El reconocido artista Julio Le Parc está de regreso en Mendoza, su tierra natal. El hombre de 89 años, de renombre internacional por su vanguardista estilo artístico vive en París y la última vez que visitó estas latitudes fue en octubre de 2012, cuando se inauguró el espacio cultural que lleva su nombre en Guaymallén.
Ayer por la mañana accedió a una charla con Los Andes en la Nave Cultural, donde participó de un evento que lo tuvo como protagonista (ver aparte).
El hombre transmite la tranquilidad de quien está seguro de sí mismo. Habla bajo, casi susurrando, se ve sereno y relajado incluso en la vestimenta: boina blanca, camisa, campera liviana tipo cazadora, pantalón azul y zapatillas deportivas marca Nike, un toque definitivamente rupturista de acuerdo a lo que se esperaría ver.
Lúcido, parece detenerse a pensar en cada palabra que emite, responde a las preguntas interpelando al interlocutor con otra y hasta se da margen para ponerle el toque de humor al diálogo.
Sostuvo que no descarta tener algún proyecto en Mendoza, como una exhibición, pero por ahora no hay nada concreto.
Respecto de los sentimientos que le inspiran los reiterados reconocimientos que recibe dijo: "Se siente como si mi madre estuviese contenta, que fuesen reconocidos los sitios de mi infancia, mis amigos -muchos de ellos desaparecidos- que se sienta reconocido Chiche, el almacenero e incluso esta Ciudad; que no se piense que recibir un reconocimiento es ser pretencioso o que es para uno mismo".
En setiembre cumplirá 90 años, aunque aseguró no haber pensado aún en ningún festejo, mucho menos si lo hará en Mendoza. “El problema es que para soplar 90 velitas es difícil”, dijo con humor. Cuando se le preguntó en conferencia de prensa cuáles serán sus planes durante su estadía resaltó: “Hacer varias cosas, sobre todo comer un chivito”.
Muy cauto en sus apreciaciones prefirió no opinar sobre la situación política y económica del país por considerar que no es especialista. Comentó algunas sugerencias para los artistas jóvenes: “Que sean ellos mismos y en tanto lo sean será más fácil encontrarse con la realidad”, por otra parte recomendó “no dejarse influenciar por las exigencias del medio artístico”.
- Hay quienes sostienen que los últimos años usted ha vivido la mejor etapa como artista, ¿qué piensa de esto?
- Yo pienso que está todo ligado y que cada etapa produce diferentes cosas, para mí son todas equivalentes. Cuando llegué a Francia comencé pude trabajar todo el día en esto (sin ir 8 horas a una empresa), entonces pude desarrollar mi trabajo de manera muy intensa. Los primeros años en París fueron muy importantes con el grupo de taller visual (NdR: Grupo de Investigación de Arte Visual) y encuentros con otros artistas europeos que se fueron desarrollando con lo que nosotros llevábamos desde Argentina. Eso produjo situaciones y experiencias muy interesantes como los laberintos, las experiencias en la calle o las salas de juegos.
- ¿Las expectativas que tenía cuando se inauguró el espacio cultural Julio Le Parc condicen con el uso que se le da?
- Me parece bien que el centro se abra a su entorno y que ayude a que la gente se acerque. Me comentaban que un 70% de los habitantes de la zona no había ido nunca, entonces se toman medidas para incorporarlos, que se identifiquen con el centro y que se asocien a algo artístico es positivo.
- ¿Qué es lo más gratificante que recuerda haber vivido en su carrera artística?
He tenido satisfacciones en varias ocasiones. Entre ellas, una persona que se acercó luego de pasar por una exposición grande que es una sucesión de experiencias que hace que se produzca una suma de sensaciones en la percepción del espectador. Entonces una persona me decía esa mañana , cuando llegué a visitar la exposición- que estaba un poco triste y desanimada por problemas personales y dijo que acababa de salir de la exposición con una actitud optimista, no liberado de los problemas pero con la certeza de que los iba a resolver. Dijo que la exposición le daba fuerza, esperanza.
En Universidad Champagnat
El artista Julio Le Parc fue nombrado ayer padrino Cultural de la Cuidad de Mendoza. En ese marco, representantes del municipio le mostraron la Nave Cultural, donde se realizó el evento, lugar que visitó por primera vez y sobre el cual expresó su sorpresa.
“Siempre que vuelvo me siento muy bien y estoy realmente sorprendido por estos cambios que estamos viendo acá que son extraordinarios”.
Destacó que los artistas de la provincia son “equivalentes” a los latinoamericanos y que por ello todo lo que se haga para proyectarlos internacionalmente es positivo.
Julio Le Parc nació en Palmira, San Martín, en 1928. Durante su adolescencia se trasladó a Buenos Aires y actualmente vive en París. Durante su visita a la provincia recibió el título Honoris Causa de la Universidad Champagnat. La Bodega Rutini, de la mano del enólogo Mariano Di Paola elaboró un vino en su honor y la caja es un diseño del artista.
¿Exposición?
Julio Le Parc ha hecho grandes exposiciones en diferentes países, en galerías de alto nivel y ha obtenido reconocimiento por parte de la crítica por su calidad artística.
Por eso, señaló que le gustaría hacer algo en Argentina. Aunque las condiciones son complejas para concretarlo, hay serias intenciones de hacerlo en 2018 ó 2019, tal cual contó su hijo Yamil, quien trabaja con él.
Le Parc señaló que la exposición que actualmente realiza en San Pablo, Brasil, es muy grande, tiene 100 obras, por lo que trasladarla hasta Mendoza es muy caro.
Su hijo explicó que requiere mucho espacio. Sin embargo, en esta oportunidad que pudieron conocer la Nave Cultural, en Cuidad, advirtieron que es un lugar propicio por lo que el joven dijo que esperan avanzar para que sea el escenario de la propuesta.
A su amigo Astor Piazzolla
Yamil es actor y cantante, además de ser representante de su padre. Por eso, detrás de la gran figura de Julio, emerge con su propia obra artística, aunque en otra rama.
Este jueves a las 21 presentará su obra “Che Piazzolla!”, en la Nave Cultural. Detalló a Los Andes que se trata de un concierto de 16 temas, 13 de los cuales son cantados.
“Es un gran honor y placer para Julio ya que con Astor (Piazzolla) eran amigos y él es fanático de Astor; por eso canto Astor, porque me acompañó toda la vida”, señaló.
