Sigue a paso firme. Una vez más demostró su gran presente y, con otra muestra de un básquetbol de alto vuelo, se deshizo con facilidad de la Asociación Deportiva Anzorena para quedarse con dos nuevos puntos que le permiten seguir mirando a todos desde arriba, como así también, mantenerse como el equipo de mejor registro en el Torneo Federal. Impresionante.
El primer capítulo fue parejo. De rachas. Arrancó mejor el local con la conducción de Grenni y el pick and roll con Trejo. Imposible de defender por Anzorena.
Sin embargo, llegaron las correciones desde el banco de la visita y Chiquito fue bien neutralizado. Pero el plus que tiene Rivadavia es la cantidad de variantes ofensivas con las que cuenta. Empezó a hacer daño el corte hacia el cesto por parte de Barreiro y cuando parecía que el Naranja empezaba a despegarse en el tablero, llegó la reacción del Rojo.
Ingresó Reyes (16 años y un futuro enorme), el Colo Aguilera pasó a jugar de escolta y Anzorena encontró el aro. Efectivo Hernáez, bombas de tres puntos de Revellino y del propio Reyes, y el equipo de la Sexta se puso en juego: 24-20. Los últimos minutos del primer cuarto de la visita fueron de alto vuelo. Sin embargo, todo cambió en el segundo segmento. Rivadavia creció en defensa y lo dejó sin gol. La visita recién convirtió un simple pasado los 5’.
Esta virtud defensiva del dueño de casa le permitió sacar la máxima diferencia del partido: 16 puntos (41-25). Minellli encontró la clave en el recambio, ya que Llaver, Gómez y Arce, demostraron un gran nivel y le hicieron mucho daño al sistema defensivo de Anzorena: 43-29.
En el tercer cuarto, una exhibición del Naranja. Lo mejor de la noche. Con un goleo repartido de sus cincos hombres en cancha, dejó a la visita sin poder de reacción. Paciente en cada ataque estacionado y mortal en cada salida ràpida en transición. Elevó la máxima a 25 puntos (67 42) y así entró al último cuarto, el cual estuvo demás y se jugó solamente por una cuestión reglamentaria. De todas maneras, como el resultado era una cosa juzgada y Anzorena no mostraba reacción alguna, Minelli arovechó esos minutos y le dio acción a sus jugadores más chicos.