Llegar a la oficina un lunes por la mañana pensando en lo rápido que se pasó el fin de semana y en todas las tareas que quedan por hacer, no es lo mismo que llegar pensando en que antes de comenzar la rutina laboral uno tendrá una clase de yoga en la que podrá relajarse, respirar y sacarse de encima el estrés que significa la tarea que tenemos por delante.
Parece una fantasía pero no lo es: ya hay organizaciones en Mendoza que buscan que sus miembros se distiendan y se equilibren antes de comenzar con sus ocupaciones diarias. Se trata de una tendencia mundial que busca incorporar terapias alternativas (o cultura zen) a entornos no convencionales y que lentamente se está imponiendo en la provincia.
Un ejemplo de esta incorporación se da en la empresa Eventioz, cuyas oficinas están en Guaymallén. Allí, todos los lunes y miércoles sus empleados pueden asistir a una clase de yoga de media hora.
“Tenemos clases de un tipo particular de yoga que es el Método DeRose, que apunta a respirar bien, estar relajado y a la educación postural”, explicó María Emilia Palá, responsable del área de Recursos Humanos de la compañía.
Según contó, se trata de una actividad optativa que realizan desde hace un año. “Es una propuesta que gusta mucho porque pasamos muchas horas sentados”, aseguró.
Como parte de esta movida saludable y que busca mantener motivado al equipo de trabajo, allí cuentan con una oficina abierta que permite que todos los integrantes puedan interrelacionarse, con horario flexible y una cocina repleta de comida sana.
“Porque después de un buen desayuno y de haber hecho media horita de yoga, uno se sienta a trabajar con mucha mejor predisposición”, remarcó Palá.
Centrarse en la respiración
Pero esta nueva iniciativa no es exclusiva de empresas ya que también se está implementando en la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de Cuyo (UNCuyo).
Allí se dictan clases de Tai Chi gratuitas y libres los lunes y miércoles a las 16 y los martes y jueves a las 8.30. La idea surgió de las nuevas autoridades de la facultad como una forma de mejorar la salud y el bienestar de sus trabajadores y alumnos.
Las clases están a cargo de Luis Roux, tienen una duración de una hora y consisten en ejercicios que incluyen la prevención de enfermedades y la armonización física y espiritual.
“Aunque sólo he ido a algunas clases me parece una propuesta muy innovadora y que te ayuda a empezar mucho mejor el día de cursado”, expuso Mariana Navarro, alumna de la facultad.
Ella ya había practicado antes Tai Chi por lo que conoce sus beneficios. “Te ayuda a centrarte más en la respiración, lo que viene muy bien cuando se acercan las épocas de exámenes”, destacó.
Víctor Velázquez, director de la Fundación La Montaña y experto en Tai Chi y Chi Kung, tiene experiencia como profesor en distintas organizaciones.
“La verdad es que hemos tenidos muy buenos resultados en empresas, porque si la persona está más relajada y tranquila hay menos riesgos de tener accidentes e incluso el rendimiento mejora”, afirmó.
En una oportunidad él hasta dictó cursos en una orquesta “porque los músicos generalmente mantienen una mala postura y es necesario mejorarla”, indicó. La práctica que él realiza se basa en movimientos suaves, respiración y evitar los “pensamiento parásitos” para lograr tranquilidad.
Equilibrio se busca
La rutina diaria, los problemas y las presiones van generando cada vez más individuos aislados, estresados e irascibles, que es justamente lo que estas terapias alternativas buscan revertir.
“Fundamentalmente lo que hacen es ayudar a encontrar el equilibrio perdido. Se trabaja sobre los propios recursos del cuerpo y no incorporan nada ajeno”, comenzó a explicar Gustavo Rabino, terapeuta experimentado y docente de Daylo Plas. Si bien para el experto en algunos casos se utilizan para tratar algún problema puntual, la idea principal es prevenir y cuidar la salud.
“Se trabaja mucho a nivel anti estrés para contrarrestar las exigencias de la vida diaria y evitar llegar a la enfermedad”, señaló. Para él, sería óptimo que cada vez más empresas incorporaran algún tipo de terapia. “Que se difundan más las relajaciones, ejercicios respiratorios y otras prácticas que ayudan a mejorar la calidad de vida de las personas”, precisó.
Después de pasar por una crisis personal hace 10 años, Isabel Quesada empezó a buscar técnicas para sentirse mejor y las encontró en el yoga, el Tai Chi y la meditación zen.
En detalle
Tai Chi. También conocido como Tai Chi Chuan, es un arte marcial chino hoy más orientado a una práctica físico-espiritual. Muy provechoso para la salud, constituye también una técnica de meditación.
Chi Kung. Son técnicas relacionadas con la medicina china tradicional, que comprenden la mente, la respiración y el ejercicio físico. Se practica generalmente con objetivos orientados al mantenimiento de la salud, pero también se puede prescribir con objetivos terapéuticos específicos.
Yoga. Es una tradicional disciplina física y mental que se originó en la India. Aunque nació con una postura espiritualista, hoy promueve más el bienestar físico y mental.
“Todo lo que uno hace con estas cosas es buscar el equilibrio entre cuerpo, mente y espíritu”, comentó. Para ella, la premisa fundamental es pensar en positivo y no fanatizarse.
“Mucha gente busca afuera algo que le haga bien pero todo viene desde adentro. Hay que aprender a amarse a sí mismo y estar en equilibrio”, cerró.
