Las redes sociales -Facebook, Instagram o Twitter-; se han transformado en espacios de gran exposición social. La tendencia principal es la denominada selfies, aquellas imágenes captadas por la misma persona a través de los celulares inteligentes y publicada minuto a minuto en las diferentes plataformas sociales expandidas a través de la red. Esta continua exhibición, especialmente en el hombre, muestra efectos antisociales; y esto ha sido estudiado por investigadores de la Ohio State University (Estados Unidos) y publicado por la revista digital Personality and Individual Differences.
El trabajo investigativo se realizó con una muestra de 800 hombres de entre 18 y 40 años de edad y arrojó como resultado que aquellos que publican selfies se relacionan con mayores niveles de narcisismo y psicopatía. Es decir: se consideran más atractivos y ven en ellos cualidades superiores que en los demás, típico narcisista. A esto se suma la tendencia a presentar comportamientos compulsivos.
Hay que destacar que no todos los hombres pueden ser incluidos en este estudio, aseguran los expertos. "No es sorprendente que los hombres que publican muchas selfies y pasen más tiempo editándolas sean más narcisistas, pero esta es la primera vez que realmente se ha confirmado esto en un estudio", señaló Jesse Fox, investigadora líder del estudio, según cita la revista Muy Interesante.
El estudio se realizó a través de una encuesta online donde los participantes respondieron sobre su comportamiento con las fotografías en los medios de comunicación social más masivos, con qué frecuencia publicaban selfies, si las editaban antes de subirlas y, también, cuestionarios sobre conductas antisociales y percepción individual. Los resultados mostraron que la publicación de fotos estilo selfies se relacionó con altos niveles de narcisismo y psicopatía (un trastorno antisocial de la personalidad). Quienes publican muchas fotos tienen una tendencia a sentirse superiores respecto de los demás y muestran falta de empatía y respeto por las personas. La investigadora anteriormente citada destaca que “todos estamos preocupados por nuestra imagen en internet, pero el modo en el que actuamos acerca de ella puede revelar algo sobre nuestra personalidad”.
Las selfies, aquellos autorretratos que solemos usar para mostrar a nuestros contactos en la red la cotidianeidad, han generado obsesión en el mundo entero. Es un hecho. Es un mecanismo que nos permite dar a conocer aspectos de la vida y nuestro cuerpo. El hombre que se toma una foto y la publica inmediatamente, lo hace impulsivo. Y si se detiene a editarla, a buscar su mejor perfil, tienden al narcisismo, a darle mayor importancia a su apariencia.
Obsesión por las selfies
Las “autofotos” pueden tener distintos objetivos para la persona que se las saca y decide subirlas a una red social, afirma la psicóloga Ximena Olivares en relación a esta investigación científica realizada en Estados Unidos.
La profesional acuerda con el estudio en que la autofoto puede estar basada en una personalidad narcisista. En una necesidad de gustar, de ser halagado y aceptado por los demás. Sin embargo “este ‘ser aceptado’, está muy relacionado con el hecho de sentirse parte de un grupo, donde uno es aceptado, es alabado, es querido, es gustado y donde todo depende de una superficialidad basada en una fotografía de uno mismo”.
Esta idea de superficialidad que plantea Olivares refiere a que en la mayoría de los casos, esas fotos no muestran a “uno mismo” sino que muestran esa faceta no natural o cotidiana de la persona, muestran esa faceta “retocada” para gustar y ser parte. Esto podría llevar a una modificación paulatina de las actitudes, las personas se modifican y retocan a sí mismas, para experimentar el sentimiento de ser enaltecidas por otros. Por otro lado, este enaltecimiento o la falta del mismo, puede producir altibajos emocionales y personales en la persona, ya que el hecho de colocar la selfies en una red social conlleva también el hecho de estar pendiente de cuantos ‘me gusta’ reciben, de cuantos comentarios positivos y negativos, etc. Todo se basa en esperar la aprobación o desaprobación de los demás.
Esto va conformando y determinando, en muchos casos, la personalidad del ser humano y su manera de sentirse consigo mismo”. Y, concluye su análisis con una reflexión por demás interesante: “las selfies afectan marcadamente la autoestima de la persona, ya que de la opinión de los demás, de lo que digan o no digan de la foto, de la cantidad de ‘me gusta’ o de la falta de los mismos depende de cómo la persona se percibe a sí misma”.