Las razones de Su éxito

¿Qué tendrá la rubia para mantenerse vigente luego de tantos años al aire? Además de millones para repartir, hay que decir que tiene magia, tiene hechizo, y sabemos bien donde lo tiene.

Las razones de Su éxito
Las razones de Su éxito

¿Qué tendrá la rubia para mantenerse vigente luego de tantos años al aire? Además de millones para repartir, hay que decir que tiene magia, tiene hechizo, y sabemos bien donde lo tiene.

A continuación, un decálogo de los infaltables que han hecho que el ciclo que lleva su nombre, inspirado en un símil italiano de 1987, todavía siga vivo. ¡¿Vivo?! Sí, así es. Vivo y pateando.

1. Teléfono. Ya no hacen colapsar el sistema como en décadas pasadas, pero si algo se mantuvo constante a través de los años fueron los llamados telefónicos. Con garantía de premios menores o mayores, marcando los números o esperando el "ring" en casa, la mejor gracia de ese juego (y la razón de ser del programa) fue siempre charlar de cosas triviales, aunque fuera unos segundos, con Susana. Y decirle ¡Hola Susana! y cuánto la amamos y lo linda que es. Y emocionarse hasta el chillido.

2. Susanos: Susana jamás necesitó asistentes mujeres con ropas ajustadas, ni doncellas de guantes blancos que le sirvieran agua. Muy por el contrario, apostó a rodearse de un séquito de hombres. Todos jóvenes de fácil sonrisa, perfil bajo y elegante aspecto, los Susanos siempre tuvieron múltiple función: correrle la silla, marcarle un número, o secundarla en los musicales, entre varias tareas. Para féminas, con ella siempre fue suficiente.


3. Entrevistas. Pocos pudieron igualar el alto alcance de la producción de Susana en una fórmula que combinó mismas dosis de fama y oportunidad. Con la promesa de una charla descontracturada, pasaron por su living personalidades como el Dalai Lama, Luis Miguel, Woody Allen o Alain Delon, además de otros en pleno boom de sus 15 minutos de popularidad como Karina Jelinek y personajes del tipo freak como el hombre de dos penes. Sí, señora, leyó bien.


4. Juegos. Sin duda, uno de los grandes aciertos del ciclo han sido los juegos. Los hubo de todo tipo. Podían apelar al entretenimiento llano, como contar chistes o hacer pasear a un perro por un laberinto, o poner a prueba el conocimiento de los participantes como en "El imbatible" o "Salven el millón", que repartían altas sumas de dinero. También hubo un tiempo en que se podía jugar al truco con Su. Quiero vale cuatro. Quiero.


5. Humor. Con invitados siempre de lujo, Susana nunca dejó de lado la comedia y su primer amor: la actuación. Siempre reservó un lugarcito en el programa para despuntar el vicio y hacer humor a través de los sketches. Tampoco faltaron los humoristas residentes, como el personaje de La Abuela de Antonio Gasalla, que se ponía al hombro la tarea de invertir los roles y poner a la diva en apuros con sus preguntas indiscretas. Y ella siempre dispuesta, prestándose a un sincero ida y vuelta.

6. Celebridades. Famosos, famosos y más famosos han pasado por el programa. Para todos los gustos y en todas las versiones posibles: algunos para participar de los juegos, otros para acompañarla en el sketch, los más afortunados al living para contar sus pormenores, pero todos siempre dispuestos a confesarse frente a ella y sin miedo de ponerse colorados y reírse cómplices cuando la entrevistadora se manda un papelón.

7. Perlitas. Susana es una bomba de tiempo verbal: nunca se sabe cuándo dejará una frase célebre para la posteridad. En honor a su estilo desfachatado, los productores decidieron dejar las cámaras encendidas durante los cortes y ritualizaron los furcios que la rubia cometía al aire (y cuando pensaba que no estaba al aire). Le preguntó a Xuxa si dormía con "penes", nacionalizó alemán al tenista Roger Federer, relocalizó a Praga en Polonia. No siempre sus frases fueron divertidas como la del dinosaurio "vivo", Susana también protagonizó otros exabruptos poco felices como "El que mata debe morir".

8. Millones. A la hora de los números, no es en vano hablar con varios ceros en mente. En épocas de papel, el ciclo ingresó al libro Guinness por la cantidad de cartas recibidas: 32 millones. ¿Se acuerda? Un Susano se metía en una caja de cristal inmensa, llena de sobres, para sacar a la afortunada. En 1992, el contrato de Susana con Telefé se firmó por un millón de dólares mensuales. Sí, mensuales. Este año, la diva prometió repartir 10 millones de pesos en premios en un juego que hará su debut esta noche.

9. Glamour. Además del humor, Susana suele explotar también su lado glamoroso a la hora de pensar el show. Siempre de punta en blanco pero con un toque extravagante, jamás de los jamases mostrará una uña rota, un poco de raíz en el pelo o una media corrida. Tampoco pierde oportunidad para desplegar sus dotes sobre el escenario, cantando y bailando en la apertura del programa, siempre con brillos, siempre con glamour.

10. Susana. Además de sus perlitas, Susana es en sí misma un espectáculo aparte. Haciendo gala de su ingenuidad, ha sabido capitalizar su fama y convertirse en una de las mujeres más influyentes de Latinoamérica. Ni hablar de su patrimonio estimado en más de 200 millones de dólares. Poco afortunada en el amor, sus relaciones han estado siempre en el tapete enlazadas a ceniceros voladores, estafas y fraudes diversos. Paradigma vernáculo y femenino del sueño americano, Susana interesa siempre más por su look, peso y edad, que por su percepción de la realidad. Lo que dice más de nosotros mismos que de ella. / Cecilia Sánchez (Especial LVI)

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