Triste, como el resto del plantel argentino, Ezequiel Lavezzi lamentó hoy la chance de "dejar una huella" y "cerrar la herida" de haber quedado en la final del Mundial de Brasil.
"Sinceramente, pensamos que esta era la oportunidad de dejar una huella, pero no pudimos. Para muchos a los que nos queda poco tiempo en la selección, era la posibilidad de ganar algo importante, pero no se dio. Estamos muy dolidos porque creíamos que esta era nuestra copa", dijo el "Pocho", uno de los pocos jugadores que habló en la zona mixta.
"Era la posibilidad de reivindicarnos con la gente por lo que había pasado en el Mundial, pero nos quedamos con este sabor amargo. Pero hay que seguir adelante, porque los que vienen tienen que tratar de absorber lo que se ha generado. Lamentablemente desde lo deportivo no logramos cosas, pero hemos creado valores como grupo humano que hay que mantener", añadió.
En cuanto al desarrollo del encuentro, analizó: "No fue un buen partido de ninguno de los dos equipos. Creo que nosotros creamos alguna ocasión más, pero al final nos fuimos con la cabeza baja y ellos festejaron".
Finalmente, se refirió a Lionel Messi. "Estamos todos frustrados, pero Messi es el que más lo siente por lo que significa ser el mejor jugador del mundo. Todos pensábamos que esta iba a ser nuestra Copa, que nos iba a consagrar, pero no fue así", confió.