cámaras existe la mayor representatividad de la sociedad porque interviene el concepto de mandato libre, es decir que el ciudadano vota a alguien que lo representa"
"Cualquiera que tenga la edad y que cumpla los requisitos que establece la Constitución provincial puede ser legislador. El Legislativo es un poder político en el que están los que el pueblo piensa que lo representan, por eso hay distintas profesiones y oficios con diferentes grados académicos. Esas características hacen a lo representativo", agregó.
El reparo aparece cuando el legislador debe tratar leyes y temas específicos en comisiones y en el recinto. "En la Legislatura las temáticas son muy variadas y no existen personas especializadas en todo. Por este motivo está la figura del asesor con una profesión, especialidad o expertise puntual que asesore al legislador", indicó Ibáñez.
Además, el constitucionalista explicó que durante el siglo XX la tecnocracia quedó en manos de los Poderes Ejecutivos, aunque no haya requerimientos en las Cartas Magnas. Por lo tanto, el Gobernador como el Presidente suelen ser profesionales y los miembros de sus gabinetes, especialistas en sus áreas.
"El único Poder que exige ser profesional (para ser juez) es el Judicial: hay que ser abogado. Tiene que ver con que es el profesional natural para juzgar", cerró Ibáñez.
Los mayoritarios
Entre los abogados que ocupan bancas en la Legislatura se destacan nombres conocidos para la política provincial, como el ex intendente de San Carlos, Jorge Difonso; los dirigentes de Protectora: Mario Vadillo y Marcelo Romano; y el histórico radical, Juan Carlos Jaliff. Entre los peronistas, estudiaron abogacía: Florencia Canali, Alejandro Abraham y Bartolomé Robles. Lucas Ilardo todavía no se recibe aunque tiene el título de Procurador.
Politólogos (profesión que tiene el ex gobernador Alfredo Cornejo), son las legisladoras suaristas Cecilia Rodríguez y Natacha Eisenchlas; también otros radicales como Daniela García y Marcela Fernández, Diego Costarelli, así como la demócrata Josefina Canale.
Por su parte, entre los que son docentes están los dirigentes del FIT: Lautaro Jiménez y Mailé Rodríguez; los radicales: Claudia Salas y Gustavo Pinto; y las peronistas: Marisa Garnica, Silvia Stocco y Andrea Blandini.
Los minoritarios
Después de las tres carreras más populares entre los legisladores, las otras profesiones más elegidas son: Contabilidad (Paula Allasino, Liliana Paponet y Guillermo Mosso) e Ingeniería (Jorge Sosa y Rolando Baldasso) y Turismo (Gabriela Testa y Lucas Quesada). Le siguen Farmacia (Ana María Andía y Samuel Barcudi), Enología (Daniel Galdeano y Maricel Arriaga), Economía (Jorge López y Tamara Salomón), Trabajo Social (Natalia Vicencio) y Medicina (Hebe Casado). Arriaga y Salomón están terminando sus estudios superiores, ambas cuando ganaron sus bancas tenían menos de 30 años.
El resto, de las casi 20 profesiones que hay, va desde Administración de Empresas, Agrimensura y Comercio Internacional hasta Comunicación Social, Creatividad Educativa, Marketing, Psicología y Recursos Humanos.
Entre los que no tienen título universitario hay algunos oficios curiosos, como el de Leonardo Viñolo, que es técnico en Prótesis Dental; Marcelo Aparicio, camarógrafo; y Pablo Cairo, productor de seguros. Hay tres legisladores con título secundario cuya carrera laboral ha sido siempre en el Estado: Anabel Rocca, Duilio Pezzutti e Hilda Quiroga.
También hay empresarios que no especifican su rubro, como Helio Perviú y José María Videla Sáenz; y dirigentes gremiales, como Carlos Sosa.
Cuando entró en 2017, el que causó mayor curiosidad fue el pastor evangélico Héctor Bonarrico, que asegura que tiene tres doctorados en teología, filosofía y divinidades, pero desde el Senado informaron que en sus papeles figura sólo como pastor.
Los estudiosos
De los 48 legisladores con título universitario, cuatro siguieron estudiando. Dos tienen una maestría: Mario Vadillo (Protectora) en Derecho de Daños; y Daniela García (UCR) en Gestión Organizacional. Por su parte, el jefe del interbloque de Cambia Mendoza en Diputados, Jorge López, está terminando su maestría en Energía.
La que tiene el grado más alto de estudios es la diputada Mercedes Llano. La demócrata es doctora en Gobierno y Administración Pública, licenciada en Ciencia Política y profesora de Administración de Recursos Humanos. Además, como politóloga tiene una beca postdoctoral del Conicet y publica en revistas científicas especializadas. Llano ha estudiado en Francia, Buenos Aires y España.
Que estudiaron
Profesiones 14 Abogados
9 Politólogos
9 Docentes
3 Contadores
2 Lic. en Turismo
2 Enólogos
2 Economistas
Niveles de estudio
1 Doctora
3 Master 44
Universitarios
12 Universitario incompleto
14 Técnicos
1 Técnico incompleto
10 Secundario