Lo importante de todo esto es que Godoy Cruz contrata a un jugador que está en un buen momento de su carrera. El Morro viene en alza luego de algunos contratiempos y de que muchos nos preguntáramos si podía volver aquel nivel que mostró en el Nacional de Juan Ramón Carrasco, donde fue goleador y salió campeón.
Después el DT se lo llevó a Paranaense y, envuelto en cuestiones extradeportivas, no tuvo continuidad y pesó demasiado. En Turquía tampoco tuvo continuidad y volvió a Nacional, pero no tuvo un rendimiento acorde a lo que se esperaba y fue cedido a River, donde bajo la dirección técnica de Carrasco nuevamente, recuperó su poder goleador.
Es un futbolista que le gusta el roce físico y el choque con los defensores. Es su gran cualidad. Si se mantiene en forma, puede triunfar en el fútbol argentino. Condiciones le sobran.