Se llama Francisco Fernández, le dicen "Ñaña", es discapacitado y vivió en su Tupungato natal un triste episodio que terminó con un final feliz gracias a la solidaridad de buena parte del pueblo.
Es que el joven Francisco, muy querido en el departamento, sufrió el hurto de su bicicleta durante la noche del miércoles 10 de octubre en el estacionamiento de la cafetería en la que trabaja, situación que le produjo una profunda tristeza.
Enterado de la noticia y después de varios intentos en vano por recuperar el rodado, un vecino de "Ñaña", Roly Gómez, fue hasta un local de la zona y retiró una nueva bicicleta, según publica el sitio digital El Cuco.
“Francisco ya tiene su bicicleta, sale $12.500, los que deseen colaborar pasen a dejar lo que puedan por la bicicletería “Pegorin”, ahí hay un cuaderno. Desde ya muchas gracias”, publicó Gómez en Facebook.
A raíz del post, los vecinos fueron aproximándose a la bicicletería para contribuir con algo de dinero. Actualmente llevan recaudados $5600, aunque esperar saldar la cuenta en los próximos días.
El local de bicis está en calle Urquiza al 241.
Contagiosa solidaridad
El caso hace recordar a la reciente historia de Adrián, el adolescente con cáncer que sufrió el robo del Ford Falcon con el que sus padres lo llevaban a controles en el Notti. Un grupo de desconocidos leyó la noticia publicada por Los Andes, juntó dinero y le obsequió al pequeño de 15 años un Renault 12 en perfecto estado.