El envión anímico que significó haber eliminado a River (actual monarca de la Libertadores y Sudamericana) no fue suficiente para Huracán. Anoche tenía la gran chance de empezar a saldar una deuda pendiente con su historia, pero se fue con el sabor amargo tras igualar en cero frente a Independiente Santa Fe, en lo que fue el partido de ida de la final.
El partido comenzó con un ritmo interesante, Montenegro y Toranzo eran los encargados de generar jugadas y de hacer circular el balón para que Ávila y el joven Espinoza inquietaran a unos defensores que tuvieron desacoples, pero que en el juego aéreo parecían implacables. Todo era del Globo.
Santa Fe se defendía casi en su totalidad con sus 11 jugadores en su campo, por lo que el local empezó a sumar más gente al ataque. Sin embargo la más clara en esos 20’ iniciales fue para la visita.
Ceijas ganó por la izquierda, envió un centro medido y Angulo la hizo estrellar en el horizontal. Fue un llamado de atención para un equipo de Domínguez que había perdido el orden del inicio, como así también la sorpresa porque la defensa de Independiente siempre se anticipaba a los intentos para que Wanchope desequilibrara arriba.
La tónica del partido era otra. Santa Fe, sin ser dominador neto, se mostraba mejor y tenía más llegadas al arco de enfrente. En tanto que Huracán a esa altura jugaba contra dos rivales. La impaciencia de su gente de ir como sea y el propio equipo colombiano. Igualmente, Ávila tuvo una. En la última del primer tiempo, controló de espaldas y sacó un zurdazo que se fue apenas por arriba.
En el complemento, Ávila tuvo otra y Zapata leyó muy bien la jugada para evitar lo que pudo ser la caída de su arco. Al ratito otra vez Wanchope lo tuvo y su volea de derecha se fue muy por arriba. El Globo avisaba.
Era el equipo del principio de juego. Inquietaba por los costados y sus delanteros desnivelaban. Con el correr de los minutos el dueño de casa iba por todos los medios y hasta Nervo, tras un mal rechazo colombiano, pudo poner el 1-0 desde afuera del área.
Pero de repente más de lo mismo. Santa Fe se hizo fuerte en el mediocampo y ahogó permanentemente a un rival que se fue quedando sin ideas, y el cual dependió casi en exclusividad de lo que podía brindarle Wanchope Ávila en el área colombiana. Fue empate. Justo por como se dio el desarrollo de las acciones y todo se definirá en el campín de Bogotá, el próximo miércoles.
