El vino no vive su mejor año y, frente a todas las dificultades, aumentos de costos y pérdida de competitividad, la venta de vinos en el mercado interno muestra signos negativos. Este panorama se ve reflejado en todos los canales, principalmente en el supermercado, punto de venta fundamental para el consumo masivo.
Sumado a ello, las bodegas no muestran signos de esperanza en lo que respecta a ventas de fin de año, y Navidad y Año Nuevo no lograrían revertir la caída que se viene registrando desde que empezó 2017.
Recordemos que, según datos del Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV) en lo que respecta al mercado interno y analizando el período enero-octubre 2017 / enero-octubre 2016, el consumo de vino fraccionado registró una baja que alcanzó el 5,2%. Así las cosas y según los empresarios del sector, el año cerrará con una baja promedio del 5,5% un poco menor que en 2016 cuando la caída había sido del 10%.
La fuerte inflación local -que según las consultoras podría cerrar en el orden del 22%- generó una pérdida del poder adquisitivo en gran parte de la población y eso se vio reflejado en las compras en los supermercados.
Según datos de la consultora Nielsen, la venta de vinos en supermercados en el último año cayó 18,6%. A pesar de estos datos, este segmento de bebida vive dos realidades: por un lado, los vinos tetra son los que más están sufriendo la pérdida del poder adquisitivo y son los que más caen, mientras que los de alta gama caen en menor medida ya que, por lo general, los consumidores de este segmento son los que prácticamente no han perdido poder de compra.
Así, aquellos de bajo precio -de 66 pesos en promedio- registraron un aumento en el precio en el último año móvil (UAM) de 59% y mostraron una caída en volumen de venta en supermercado del 20,7%, mientras que los llamados Premium ($ 110), cayeron 6,2% y los súper Premium ($ 221), 6,9%.
"Las políticas de precios de los supermercados, los descuentos y liquidaciones, también impulsarán la venta, a pesar de que éste sea un costo alto para los establecimientos."
José Zuccardi, Bodega Zuccardi
En este marco, y siguiendo con los datos de Nielsen, el segmento Standard perdió más de 6.000 litros en el UAM. Esta caída estuvo impulsada, según el análisis de Diego Gizzi, Account Manager de Nielsen, por el fuerte aumento de precios y por la baja oferta de productos en góndolas. En base a estos datos, hay un 20% menos de referencias promedio de vinos de segmento bajos. Así las cosas, y en ese segmento de precios, el incremento en precio ha sido en algunos casos del 90% en comparación con el último año.
De este modo, y considerando las últimas conductas, Nielsen tomó que el volumen va hacia vinos premium, con un fuerte incremento en volumen de vinos entre los $ 70 y $ 90 y un poco menos, pero con fuerte repunte en los de hasta $ 140. En este sentido, vinos entre los $ 80 y los $ 100 y marcas como Aime, Alma Mora, Finca Portillo, Bravío, Los Árboles, Benjamín, Elementos, Cafayate, son algunos de los grandes ganadores de este mercado atomizado y con caída en las ventas.
Un año complicado
A pesar de que ha sido un año complicado, 2017 podría cerrar con una caída superior al 5% y las ventas de fin de año no lograrían revertir la tendencia.
Según mencionaron los representantes de las bodegas, los distribuidores este fin de año han pedido la misma cantidad de productos y volumen que en la misma temporada del año pasado. Por lo tanto, las expectativas son cautas.
Según explicó José Zuccardi, propietario de la bodega que lleva su apellido, las circunstancias y los aumentos de precios provocaron un achicamiento en el bolsillo que llevó a comprar cada vez menos cantidad de vino. Esta baja, además, “se vio impulsada por los aumentos de precios de los vinos”.
De este modo, dijo que las ventas de fin de año, “a pesar de que pensamos que iban a ser mejor, nuestros distribuidoras tomaron pedidos similares a lo que fue en 2016, volumen estimado que teníamos en la bodega. Por lo tanto, esto quiere decir que todavía el consumo en los grandes canales, como supermercados, no logra repuntar".
A pesar de ello, "diciembre tiene un grado estacional y es promisorio para las bodegas, ya que las ventas de vinos y espumantes siempre son mejores que otros meses", puntualizó Zuccardi. Al tiempo que indicó que "las políticas de precios de los supermercados, los descuentos y liquidaciones, también impulsarán la venta, a pesar de que éste sea un costo alto para los establecimientos".
Carlos Iannizzotto, directivo de Fecovita, contó que "en el análisis que hacen desde la Cooperativa es que hay un leve repunte en diciembre en comparación con igual mes del año pasado. Sin embargo, después de las Fiestas llega un período recesivo en el que el calor y el inicio del verano marcan una caída del consumo, y la cerveza, jugos, gaseosas, ganan terreno por encima del vino".
En el último año móvil cerrado a noviembre las ventas de vino en supermercados cayeron 18,6%
Por su parte, Walter Bressia, dueño de la bodega que lleva su apellido y presidente de Bodegas de Argentina, puntualizó que las ventas de fin de año seguirán la tendencia de todo 2017. Por ejemplo, el segmento de vinos de media y alta gama continuará la corriente positiva ya que tiene "un consumidor cautivo que mantiene su interés y de a poco crece". Pero por otro lado, el empresario sentenció que los "vinos de media gama y baja, los tetra, seguirán su senda negativa y no podrán revertir esta tendencia".
Así las cosas, "esperamos que fin de año termine con una caída en el mercado interno en el orden del 5,5%".
Estos datos que adelanta el dirigente están dados por el mismo análisis que realizaron las demás empresas y que tanto los distribuidores, como los supermercados, vinotecas, etc. hicieron pedidos en similares cantidades que el año pasado.
Al igual que Zuccardi, Bressia consideró que las ofertas y descuentos ayudan a que las ventas no caigan más, y estimulan el consumo. Sin embargo, este mecanismo, sumado a la caída de rentabilidad de las empresas, no podrá sostenerse mucho más en el tiempo. "Es que es el mismo sector el que absorbe todos esos descuentos, "cuando hay bodegas que sostienen líneas que no están dejándole rentabilidad".
Sobre las ventas de fin de año, detalló Iannizzotto -al igual que su colega- que los distribuidores no han pedido más volumen que el año pasado por dos motivos: "uno de ellos es porque observan que el consumo y las ventas no serán más altas que en 2016 y, por el otro, porque prefieren no stockearse, ya que eso implica un costo financiero importante que prefieren no asumir", sostuvo el dirigente de Fecovita.
En cuanto a 2018, Zuccardi dijo que se espera que "el consumo tienda a recuperarse al igual que lo hace el consumo en general. Sin embargo, al ser un producto considerado que no es de primera necesidad, es difícil que veamos un excelente buen año. Es muy probable que terminemos con caída, aunque más leve".
Coincidió con ello Iannizzotto, quien dijo que "las altas tasas de interés cambiario, los altos impuestos que hoy no son solucionados a corto plazo con la reforma tributaria, la inflación, aumentos de costos, etcétera, seguirán marcando y dejando a 2018 (como un año) muy complicado. No somos aún optimistas".