Sonó el silbato de Silvio Trucco y a Sebastián Méndez se le vino el mundo abajo. Se le cayó toda la estantería que había fabricado con mucha trabajo y terminó desmoronado. Estuvo a un gol de la final, y en una semana se quedó vacío, sin nada. La gloria se le escurrió entre las manos.
Por eso, en el mismo vestuario del estadio Mario Alberto Kempes, se paró frente al presidente José Mansur y puso su renuncia a disposición, aunque el propio entrenador expresó que se iba de vacaciones. Dicen que también se lo informó a los jugadores, pero ninguno de ellos confirmó el hecho.
A muchos les sorprendió la postura firme del Gallego, a otros no. Y es que esta historia comenzó en la semana post clásico, cuando se escribieron varios capítulos, que hacían presagiar este final. ¿Cuáles?...
Después de la derrota en San Juan, Méndez se mostró muy golpeado y siente que fracasó en el objetivo principal, que era poner al Expreso cara a cara contra Lanús. Perder la chance representó un mazazo terrible que nunca pudo digerir, y lo hizo saber en la previa del duelo con Estudiantes. En los pasillos de Coquimbito cuentan que se lo vio abatido, y haciéndose responsable máximo de no haber puesto a su elenco en lo más arriba contra los poderosos.
Para un tipo ganador y temperamental como él, desaprovechar esa chance casi que no se "perdona". O tal vez en su cabeza también resuena como culpa enfocarse mucho en lo extra deportivo (San Lorenzo, los árbitros, incentivación, etc), algo que el equipo lo internalizó y no era el camino correcto. Y es que el Tomba se olvidó de jugar, en el clásico y en Córdoba.
Con poca fuerza y visiblemente disminuido, el Expreso fue por la otra misión y falló en el ingreso a la Copa Libertadores. Nunca superó el traspié en Pueblo Viejo y eso se notó demasiado. Esto terminó por eclosionar en el alma del DT.
Casi como una despedida enfrentó a todos y dio una explicación que pocos creímos. Entendió que el ciclo- exitoso por la gran campaña del equipo-, no merecía seguir en el futuro sin ninguna conquista. Y es una determinación valorable y respetable.
Mansur lo escuchó y le hizo saber que tenía el respaldo absoluto, que lo mejor era enfriarse y tomarse unas días con la familia para pensarlo mejor. Conociendo la personalidad de Méndez, la cosa parece juzgada.
Hasta cuándo estirará la cuerda el presidente a la hora de persuadirlo y convencerlo que lo mejor es continuar el proyecto... Es el gran interrogante que sobrevuela en la Bodega.
Ya estaban diseñando el nuevo modelo
A todos en el estadio Mario Kempes y a los propios hinchas tombinos sorprendió la situación del entrenador Bodeguero, quien puso su renuncia a disposición tras la derrota contra Estudiantes.
Y esto tiene que ver con que en días anteriores, el DT y José Mansur se sentaron para charlar sobre nombres nuevos y bajas en el plantel, con el objetivo de ir diseñando el plantel para la próxima temporada. Habrá que esperar cómo sigue la historia.