Lavalle coronó a Oriana Nadalini bajo una intensa lluvia

La tormenta se desató sobre el final de una fiesta que ofreció un gran show en el escenario.

Lavalle coronó a Oriana Nadalini bajo una intensa lluvia
Lavalle coronó a Oriana Nadalini bajo una intensa lluvia

Bajo una intensa lluvia, y rodeada de amigos y familiares, en las primeras horas del domingo fue coronada reina de la Vendimia de Lavalle 2020, Oriana Nadalini.

La joven, que tiene 20 años y representó a El Chilcal, recibió los atributos de manos de Luz Martina Mercol Peladino, también Virreina Nacional de la Vendimia 2019.


    Orlando Pelichotti / Los Andes
Orlando Pelichotti / Los Andes

La elección fue muy reñida, por lo que Oriana logró el reinado con 23 votos, uno más que las representantes de Tres de Mayo y Costa de Araujo, quienes obtuvieron 22 voluntades cada una.

Las encargadas de desempatar fueron las propias candidatas y, para evitar que hubiese empate, se sumó a un periodista local. Así, por una amplia mayoría, se consagró virreina de Lavalle 2020 Giuliana Malén Heras, de Costa de Araujo.

El momento de la coronación fue bastante particular, ya que la lluvia se incrementó y las soberanas terminaron empapadas, aunque eso no le restó emoción y alegría. La flamante reina no pudo dirigirse a su pueblo como se esperaba ya que se había cortado la electricidad por seguridad.

Espantados por la lluvia

La tormenta, protagonista imprevista de los momentos finales del festejo, comenzó como unas simples gotas, pero fue ganando fuerza con el correr de los minutos. Al final, la gente empezó a retirarse en masa y algunos utilizaron sillas como improvisados paraguas.


Emotivo. Una bailarina representó al agua y bailó una zamba con un tomero, en un momento del show | Orlando Pelichotti / Los Andes
Emotivo. Una bailarina representó al agua y bailó una zamba con un tomero, en un momento del show | Orlando Pelichotti / Los Andes

    Orlando Pelichotti / Los Andes
Orlando Pelichotti / Los Andes

El intendente lavallino, Roberto Righi, estuvo acompañado de los ministros de Gobierno, Víctor Ibáñez Rosaz, y de Planificación, Mario Isgró. Ambos, en representación del gobernador Rodolfo Suárez.

También asistió al festejo lavallino María Laura Micames, Reina Nacional de la Vendimia 2019, quien acompañó a Luz Martina la noche que entregó sus atributos departamentales y comenzó a despedirse de su año de reinado.


Acompañado. Righi, rodeado por Ibáñez Rosaz e Isgró. | Orlando Pelichotti / Los Andes
Acompañado. Righi, rodeado por Ibáñez Rosaz e Isgró. | Orlando Pelichotti / Los Andes

La fiesta

El inicio del espectáculo tuvo una demora de una hora y fue con la presentación de las 10 candidatas y las soberanas salientes, quienes bailaron un vals criollo y fueron aplaudidas por los presentes.

Después, Luz Martina y Evelin Carazo (virreina departamental 2019), hicieron una introducción al show repasando su año y agradeciendo. "Cosechadores y productores, esta es la fiesta que se merecen porque gracias a su importante trabajo Lavalle crece y crece", fueron las palabras finales de Luz, tras las cuales proclamó el comienzo del espectáculo.

Cabe destacar que las representantes 2019 recordaron a Soledad Olivera y Johana Chacón, las jóvenes lavallinas desaparecidas en el 2011 y 2012, respectivamente.

La fiesta de la cosecha fue el primer cuadro que invadió el escenario, con la tradicional cueca "Póngale por las hileras", de Félix Dardo Palorma. Inmediatamente después, el desierto y los huarpes (tan importantes en la historia y la realidad de esta tierra), tuvieron su merecido homenaje.

Historia de un padre y de un hijo

Un padre y su hijo fueron los protagonistas de "Cosecha del esfuerzo", dirigida por Franco Agüero. A través de sus diálogos se fue hilando el show. El cuadro de los inmigrantes, con música italiana, apostó a la alegría.

Con el escenario teñido en tonos celestes, el agua y un tomero bailaron una zamba, homenajeando así a quienes cumplen la importante tarea de distribuir un recurso tan escaso y fundamental en Lavalle.

Las inclemencias del tiempo, con el granizo como protagonista, dieron paso a un malambo que estuvo acorde con el enérgico momento.

Pero de inmediato, y como contrapartida, la fe del pueblo ante las adversidades se materializó con el ingreso de la imagen tan venerada de la Virgen de la Carrodilla. 

Los asistentes la recibieron de pie y, al finalizar el imponente cuadro, aplaudieron enérgicamente, dejando en claro que fue el que más los emocionó en toda la noche.

La escenografía se completó con una gran pantalla central y dos pequeñas. También jugaron un rol importante las luces láser incorporadas a la puesta en escena, principalmente en el cuadro dedicado a la Virgen.

Aunque gran parte de la música fue grabada, hubo algunos temas que se tocaron en vivo, lo que le dio una impronta especial a cada uno de esos momentos.

Al ritmo de una una saya entraron los caporales y las palmas no se hicieron esperar. En este tramo, una verdadera fiesta llenó el predio y los asistentes movían sus cuerpos al ritmo de las melodías bolivianas.

La juventud, con ritmos más modernos, quedó representada con bailarines contemporáneos y bicicletas que descendieron del escenario y animaron al público.

El diálogo entre padre e hijo, que transitó por los desacuerdos entre ambos respecto al lugar en el que estaban las oportunidades y el futuro, pero cerró con la decisión del joven de quedarse en su tierra natal. Un malambo puso final al show.

No dejaron entrar a las “barras”

Si bien la cita en el predio verde del Polideportivo Municipal era a las 22, el público empezó a llegar sobre la hora. Probablemente, la jornada calurosa hizo que la gente decidiera dejar sus hogares lo más tarde posible.

La mayoría arribó al lugar con conservadoras y canastos repletos de bebidas frescas, sandwiches, mate y todo tipo se suministros para pasar la noche. En esta edición, desde el municipio se tomó la decisión de no dejar ingresar al sector de sillas a los integrantes de las "barras" que llegaron con bombos, carteles y bocinas.


Sin barras. Se prohibió el ingreso a gente con bombos y bocinas. | Orlando Pelichotti / Los Andes
Sin barras. Se prohibió el ingreso a gente con bombos y bocinas. | Orlando Pelichotti / Los Andes

Patricia Mercado (52), tía de la representante de Tres de Mayo, señaló que les informaron que la medida se tomó "para que no molestaran la pasada" y para evitar "que no dejen escuchar" la fiesta.

Muchos de los asistentes llegaron para acompañar a los artistas. Tal fue el caso de Cristina Villegas (57), vecina de Godoy Cruz que viajó a Lavalle para ver bailar a su cuñada, Agustina Escudero. "Ella es parte del ballet de Ciudad y es la primera vez que vengo a Lavalle a ver su Vendimia", comentó.

También fue notable la presencia de vendedores ambulantes. Uno de ellos fue Hugo Quinteros (62), de Las Heras, viajó hasta Lavalle para vender coronas y cetros. "Vamos bien, pero llegué hace un ratito. Este es una de las pocas vendimias en las que nos dejan trabajar", remarcó.

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