Cualquier recipiente de cultivo o maceta puede servir si cumple tres condiciones básicas. La primera es permitir un buen drenaje. La segunda, que tenga un tamaño suficientemente grande en función de la planta que queramos cultivar. La tercera condición es la más importante y es la tierra con que llenamos el recipiente, debe ser de calidad y que se adapte a los requerimientos de la planta. Puedes adaptar cualquier espacio para sembrar plantas culinarias.
En cuanto al tipo de variedad que podemos plantar depende de si tenemos terrazas o balcones soleados y expuestos al viento. En este caso, las plantas que toleran la sequía como el espliego, el tomillo, el romero, el hinojo o la manzanilla serán las más indicadas, pero si nuestro balcón es más sombrío se darán mejor la hierbabuena, la menta o el laurel.
En cuanto a los cuidados, se trata de plantas bastante rústicas que requieren poco mantenimiento. Eso sí, los recipientes de cultivo se secan con rapidez en nuestros balcones así que habrá que regar a menudo y renovar la plantación a menudo. Plantas aromáticas en el balcón de tu casa: ¡Móntate un huerto!
Aquí va una pequeña selección de nuestras aliadas verdes en la cocina:
Romero: un clásico de la cocina mediterránea muy sencillo de cultivar, aunque las temperaturas bajo cero no le sienten del todo bien. Sin embargo, el sol y el ambiente seco le vienen fenomenal. Las hojas tiernas se emplean para aromatizar asados de carne o pescados al horno. Sus hojas secas se pueden conservar en un recipiente cerrado durante mucho tiempo.
Azafrán: aunque su uso ha decaído, tener azafrán a la mano siempre es una ayuda para dar sabor y color a un plato; además sale infinitamente más barato que comprarlo en el supermercado. Para recolectarlo, tenemos que cortar los estigmas de la flor y ponerlos a secar en un lugar donde no le dé la luz directamente. Podemos usarlo en sopas o arroces secos como la paella.
Tomillo: es la planta ideal para los que no son capaces de criar ni a un 'tamagotchi'. Aguanta el sol más extremo, las heladas no le hacen efecto y apenas requiere cuidados añadidos. Ponerla cerca de la cocina es tener a mano un aromatizante ideal para cualquier plato: funciona en ensaladas, carnes y pescados. También se suele utilizar para hacer infusiones.
Perejil: p
odemos cultivarlo en casa. Sus hojas frescas picadas, tanto espolvoreadas por encima de casi cualquier plato como machadas con ajo y sal, aportan ese puntito fresco y verde.
Cilantro: es fácil tomarlo por el perejil por la similitud de sus hojas, pero su sabor, muy personal e intenso, lo hace inconfundible. De fácil cultivo, podemos emplearlo en platos de gastronomías tan diversas como la mexicana o la marroquí, aportando su particular encanto a un guacamole o a un tabulé. Tenerlo, invita a usarlo más a menudo de lo que se piensa.
Orégano: este pequeño arbusto tiene un tamaño que nos permite cultivarlo de modo doméstico. Se utilizan hojas y flores, que deben picarse y guardarse en un bote hermético. Aunque se puede emplear en todo tipo de platos para darles un toque aromático, en la salsa de tomate resulta un ingrediente imprescindible.