La reversión de la Cenicienta en el mundo moderno que se identificaba con ese sueño de amor de príncipe y título de propiedad de una mansión en Acapulco, típico de la telenovela mexicana de los 80, ahora es reemplazado por la codicia, el abuso de poder y la venganza del subgénero de la narco telenovela.
En realidad en el fondo hablamos de los misma anestesia: salir de la pobreza, esquivar a los enemigos y ganar un lugar de privilegio en el mundo, visto en este momento desde el punto de vista del dueño de la fábrica de estupefacientes.
Ahora, con música de los narco-corridos de los Tigres del Norte y los Tucanes de Tijuana, la televisión de Colombia y de México dominan el mercado de lo que les sucede en su propio territorio, teniendo el boom de "El patrón del mal", de 2011, como la épica más alta del formato.
Obviamente, el monarca colombiano Pablo Escobar (1976 -1993) representa el epítome de este fenómeno pero está lejos de ser el único: de un tiempo a esta parte, fragmentos y entrecruces de historias de otros y nuevos emperadores de la cocaína están dando qué hablar, aunque se ha descubierto de un tiempo a esta parte que estas versiones latinas de "Scarface" funcionan mejor contadas desde estereotipo femenino, basándose de algún modo en el molde real de Enedina Arellano Félix, de 54 años, capturada en 2008, la primera jefa de drogas de Tijuana.
Bella y con expresión ingenuo, mandó a matar a cualquier enemigo que se le cruzara. De hecho, se la conoce como la Emperatriz del Narco.
Para esta nueva oleada temática los productores se valen de un paquete de historias suburbanas, medios amarillistas y archivos policíacos reales.
Y con la estructura tradicional de la latino telenovela, única en el mundo, los productos van saliendo cada vez más refinados y exitosos.
Los carteles mandan
Hace una semana terminó la vertiginosa epopeya de Sara Aguilar, "La Señora Acero", que la pantalla del Canal 9 de Buenos Aires emitió con cierto éxito. País por donde pasó, Aguilar no dejó de llamar la atención: un cartel asesina a su marido, su hijo cae enfermo pero ella se separa de él para alejarlo del peligro. Ella se endeuda con el jefe del Cartel de Jalisco y eso la obliga a integrarse en el lavado de dinero para devolverle la falta.
Sin embargo, su poder crece, los capos comienzan a pelearse por ella, su fama va en aumento y puede volverla dueña de un imperio o esclava de un infierno sin retorno.
Un fenómeno
La multinacional Telemundo ya filmó tres temporadas de "El Señor de los Cielos", sobre la vida del azteca Amado Carrillo (1956- 1997), el capo de la droga de Ciudad Juárez. "La Ruta Blanca", de 2012, transcurre en México, Colombia y EEUU. Es la historia de unos narcotraficantes en la que se ve la producción de coca en la jungla y la corrupción política.
En 2011 la serie "La Reina del Sur", con otra mujer como protagonista, Kate del Castillo (la serie costó 10 millones de dólares en total y su episodio final en EEUU. fue visto por 4.2 millones de espectadores), se emitió en México y Norteamérica, basándose en la novela del español español Arturo Pérez-Reverte.
Le siguió tres temporadas "El Capo" , de 2009, otro Pablo Escobar de Colombia interpretado por Marlon Moreno, con tanto poder como persuasión para sostener una doble moral familiar.
Hay más: "El Cártel de los Sapos", de 2008 y "Las Muñecas de la Mafia", de 2009, por nombrar las más conocidas.
Una dama por otra dama
Por su lado, el lugar dejado por "La Dama de Acero" ahora ha sido reemplazo por "Dueños del Paraíso" (desde el lunes, a las 22, por Canal 9 de Buenos Aires). La serie de Telemundo está adaptada a finales de los 70, y Sara Aguilar se cambia por Anastasia Cardona (Kate del Castillo), otra mujer estigmatizada por la violencia y con el motor de la ambición usará el narcotráfico para conseguir sus objetivos económicos.
Esta gran súper producción fue rodada en Miami, Florida y Santiago de Chile. Apología o no del crimen organizado o banalizacion del tema, parece un lugar común terminar la historia como Pablo Escobar: muerto por las autoridades o en todo caso, por sus más poderosos rivales. Menos mal.
Tomemos en cuenta que la lucha del gobierno mexicano contra el crimen organizado ha dejado más de 80 mil muertos en el sexenio que recién terminó.
