Una de las tendencias más populares en la farándula de Hollywood es la inclinación de los portales de entretenimiento para diseñar anualmente las listas de las celebridades más odiadas.
O al menos, dedicarse a actualizarlas, ya que algunas siguen perteneciendo al podio “Top 10” desde hace años.
Por ejemplo, la lista de Star Magazine va fluctuando, pero siempre acomoda, (en un armado hecho entre los mismos periodistas y el público que participa de las encuesta), a la actriz Gwyneth Paltrow, de 45 años, cerca del número uno cada año.
La protagonista de “El talentoso Sr. Ripley” resultó la número uno en 2013 pero aparece y desde entonces no ha dejado de pertenecer a este club exclusivo.
El ranking del odio ahora lo provee el sitio cheatsheet.com y las actrices que más odian los estadounidenses hoy, sin un orden de jerarquía, son...
Katherine Heigl
La aspirante a estrella de Hollywood viene sumando malestares por sus actitudes en los sets de rodajes en una película que ahora podría definirse como una plataforma de lanzamiento, "Ligeramente embarazada" de Judd Apatow y al mismo tiempo por su irritante relación con el reparto de la serie "Grey's Anatomy". Ella tiene una pésima relación con cada equipo de rodaje, lo que le ha bajado el entusiasmo de los productores para contratarla, tanto en la pantalla chica como en la grande.
Apatow nunca se olvidó que ella trató al largometraje de "sexista", aunque, al decir la verdad, ha sido la película en la que más se ha destacado, mientras sigue sumando proyectos muy mediocres, como "La cruda verdad" y "Las 27 bodas".
Lindsay Lohan
La ex chica Disney es un clishé. Su incapacidad de adaptarse a la vida adulta luego de triunfar como estrella infantil, la colocaron en el tapete de los paradigmas de escándolos más absurdos en el chusmerío de la farándula.
Si bien protagonizó exitosas películas como “Chicas pesadas” y “Freaky Friday”, pasó la última década alternando clínicas de rehabilitación de drogas, psiquiátricos disfrazados de “retiros espirituales”, mientras chocaba autos y se peleaba en las calles y rodaba fracosos ganadores de los premios Anti Oscar.
Ahora sólo aparece haciendo cameos ya nada divertidos en cuanta serie se anota para participar.
Julia Roberts
El caso de la protagonista de “Comer, beber, amar”, ha sido su fama, o el exceso de ella, la que le está jugando en contra a la audiencia de hoy. Para muchos, la exageradamente exponsoreada actriz de 51 años, está hace tiempo sobrevalorada, especialmente si lo asociamos a la proporción “sueldo/taquilla” que en los 90, la hizo millonaria.
¿Serán todavía lucrativos sus sonrisa de publicida de dentífrico y sus carcajadas de sitcom suficientes en estos tiempos?
Sin embargo, a ella no parece importante, ya que sus ganancias neto ahora son de una entrada extracinematográfica con las docenas de publicidades que ella hace por minuto.
Jennifer López
La línea de ascenso de su carrera nunca fue demasiado popular. Eso de ser bailarina, luego probarse actriz y luego cantar.
Al margen que detesta la cultura latina de la que al menos su familia forma parte, a López le ha ganado hace años su reputación de diva irritante.
Sin embargo, su careta se ha caído de un tiempo a esta parte cuando ya se probó que ella hace tiempo está muy disociada de sus raíces mestizas, una actitud de merchandising que está agrietada por todas las demostraciones públicas.
Muchos se preguntan cómo una actriz y cantante con tan pocos talentos se haya convertido en una de las personalidades más poderosas de la industria del entretenimiento.
Angelina Jolie
Otra prueba de los prejuicios hacia las celebridades se encarna en la vida privada de la actriz ganadora del Oscar.
Al igual que Roberts, Jolie a menudo es citada como un talento de Hollywood sobrevalorado.
Ella todavía parece soportar como la acorralan y la insultan al culparta por la ruptura del matrimonio de Jennifer Aniston y Brad Pitt.
A ella también la acompañan una larga lista de demostraciones escandalosas en público, como cuando besó en la boca a su hermano en una alfombra roja.
Por ahora, el estado de Jolie en Hollywood parece ir empeorando por día.
Para muchos, su tendencias para manejar muy mal su divismo, los extravagantes planes estreno para su nueva película "Primero asesinaron a mi padre", producida por Netflix y una inquietante campaña fallida de difamación, sus compañeros de la farándula están algo harto de ella y sus excentricidades.
Gwyneth Paltrow
Todavía no están nada en claros los motivos de por qué el público odia tanto a la actriz ganadora del Oscar.
¿Serán los celos? ¿El hecho de que ella se maneje sola y sin pluritos más allá de sus roles en Hollywood?
El odio hacia ella creció exponencialmente después de su separación con el líder de Coldplay, Chris Martin y su actitud que muchos ven una insoportable prueba de snobismo y elitismo selecto.
El sitio de ella, goop.com es un éxito y sigue escalando en popularidad, pero al mismo tiempo, se ha convertido en la comidilla de las bromas de los pasillos de chismes de la industria del entretenimieneto.