Lavanda Fulton: cabezas de radio

Mientras su segundo disco, “Álbum desconocido”, continúa recibiendo elogios, ellos se enfocan en construir espacios sonoros de profundidad y buen gusto.

Lavanda Fulton: cabezas de radio

"Álbum desconocido”, el segundo disco de Lavanda Fulton, fue una de esas caricias para los oídos que cosechó excelentes críticas tanto aquí como en Buenos Aires y el resto del país. La sensación colectiva era que el espectro de Radiohead había somatizado bien en una joven banda argentina (mendocina, es más) sin desaforadas pretensiones ni autobombo.

Un ejemplo es el puesto 5 con el que la publicación 90+10 colocó a “Álbum desconocido” en su ranking de “los mejores discos de 2013”, muy cerca de “Wed 21” de Juana Molina. Se escribió allí que se trata de “una banda de rock alternativo y delicado, que desde Cuyo construye un círculo virtuoso de canciones, electricidad, diseño y poética deforme. Jóvenes bien instruidos con el pop más delirante y artístico”.

Milton (guitarra acústica y voz) y Gonzalo (batería) sonríen y esquivan cuando sale el tema de las críticas positivas. No les preocupa tanto el qué dirán, sino el qué escucharán cuando ocurra “lo que verdaderamente importa”, en el ensayo, el estudio o el escenario. Cuentan que “Álbum desconocido” se grabó entero en una semana, en la habitación de Leandro (tercer miembro de la banda), que junto con Marcelo completa la formación actual.

“Decidimos prohibirnos nombrar a Radiohead durante la grabación”, dicen riendo. Y explican: “Es que veníamos de ver el show en Chile y estábamos completamente traspasados”.

- ¿Y qué les causaría la comparación con Radiohead?

- ¿Unos ‘Radiohead a la argentina’? Ojalá...

Pero esta no es (sólo) la historia sencilla de una banda indie que se mete a grabar con lo puesto y levanta pulgares por arte de canción pegadiza. Primero: sus canciones no son simples, no siguen estructuras fijas, cada una encuentra el sonido por dónde fluir, ya sea más pop, más roquera, más oscura, sin temor a la psicodelia. Y no, nunca son aburridas.

Segundo: sus letras miran con lupa las realidades cotidianas más pequeñas, juegan entre lo naif y lo abismal con buen gusto. Y tercero: los precede su disco debut, “Moretón”, que ya había dado señales de que estaban sintonizando con la orilla experimental de la corriente folk. “Cuando estábamos haciendo el primer disco nos sonaba Juana Molina en la cabeza; la habíamos ido a ver al Independencia para la presentación de ‘Tres cosas’”, recuerdan.

Más cosas se van dando. Si para sacar “Moretón” tuvieron que pedir un préstamo bancario, para “Álbum desconocido” recibieron un subsidio del Fondo Provincial de las Artes. Y han aprendido a aprovechar los beneficios del MIMM.

El nombre de la banda proviene, como en los mejores casos, de un chiste interno: “Del perfume que tanto Marcelo como yo encontramos en nuestras casas”, cuenta Milton. El frasco de esa vieja loción apareció en los días en que ambos se juntaban a hacer canciones porque sí y acabó por impregnar las futuras versiones de la banda.

Acaso el hecho de que Milton sea arquitecto y de que Leandro haya elegido también la arquitectura como carrera tenga algo que ver en el modo de edificar las canciones: una suerte de diseño avant garde traducido en música.

Claro que en todo este cuento hubo un personaje inspirador: el productor musical Leandro Lacerna. Él fue, de hecho, quien produjo “Moretón” y quien instó a los mendocinos a buscar su propio sonido. También participó Luis María Cabeza. Al parecer, los discípulos crecieron en modo veloz y ahora estos músicos de 27 años son capaces de entrar a grabar su tercer disco con las ideas concretas de cómo lo quieren oír.

Ahora, si quieren ver algo de material visual, pueden linkear el concierto “En el espacio”, filmado en Buenos Aires por Nahuel Martínez (ver en Estilo on line). También están en la red los video de “Trajedia” y “Dos caramelos son un ahora”.

El resumen más acertado del trabajo de los Fulton lo ha escrito otra banda, también mendocina, Mi Amigo Invencible: “Creo que la evolución de una banda se logra cuando se fortalece el estilo y, a la vez, se cambian los motivos, los elementos constitutivos, la forma de componer y de instrumentar. Cuando se quita lo innecesario y se mantiene lo esencial.

Eso hace que la sorpresa sea tan gratificante para ellos mismos, como para los que escuchamos desde afuera. Entre ‘Moretón’ (el primer disco de los Fulton) y este que estamos compartiendo, fundamento lo que acabo de decir”. Esta noche, en el vivo Mendorock, se los puede disfrutar.

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