El presidente Mauricio Macri presentó ayer los tres ejes centrales de su ambicioso plan de “reformismo permanente” con el foco puesto en una reducción del gasto público, la creación de empleos privados registrados y una creciente calidad institucional.
Planteó exigencias, propuestas y reclamos “sin distinciones ni privilegios” dirigido a los gobernadores, intendentes, legisladores, jueces, sindicalistas y empresarios.
Ante unas 170 personalidades con el gobernador Alfredo Cornejo en primera fila en el Centro Cultural Kirchner, el Presidente dio por cerrada la primera etapa de su gestión y abrió un nuevo capítulo con una impronta más Pro.
Macri está trasladando iniciativas que le fueron exitosas para modernizar el Estado porteño cuando lo gobernó entre 2007 y 2015.
Mirando de reojo la posibilidad concreta de ir por la reelección en 2019 tras el vertiginoso crecimiento de Cambiemos en el electorado, el mandatario avisó que el avance sobre estos ejes serán determinantes para la evaluación futura de su Gobierno.
Y pidió así “un compromiso de todos para que nunca más volvamos a tener inflación”.
Casi nadie quiso perderse el anuncio que había despertado expectativa: desde las 10 llegaron al CCK oficialistas y opositores, en un clima distendido a pesar de la manifestación del MST que marchó desde el Obelisco sin llegar a destino por el fuerte operativo de seguridad. (Ver aparte)
El gran ausente con aviso fue Héctor Recalde, jefe de la bancada del Frente para la Victoria en Diputados. No fue para “no prestarse a un” foto” dado que se trataba de "un informe, no un diálogo ni un debate donde uno pueda participar, preguntar y proponer”.
Responsabilidad fiscal
Al plantear el primero de los tres ejes, Macri le habló a los gobernadores: “La responsabilidad fiscal no es negociable, tenemos que bajar el déficit”. A lo gobernadores distribuidos entre la primera y segunda fila el Presidente les pidió alcanzar “consensos básicos sobre el rumbo del país”.
Que los jefes provinciales se hayan abroquelado atrás de una negativa para reconocer la actualización del Fondo del Conurbano generó mucho ruido en la Casa Rosada, que ahora sale a pedir compromiso para bajar el rojo fiscal y a anticipar así que vendrán tiempos de mayor austeridad que podrían impactar en los ATN.
El mandatario señaló que su gobierno recibió un Estado con un déficit “insostenible en el tiempo” y añadió que lo están bajando un punto por año. “Queremos que los argentinos valoren el equilibrio fiscal como requisito indispensable de un gobierno”, insistió.
Creación de empleo privado
El segundo eje propuesto por Macri es la generación de políticas para la creación de empleo privado registrado. “Necesitamos más trabajo para millones de argentinos y reglas que fomenten el empleo privado formal”, sostuvo.
Al respecto, el mandatario llamó a terminar con la “industria del juicio”, a la que consideró uno de los principales problemas para la generación de puestos de trabajo y anticipó la creación de “nuevas formas de contratación”.
En ese contexto, el mandatario pidió a la Confederación General del Trabajo (CGT) sentarse a dialogar porque en la Argentina hay muchas obras sociales (280) y sindicatos (3.000).
“Queremos obras sociales fuertes y bien administradas para mejorar la calidad de vida y la atención a la salud de los trabajadores y sus familias. Para eso invitamos a dialogar a la dirigencia sindical”, expresó.
Calidad institucional
Macri instó, en tercer lugar, a trabajar sobre el fortalecimiento de la República y la calidad institucional, con reformas en la Justicia, en el sistema electoral e iniciar un camino de transparencia.
“Debemos construir un Estado que no esté al servicio de la política ni de sus gremios sino al servicio de los argentinos”, afirmó.
Dentro de este eje figura la “organización de los partidos políticos y de las elecciones que tiene que dejar de estar anclados en el pasado y dar el salto hacia el futuro” y anticipó que la semana próxima se va a presentar una propuesta de reforma electoral, aunque no aclaró si se volverá a insistir con el voto electrónico, rechazado por la oposición en el Congreso.