El renovado Consenso Fiscal entre el Gobierno nacional y las provincias se convirtió anoche en ley, con el apoyo del oficialismo y la oposición, salvo buena parte de Juntos por el Cambio (JPC), que quedó dividido en cuatro.
Del principal espacio opositor, que tiene en total 116 integrantes, 33 diputados votaron a favor del acuerdo federal (26 del PRO, 6 radicales y un aliado); 51 votaron en contra (29 de la UCR, 8 macristas y 14 de la Coalición Cívica-ARI); 7 se abstuvieron (todos radicales), y 25 no estuvieron en la votación.
La disparidad en el voto de JPC se produjo luego de que fue imposible que se pusieran de acuerdo. Es que las realidades de las provincias son de lo más diversas.
Por ejemplo, los porteños que responden a Horacio Rodríguez Larreta votaron a favor por orden del jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.
En cambio, toda la Coalición Cívica-ARI, con la excepción de su líder, Elisa Carrió, que no estuvo a la hora de votar, rechazó el nuevo Consenso Fiscal con el argumento de que la presión impositiva ya está por las nubes.
Este nuevo pacto fiscal, suscripto el 17 de diciembre pasado, remplaza al que se había firmado y sancionado en 2017, y es exactamente opuesto: el texto actual permite a los gobernadores aumentar la presión impositiva, y el texto anterior establecía justamente una baja gradual de alícuotas de impuestos locales.
La votación terminó con 157 votos afirmativos, 57 negativos y siete abstenciones, todas de diputados radicales: el correntino Jorge Vara; el pampeano Martín Berhongaray, y los cinco mendocinos, Alfredo Cornejo, Luis Petri, Claudia Najul, Federico Zamarbide y Jimena Latorre.
El mendocino José Luis Ramón votó a favor, porque la administración Macri afectó las cuentas provinciales.
En cambio, votaron en contra los cinco radicales cordobeses.
En el bloque PRO un grupo de 15 diputados estaba decidido a votar en contra del Consenso Fiscal, pero terminaron presionando el botón "Sí" de sus bancas por presión directa de Rodríguez Larreta, que lo último que quiere es llevarse mal con un gobierno nacional que puede recortar de un plumazo puntos porcentuales de coparticipación federal a la Capital Federal.
El diputado del PRO, Sebastián García de Luca, que fue viceministro de Interior del gobierno de Cambiemos y uno de los que justamente diseñó y acordó con las provincias el Consenso Fiscal 2017, iba a votar en contra pero después apoyó el proyecto de ley.
Lo mismo pasó con otros nueve diputados del PRO: Domingo Amaya, Martín Grande, Felipe Álvarez, Eduardo Cáceres, Federico Frigerio, Juan Aicega, Silvia Lospennato, Federico Angelini y Marcelo Orrego.
En cambio, el mendocino Omar de Marchi mantuvo su posición contraria al nuevo pacto fiscal. Del PRO también rechazó el acuerdo federal la cordobesa Soher El Sukaria.
Votaron a favor del nuevo Consenso Fiscal los jujeños Gabriela Burgos y Jorge Rizotti, que responden al gobernador Gerardo Morales, y los nosiglistas Carla Carrizo, Dolores Martínez y Emiliano Yacobitti.
En otras palabras, Gerardo Morales y Rodríguez Larreta se preocuparon especialmente por quedar bien ante el gobierno de Fernández, y trabajaron activamente en juntar apoyos al Consenso Fiscal. No pasó lo mismo con los otros dos gobernadores de JPC: el correntino Gustavo Valdés y el mendocino Rodolfo Suárez, ambos del radicalismo.
