Uno de las últimas cartas que se jugaba la defensa de Alejandro Salas, el celador de Murialdo imputado por el abuso de una alumna de 4 años en los baños del colegio, fue rechazada por la Justicia en la tarde de este lunes.
El acusado seguirá con prisión domiciliaria por el momento, luego de que sus abogados intentaran lograr la liberación de este hombre.
El juez Jorge Luis Del Pópolo no hizo lugar a la apelación y al pedido del cese de la prisión preventiva en modo de domiciliaria para el sospechoso, que ahora debería esperar el juicio preso en su vivienda. Sin embargo, los defensores no descartan llevar el reclamo a la Suprema Corte de Justicia de la provincia.
Desde que quedó involucrado en el caso, el paso de los meses hizo que la situación de Salas fuera mejorando de alguna manera. En febrero de este año, tras varias audiencias accedió al arresto en su casa, aunque sus abogados, los doctores Víctor y Federico Ábalos buscaron durante estos meses su libertad.
Los letrados fueron presentando una serie de pruebas para lograr este propósito. Entre ellas, dibujos de la nena que, según especialistas en salud mental, evidenciarían que la pequeña venía sufriendo abusos con anterioridad al 2 de agosto pasado, día en que se radicó la denuncia. La hipótesis para ellos es que la menor venía siendo atacada sexualmente por un hombre de su entorno familiar.
A esto le agregaron testimonios y la captura de pantalla de un teléfono celular, que mostraría que el imputado a las 14.14 del 2 de agosto habría estado leyendo un mensaje de un grupo de WhatsApp. Toma relevancia el horario exacto de esa lectura, ya que la fiscalía tiene establecido que ese día en ese horario se produjo el abuso.
Todo comenzó cuando la mamá de la víctima fue a cambiarla y descubrió que le faltaba la ropa interior. "Alguien me tocó", dijo la niña. La investigación cayó en manos Cecilia Bignert, fiscal de Delitos contra la Integridad Sexual.
El lunes 7 se ordenó la detención del celador, que fue imputado por abuso sexual agravado por acceso carnal y por la calidad de guardador, delitos con penas de 8 a 20 años de cárcel. La grabación de una de las cámaras de seguridad del colegio fue uno de los elementos claves para los pesquisas. Para ellos, el acusado fue captado por las imágenes en la zona de los sanitarios de la sala de 4, en los instantes en los que la menor era abusada en el baño.
Además, la pericia médica realizada en el hospital Humberto Notti señaló que la víctima tenía lesiones físicas en sus zonas íntimas.