Desde diciembre ya se siente el aroma a Vendimia en Mendoza. Con la elección de la reina de Maipú se abrió el calendario que tendrá su punto más álgido el 9 de marzo con el Acto Central en el Teatro Griego Frank Romero Day.
En medio de los cuestionamientos sobre el rol de las mujeres y los estereotipos de bellezas, tres reinas de mandato cumplido hablan de cómo la corona puede ser un espacio de crecimiento y compromiso social para decidir ocupar un lugar en la política. Un ámbito liderado en su mayoría por hombres que está dando pasos firmes en cuestiones de igualdad como con la ley de paridad.
En este contexto, Flor Destéfanis -Reina Nacional de la Vendimia 2010 y actual concejal de Santa Rosa- cuenta su experiencia personal. "Durante el año de reinado acompañé en muchas actividades institucionales al gobernador, a los funcionarios y a legisladores de la oposición. Cuando terminé el mandato se me acercaron de varios partidos y me decidí por el PJ. En ese año pude ver cómo la política es una verdadera herramienta de transformación", dijo la abogada y escribana.
Flor fue coronada en 2010 con 19 años. Al año siguiente comenzó a trabajar en la municipalidad de Santa Rosa en el área de Desarrollo Social. En febrero de 2012, entró a la Legislatura y en noviembre fue nombrada directora del Centro de Congresos y Exposiciones, lugar que ocupó hasta que terminó la gestión de Francisco Pérez. Después volvió a su cargo en la Casa de la Leyes y en 2016 se presentó en las elecciones adelantadas a intendente de su departamento motivadas por la escandalosa salida de Sergio Salgado.
“En las PASO ganamos frente a tres precandidatos a intendente que representaban la parte más conservadora del PJ. Yo tenía 25 años y queríamos mostrar la renovación. Fue un desafío muy complicado”, comentó la joven de 27 años.
Aunque los comicios generales los ganó la candidata de Cambia Mendoza, Norma Trigo, Flor siguió firme en su carrera y ocupa una banca en el Concejo Deliberante desde marzo de este año.
“Si trabajara en la parte privada ganaría más dinero pero yo asumí un compromiso muy grande con la sociedad y con los jóvenes que han confiado en mi. Es un tarea muy difícil porque la política está muy desprestigiada pero yo sigo trabajando en el territorio y comunicando mis ideas para llegar a la gente”, explicó.
Otra soberana que desembarcó en la política es Patricia Cecconato. La farmacéutica, fue la primera Reina Nacional de Malargüe en 1991 con solo 19 años.
“Cuando sos reina sos reconocida públicamente y te convertís en un referente del lugar que representaste. Cuando terminé el reinado me invitaron de Mopoma -Movimiento Popular Malargüino- y empecé a participar sin ambiciones políticas”, dijo Patricia.
“El reinado y la política con cosas que fueron de la mano en mi caso. Porque cuando uno representa y lleva la corona nacional tiene otra visión de la sociedad y la gente te conoce. La política es una herramienta social hermosa”, agregó.
Patricia fue entrelazando su trabajo de farmacéutica con su militancia, hasta que ocupó una banca en el Concejo Deliberante de Malargüe por Mopoma-UCR que dejó a principio de este año. Actualmente, trabaja en el hospital de la zona en el área de esterilización y sigue participando del espacio político.
“De mi trabajo como concejal me llevo una parte linda y una parte amarga porque aunque podemos hacer ordenanzas y controlar al Ejecutivo, al Concejo llega mucha gente con problemas de salud, trabajo y vivienda que no podemos solucionar. Me hubiera gustado hacer mucho más”, dijo.
Otra soberana que devino en política es la reina de San Martín del año 2002 que ahora es la presidente del PJ de su departamento. Se trata de Dalila Piccato.
“Cuando empezás a recorrer los distritos te encontrás con realidades muy vulnerables y empezás a involucrarte cada vez más con la gente sobre todo con los niños. Mi objetivo es tratar de generar un mundo mejor para ellos. Después del mandato me sumé al PJ porque es el partido que más se acerca a los que menos tienen”, dijo Dalila.
La rubia ocupó una banca en el Concejo Deliberante en 2014 y fue elegida vicepresidenta segunda durante su gestión. En abril terminó su mandato y en diciembre fue electa presidenta del PJ de San Martín. Además, es directora del Centro Integrador Comunitario de Palmira.
“Trato de estar con los sectores que menos tienen. Nos planteamos una construcción colectiva. Hoy es el momento de la mujeres abrazarnos unirnos, trabajar por la justicia social. Mi objetivo es acompañar a todas las mujeres que se quieran sumar”, explicó la dirigente.
Dalila estaba estudiando para maestra cuando fue elegida reina de San Martín y abandonó su carrera. “Quiero recibirme y después estudiar Ciencias Políticas. De todas formas tengo un equipo que entiende mucho del tema social que me acompaña y me asesora”, cerró.