Los gobiernos provinciales no tenían deuda con la Anses en diciembre de 2015, pero a partir de mayo de 2016 comenzaron una vertiginosa carrera tomando fondos del organismo previsional para financiarse, acumulando una deuda de $ 119.856 millones hasta junio de este año.
La última en hacerlo fue Chubut, esta semana. La gestión de Mariano Arcioni acordó con el gobierno de Mauricio Macri inyectarle una Letra de suscripción directa a la Anses por $ 1.300 millones que serán destinados al pago de salarios adeudados en la provincia patagónica.
Por esa Letra, pagadera en cuatro años, Chubut abonará una tasa de interés anual del 95%, según el ministro de Economía provincial, Oscar Antonena. Son unos 30 puntos más que lo que pagará el Tesoro nacional por la Letra que le colocó al Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS) de la Anses el 16 de setiembre para tomar $ 35.000 millones.
El caso de Chubut se convirtió en una anécdota teniendo en cuenta el stock de deuda de las provincias con la Anses: en diciembre de 2016 tenían un pasivo de $ 26.842 millones; lo aumentaron a 44.330 millones en 2017 y a 67.614 millones en 2018; y desde el 1 de enero al 30 de junio de 2019 sumaron otros 52.242 millones.
Así se desprende del informe del segundo trimestre del FGS que la Anses dio a conocer ayer. El incremento en la deuda de las provincias con este organismo se dio en el marco de la Ley 27.260 impulsada por la administración de Macri, que le permite al FGS tener hasta el 30% de su cartera en títulos de las provincias, los municipios y hasta el Banco Central.
Urgencias provinciales
Sólo en el segundo trimestre del año se observó que el total de inversiones en títulos públicos nacionales aumentó en unos $ 172.000 millones, para alcanzar un stock de la friolera de $ 1,28 billones. Sí, el 62% del valor total de la cartera de inversiones del FGS ya es deuda del Estado Nacional.
Hasta diciembre del 2015, las provincias no tenían deuda con el organismo previsional nacional, al margen de que tenían permiso para colocarle letras por hasta el 0,6% del total de la cartera del FGS. Macri encontró en este fondo la forma de que las provincias se financien al margen de las emisiones de deuda que hicieron en el mercado voluntario.
Los préstamos a las jurisdicciones provinciales aumentaron en $ 11.000 millones en el segundo trimestre, en el marco de la crisis económica y financiera. Las que más lo aprovecharon en ese período fueron la Capital Federal y Buenos Aires. El 5,8% de la cartera del FGS ya son papeles colocados por los gobernadores en los últimos tres años y medio.
La caja de todos
Desde la estatización de las ex AFJP en noviembre de 2008, la gestión de Cristina Fernández le inyectó a la Anses títulos y obligaciones negociables por la suma de $ 429.003 millones. Solo en sus últimos doce meses de gestión, la actual senadora tomó del FGS unos $ 110.338 millones.
Acorralado por el cierre de los mercados, Macri recurrió también a financiarse con colocaciones de deuda en organismos públicos como la Anses. Al punto tal que hizo crecer la deuda del sector público nacional con el FGS en un 199% entre su asunción y junio de este año, antes de las elecciones primarias.
El stock de títulos públicos nacionales en la cartera de inversiones de la Anses pasó a $ 519.114 millones en 2016; ascendió a 688.717 en 2017; y pegó un salto del 47% en 2018 por la crisis financiera y el cierre de los mercados internacionales para la Argentina, alcanzando $ 1,01 billones. Este año llegó a 1,28 billones.
Financiamiento público
Gustavo Ber, economista y profesor de la Universidad de Belgrano, opinó que Macri tuvo que acelerar el financiamiento de su gestión con el sector público "un puente en esta etapa", hasta que el FMI destrabe el envío de los 5.400 millones de dólares que tendrían que haber llegado el 15 de setiembre.
"El Estado tiene tres vías de endeudamiento: una es el mercado, otra son los organismos como el FMI y la otra es el propio sector público. El anterior Gobierno se financió fundamentalmente con fondos intra sector público porque no tenía acceso al mercado internacional", explicó Jorge Colina, del Instituto para el Desarrollo Social Argentino (IDESA), a este diario.
Ber consideró que “definitivamente la búsqueda de financiamiento intra sector público se está intensificando”. De no hacerlo, el déficit del Tesoro nacional se incrementaría y haría estallar la meta de equilibrio comprometida ante el FMI, condición clave para que se mantenga a su vez el préstamo por 56.300 millones de dólares acordado el año pasado.
El analista agregó que esas dificultades, manifiestas en un riesgo país por encima de los 2000 puntos desde fines del mes pasado, también tuvieron su correlato en el mercado doméstico, donde dejaron de renovarse las posiciones en deuda. Eso fue lo que llevó al Gobierno a anunciar el reperfilamiento de vencimientos.
El Gobierno cubre gastos en pesos con los dólares que mandó el FMI
La versión empezó a circular con fuerza el miércoles a la noche. En los últimos días, los analistas que siguen los números del Banco Central vieron que, súbitamente, los dólares que el Tesoro tenía depositados en la entidad monetaria bajaban drásticamente. Y que los billetes que se estaban vendiendo eran parte de los US$ 7.200 millones de préstamo del FMI que, en 2018, había sido destinado al fortalecimiento de las reservas internacionales.
La operación fue confirmada por fuentes del Ministerio de Hacienda y el Fondo "está informado", señaló una alta fuente de esa cartera. En realidad, cerca del Gobierno aseguran que no era necesaria la aprobación del FMI para utilizar ese dinero, pero que de todas maneras el organismo fue informado de la intención oficial de usarlo para hacer frente a gastos. Asimismo, aclaran que el acuerdo stand by señala que el dinero que desembolsó el organismo es para utilizar con fines presupuestarios y necesidades del Tesoro. "No fueron para fortalecimientos de las reservas", aclaran en Hacienda.
En los últimos días el Tesoro canceló deuda por US$ 1.926 millones entre Letes, Lecap, Bonos Par y deuda intra sector público (Banco Nación).
La movida de Hacienda se produce a una semana del regreso del ministro Hernán Lacunza de su visita a Washington, donde se reunió con los técnicos del FMI y tuvo el primer encuentro con Kristalina Georgieva, la nueva titular de la entidad.
El funcionario había viajado con la intención de apurar el desembolso de US$ 5.400 millones pendientes, que en teoría deberían haber llegado en setiembre.
Durante el viaje, David Lipton, el director interino del FMI, había dicho que la Argentina iba a tener que esperar para hacerse de esos fondos. Quizá el uso de los dólares del fortalecimiento de las reservas era una salida más aceptada políticamente, ya que se trata de fondos ya desembolsados.
Pero, en concreto, las reservas caerán. El miércoles cerraron en US$ 48.340 millones.