Las nuevas reglas de la tecnología cognitiva

Las nuevas reglas de                  la tecnología cognitiva

¿Quién de ustedes ha recibido un correo electrónico con una oferta que no se ajusta para nada a lo que les gusta? ¿Quién marcó como "spam" los emails de una marca que envía constantemente mensajes irrelevantes? O incluso, ¿quién ha recibido SMS en su celular acerca de un nuevo producto para comprar, en una fecha del mes en la que no hay dinero?

Si respondiste sí a al menos una pregunta, formás parte del promedio de compradores que lidiamos con empresas que no nos conocen y que nos espantan, en lugar de ganar nuestra fidelidad.

De acuerdo con un reciente estudio global de IBM sobre experiencia del cliente, el 71% de las marcas envía mensajes genéricos, es decir no personalizados, a sus compradores y el 70% no permite a sus clientes elegir su forma preferida de ser premiado en un programa de fidelidad.

Pero lo que es aún más inquietante es que sólo el 17% de las marcas aprovecha los datos de preferencia de sus clientes para hacerles ofertas y recomendaciones de compra. Afortunadamente el cambio ya comenzó. Empresas alrededor del mundo, incluyendo la Argentina, están cambiando su chip y están implementando tecnologías cognitivas (Inteligencia Artificial avanzada) para personalizar e, incluso, híperpersonalizar las experiencias de los usuarios.

Me refiero a que tienen la capacidad de conocer nuestros intereses, preferencias y comportamiento para entregar ofertas de valor y productos acordes con nuestro perfil, que nos contacten a través de los canales que queremos, o nos conquisten consultándonos cuál sería el mejor premio dentro de un programa de fidelización.

El marketing evolucionó y los equipos pueden analizar datos que hasta hace poco tiempo se consideraban ocultos.

La computación cognitiva está siendo utilizada para conocer el recorrido de los clientes, fidelizarlos, identificar y eliminar posibles obstáculos, y mejorar las tasas de conversión. En síntesis, las marcas pueden -y deben- brindarnos experiencias más positivas.

Antes se solía segmentar a los consumidores por edad o género. Pero eso ya no alcanza. Hay características que a cada persona nos hace únicos e incluso ser polos opuestos a otras personas de nuestra misma edad o ubicación geográfica.

La "inteligencia cognitiva" enfocada en conocer a los consumidores llegó para quedarse.

No solo ayudará a que recibamos ofertas personalizadas y nos sintamos a gusto con la manera en que las empresas nos tratan a la hora de comprar, sino que dará paso para que el servicio al cliente se convierta en una experiencia agradable a través de redes sociales y por fuera de ellas.

CC

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