Cada vez que la Lepra juega de local, aproximadamente, unos 6 mil hinchas promedio se hacen presente. Históricamente, la parcialidad Azul se destacó por su fidelidad y acompañamiento masivo al club. Hoy, la historia cambión. Cada vez son menos lo verdaderos hinchas que asisten a la cancha por diversos motivos. Pero, sin dudas, el principal, es la invasión de barra bravas que se adueñaron del club. Hacen lo que quieren, cuando quieren y en lugar que lo deseen.
Lamentablemente, el enfrentamiento de dos facciones apoyadas por otras, desató una guerra en la popular Azul. Hace, 13 días explotó la interna en el Bautista Gargantini y suspendieron el partido ante Atlanta. Salió el fallo del Tribunal de Discplina y el Azul tiene la cancha clausurada por tres fechas, le descontarán un punto y además tendrá que desembolsar una suma cercana a los 2 millones de pesos entre la reprogramación del juego contra el Bohemio y la multa impuesta. Imperdonable.
¿Qué pasó hoy? Supuestamente el partido era a puerta cerrada. Periodistas de distintos medios se acreditaron y no tuvieron el visto bueno por parte del Departamento de Prensa por ser un partido a puerta cerradas y la lista de acreditados ya había sido entregada a organismo de Seguridad. Sin embargo, los barra bravas se hicieron presentes en el estadio Omar Higinio Sperdutti y colgaron una bandera que decía: "Los Caudillos del Parque. Revolución. La Banda quedará". Increíble.
Una burla para directivos, seguridad y principalmente para el verdadero hincha de Independiente Rivadavia, el que de su bolsillo paga la cuota, colabora con el club y en este momento, sigue las acciones del juego por internet o radio. Insólito. Antes de que arranque el juego, la bandera desapareció. Pero, los delincuentes dejaron su mensaje. Su huella.
Ahora, ¿cómo entraron al campo de juego?, ¿quién los autorizó?. Sin dudas, tiene cómplices dentro del club Azul. Otra respuesta no cabe.