En Mendoza no hay una estadística general de personas del mismo sexo que hayan tenido hijos pero desde el Registro Provincial de Adopción (RPA) brindaron algunos datos. "Hay 18 parejas homoparentales inscriptas. Desde 2016 a la fecha se han vinculado cinco parejas homoparentales con un total de nueve niños; dos parejas se vincularon con tres niños cada una y este 2020 se vinculó una persona trans con un niño. Desde el registro trabajamos con una perspectiva de humanos y de respeto por la diversidad ya que de eso se trata la adopción: respetar al otro como es y con la historia que tiene", remarcó Verónica Gutiérrez, coordinadora del Registro Provincial de Adopción.
La sanción de la Ley 26.618 -conocida como de matrimonio igualitario- hace casi 10 años sumada a la reforma del Código Civil y Comercial en 2014, significaron un progreso para las parejas LGBTQ y también para mujeres y hombres solos que quieren tener hijos. El Código, por ejemplo, plantea que hay cinco tipos de familia: mamá y papá, mamá y mamá, papá y papá, madre sola y padre solo.
Mamás gestantes, papás adoptivos
En Mendoza hay muchas parejas del mismo sexo que ya tienen o están en proceso de tener hijos. Ese es el caso de Ana y Andrea que están juntas desde hace más de cuatro años. En 2018 tomaron la decisión y pensaron que el trámite iba a ser "tedioso y burocrático". Pero para sorpresa de ambas, todo resultó más rápido de lo que imaginaron.
"Desde que fuimos por primera vez a la clínica hasta que nos quedamos embarazadas sólo pasaron un par de meses. Entre ambas decidimos que fuera Ana la gestante. Yo tenía algunos temas de salud y no quería exponerme ni afectar al bebé. En la primera ecografía que nos hicimos ya supimos que eran mellizas", cuenta Andrea, una de las mamás de Amparo y Renata, las bebés que tienen cinco meses recién cumplidos.
Aída Pintos es tocoginecóloga y subespecialista en fertilidad asistida y trabaja en el Centro de Reproducción del Oeste. A ella llegan muchas parejas igualitarias y también mujeres solas que desean ser madres. "Siempre recomendamos que como parte del proceso busquen acompañamiento de un/a psicológico/a especializado/a en fertilidad. Es importante saber cómo ensamblar ese bebé a tu vida, construir la familia y darle identidad a ese niño que se gestó en una pareja igualitaria", expresó.
Ana trabaja en el sector gastronómico y Andrea en el Ministerio Público Fiscal (MPF) y dicen que no les sugirieron acompañamiento psicológico. "Al principio hablás con una psicóloga que te hace preguntas comunes a todas las mujeres que optan por este tipo de tratamiento. Pero cuando las nenas crezcan y empiecen a socializar, vamos a ir dándoles las herramientas y si es necesario recurriremos a un psicólogo", comenta Andrea.
Otra forma de ver las cosas es la de Eduardo y Carlos. Tienen 35 y 30 años respectivamente, se casaron hace cinco y van a cumplirse casi tres desde que adoptaron a Érica (9), Marcos (8) y Ángel (7). "Cuando los chicos llegaron a nuestras vidas nosotros ya habíamos pensado en todo; hasta qué psicólogos iban a tener. Es para protección hacia ellos y porque siempre es necesario en una vinculación . Además, está bueno trabajar en la aceptación de ellos a nosotros y de nosotros a ellos", explica Charly, como le dice todo el mundo.
Charly tiene una pastelería y su esposo trabaja en un local de comida rápida. "Del Registro Provincial de Adopción les preguntaron a ellos si querían tener dos papás y los niños preguntaron en qué trabajábamos. Cuando les dijeron que estábamos vinculados a la gastronomía, los tres aceptaron felices", recuerda entre risas.
Ellos también pasaron por un proceso "rápido". Si bien todavía no se termina la fase completa de adopción (los niños estaban en un hogar tras sufrir violencia intrafamiliar) y falta un tiempo para que tengan el apellido de ambos papás, desde que fueron por primera vez al RPA hasta que los chicos llegaron a vivir con ellos pasó un año y medio.
Charly recuerda que la llegada de sus hijos fue revolucionaria. Sus familiares querían ir a conocerlos pero el RPA exige que los dos primeros meses de adaptación sea sólo entre padres e hijos.
A pesar de la felicidad, hubo algunos inconvenientes. "Nos pasó que no nos querían dar banco en una escuela para el más chico por tener dos papás. Fui a hablar a la DGE y lo tomaron". También contó los planteos que les hacían a los niños: "Un día Érica se paró adelante de todo el grado, les mostró las marcas que tenía porque su mamá la había agredido con un cuchillo y les dijo que luego de eso habían aparecido dos personas maravillosas en sus vidas, que les daban mucho amor. Ahí se acabaron los problemas", asegura.
Ámbito legal
Para la gestación por sustitución hay un vacío legal. "Hay sentencias judiciales que han fallado a favor pero facilitaría mucho tener una ley", explica Eleonora Lamm, Directora de Derechos Humanos de la Corte mendocina. "La ciencia va muy rápido y tener leyes para ir a la par", agrega.
También señala que para la cobertura de obra social "la Ley 26.862, que es la de Acceso integral a los procedimientos y técnicas médico-asistenciales de reproducción médicamente asistida, prevé la cobertura independientemente de la orientación sexual y de la identidad de género. Hay prepagas reticentes pero legalmente la cobertura está prevista y es del 100%". Sobre la filiación señala que también está prevista en el Código Civil y Comercial . "Es igual que una pareja heterosexual que no está casada", concluye.
Los tratamientos disponibles en Mendoza
Tanto la doctora Aída Pintos, del Centro de Reproducción del Oeste, como el doctor Luciano Sabatini, director de CREO Fertilidad Asistida, coinciden en calcular que en los últimos años las consultas de parejas igualitarias que quieren ser mamás han crecido considerablemente. Incluso Sabatini, que es ginecólogo y especialista en reproducción humana, detalla que en 2011 el porcentaje de pacientes del mismo sexo que les consultaban para hacer tratamientos era del 5 al 7%. En 2018, que fue el último año que midieron -están procesando los datos del año pasado-, las consultas ascendieron al 25%.
"Creo que han habido muchas cosas que cambiaron en los últimos años. Lo más importante fue el cambio del Código Civil en 2014, que habla de cinco modelos de familia, y la ley de matrimonio igualitario. En Mendoza se rompieron tabúes y la gente se ha animado. De todas maneras, desde lo legal aún hay un vacío y es muy contradictorio porque se habla de más posibilidades pero los hombres que quieren ser papás tienen que recurrir a la vía judicial. Se está trabajando mucho para que cambie, ya hay varias sentencias a favor pero sigue siendo muy difícil", indicó el dueño de CREO, en la misma línea que la abogada Lamm.
Sabatini y Pintos detallaron también cuáles son los tres métodos principales que hoy pueden elegir las mujeres que deseen hacer un tratamiento de fertilidad. "Nosotros ofrecemos dos alternativas: inseminación intrauterina, que es de baja complejidad, y fertilización in vitro, de alta complejidad. Las consultas de mujeres solteras y parejas igualitarias con deseo de maternidad han aumentado mucho. Las pacientes vienen y les informan cómo es el tratamiento. Aquí el donante es anónimo pero sí podés conocer sus características generales: color de pelo, de ojos, talla. No accedés a una foto, como sí sucede en Estados Unidos", explica Pintos.
También, la doctora detalla que el tratamiento dura unos 28 días y que las posibilidades de embarazo rondan entre el 20 y el 30%. Respecto a la edad para embarazarse ella sugiere que no supere los 38 años, ya incluso a los 40 es más complejo. Por su parte Sabatini, cuenta que además de los dos metódos ya mencionados ellos también ofrecen un tercero que se llama Ropa. "Una de las mujeres de la pareja pone los óvulos y la otra lleva el embarazo", resume sobre esta opción, que es muy usada en Europa y que aquí en Mendoza también se aplica. El doctor Sarra Pistone es otro de los especialistas que trabaja con ése tratamiento con el que, de alguna manera, ambas son mamás "biológicas".
"Por ley cuando nace el bebé tienen que ir con el consentimiento del Ministerio de Salud a un escribano para que quede en el registro civil y las dos mamás tengan derechos sobre el hijo o hija. Es importante aclarar que más allá del tipo de tratamiento que cada pareja elija, en ningún caso el donante tiene derechos sobre el bebé. El Código Civil dice que son padres los que tienen la voluntad procreacional, antes era madre quien paría pero ahora se avanzó muchísimo", concluye Sabatini.