En febrero, un hombre de 65 años entró en el Taikang Hospital de Wuhan, el epicentro del coronavirus. Tenía síntomas compatibles con el Covid-19 que se confirmaron pocas horas después, tras someterle a algunas pruebas. Con él llegó su perro, un mestizo de siete años, que tuvo que quedarse a las puertas del centro hospitalario esperando a su dueño.
Pocos días después de que el hombre ingresara en el hospital falleció a causa de una neumonía provocada por el Covid-19. Sin embargo, su perro seguía en las puertas del hospital esperando su regreso y así se iba a pasar los siguientes tres meses. Intentando incluso buscar a su dueño por el interior del hospital y convirtiéndose en uno más de los residentes, según el New York Post.
El 13 de abril, después de que el gobierno chino levantara las restricciones a la movilidad en Wuhan, Wu Cuifen volvió al Taikang Hospital. Es la responsable de un pequeño supermercado que hay en el interior del centro y conoció la historia del perro. Le contaron su lealtad y que llevaba dos meses esperando a su dueño y se le rompió el corazón. Así que decidió llamarlo "Xiaobao" o Pequeño tesoro y se ocupó de alimentarlo a diario.
Wu Cuifen contó que el animal "nunca salió del hospital. Fue increíblemente leal. Primero me familiaricé con el perro y, después, lo traje a la tienda. Cada mañana, cuando abría, Xiaobao estaba allí esperándome, hasta que me despedía al final de cada día". Pero nunca se iba a casa.
Tras las quejas de los pacientes, una protectora de animales se hizo cargo de la mascota: ya hay multitud de solicitudes para su adopción.
Xiaobao esperaba pacientemente en el hospital a que su dueño apareciera de un momento a otro, pero eso no iba a suceder. Hubo quien sacó al perro del centro de salud y se lo llevó lejos para tratar de despistarlo, pero volvía de nuevo a encontrar el rastro del hospital para regresar y esperar a que saliera su dueño.
Finalmente, el Taikang Hospital volvió a recuperar poco a poco su actividad normal y a llenarse de pacientes. Comenzaron a quejarse a los responsables del centro hospitalario, que tomaron la decisión de contactar con una protectora de animales de la ciudad para que se hiciera cargo de la mascota. Xiaobao abandonaba esta misma semana el hospital y ahora está esperando a conocer cuál será su próxima familia: ya hay multitud de solicitudes para su adopción.