Así como la comunicación a través de WhatsApp o redes sociales propicia la venta ilegal de alcohol, esta también es la vía a través de la cual se puede perseguir a los infractores.
Eso se vivió a fines de septiembre en San Rafael, cuando un hombre de unos 30 años fue sancionado por vender bebidas alcohólicas durante la franja horaria en que está prohibido hacerlo en toda la provincia (entre las 23 y las 8). Esta falta, detallada en el artículo 122 del renovado Código de Contravenciones, estipula multas que entre $6.500 y $26.000. El agregado aquí es que el infractor llevaba las bebidas a domicilio, luego de difundir su contacto y ofrecer el servicio entre gente "de confianza".
Quien intervino en este procedimiento fue el juez de Faltas del departamento sureño, Oscar De Diego; y el infractor es un comerciante que se dedicaba a hacer el reparto a domicilio (con un agregado en su valor por el servicio puerta a puerta, y por hacerlo dentro del horario vedado).
Una de las protagonistas claves del episodio fue la madre de una clienta (una adolescente de 14 años), quien descubrió que su hija y unas amigas habían comprado una botella de fernet y de gin el 21 de setiembre, y quien exigió a las jóvenes que brindaran el teléfono del contraventor. "Fue fundamental el accionar de la mujer, y que aportara en la denuncia el teléfono de quien hacía el delivery", resaltó el juez De Diego a Los Andes.
A nivel general, al momento de detectar a estos infractores -vendan por redes o Whatsapp, o en espacios físicos- son claves las denuncias de terceros. "Mientras más conocimiento tiene la gente del Código de Contravenciones y lo vincula con el alcance de las redes sociales, más ayuda a las denuncias. La gente llama para denunciar porque no quiere desigualdades. No sólo con la venta de alcohol, sino también con los grupos de bicicletas, venta de licencias de conducir y hasta armas", detalló por su parte el ministro de Seguridad, Gianni Venier.
En algunas comunas, como la de Ciudad, las áreas de Juventud y de Comercio trabajan también codo a codo para controlar a los comercios que no respetan el horario y a quienes difunden en el espacio virtual los contactos de estas personas.
“In fraganti”
Retomando al caso sanrafaelino, todo se originó el sábado 21 de setiembre por la noche. Un grupo de amigas, estudiantes adolescentes de entre 14 y 15 años, festejaban su día y el inicio de la primavera en una casa quinta.
En un momento la madre de una de ellas se acercó al punto de reunión y se percató de que habían comprado bebidas alcohólicas. Tras indagar persistentemente, las chicas confesaron que habían hecho un pedido a un joven que se dedicaba a hacer el delivery en horas nocturnas y de madrugada. De hecho, habían recibido el pedido en un espacio verde previamente acordado.
Con esta información y los datos del vendedor, la mujer hizo la denuncia. Y el sábado 28 (una semana después del festejo) pusieron en marcha el plan para identificar y aprehender al infractor in fraganti. Lo llamaron con la excusa de hacerle un pedido, acordaron el encuentro y allí lo esperaba el cliente. Sin embargo, cuando llegó el vendedor con el encargo, intervinieron dos policías de Investigaciones y el juez, quienes se identificaron, aprehendieron al infractor y secuestraron una gran cantidad de bebidas.
El vendedor a domicilio quedó procesado por infracción al artículo 122 del Código de Contravenciones, por lo que -además del secuestro de la mercadería- queda expuesto a una multa que oscila entre las 500 y las 2.000 Unidades Fiscales (entre $6.500 y $26.000). Al haber sido "pescado" in fraganti, no cuenta con demasiadas posibilidades de defensa.
En su declaración, el procesado contó que trabajaba para una empresa, aportó los datos y contó que son dos las empresas que se dedicaban a esta práctica no permitida en esa zona de San Rafael.
Común y en alerta
"Estamos tomando conocimiento de que es algo frecuente el delivery de bebidas alcohólicas. Pero hasta el momento no ha habido una forma de detectar a alguien que lo ofrece", destacó el juez De Diego, en relación no sólo al caso en el que intervino, sino también en cuanto al panorama más general.
En la misma sintonía se mostró el ministro de Seguridad; quien destacó que en la mayoría de estos casos la información se recibe por medios informales. "El Código Contravencional tiene vigencia en toda la provincia, pero fija la obligatoriedad de que intervengan los municipios. Esto es algo novedoso, y se suma a que el horario de prohibición de venta de alcohol está unificado en toda la provincia: de 23 a 8", resumió Venier.
El funcionario indicó que la mayoría de los comercios se ajustan a esta norma y que hasta tienen temor de incumplirla; ya que las sanciones son muy rigurosas. De hecho, incluyen hasta la clausura del local por 30 días.
Además, el ministro relató el protagonismo y la presencia de la gente con sus denuncias -anónimas y no- y por todos los medios. "Hay un rastrillaje permanente de hechos que nos manda la gente. Pero es de todo tipo de delitos o faltas, por suerte la venta de alcohol es poca. Las redes han ayudado mucho a luchar contra el delito", reconoció Venier.
Aplicaciones de pedidos
En Mendoza está activa la app Uber Eats, que permite que los usuarios hagan sus pedidos de comida o bebidas con esta herramienta. En sus bases, la firma aclara los requisitos y prohibiciones. "Cuando solicites un pedido que contengan bebidas alcohólicas, recuerda que deberás mostrarle al repartidor una identificación oficial", especifica; y aclaran que en Mendoza sólo se pueden entregar estos productos entre las 8 y las 23 (mientras que en Córdoba la franja va entre las 10 y las 17).
"Al realizar un pedido que incluye alcohol, confirmas que tienes al menos 18 años de edad. Los repartidores y los restaurantes se reservan el derecho de rechazar la entrega de alcohol a cualquier persona que no pueda comprobar que es mayor de 18 años", aclaran desde esa popular plataforma.