Por Gastón Bustelo - gbustelo@losandes.com.ar
Día a día se deshilacha el modelo. Algunos avances que logró el primer kirchnerismo van cambiando y el sueño se transformó en pesadilla.
-Salarios. La presidente se ha cansado de decir que Argentina tiene el salario mínimo de $ 4.400 más alto de América Latina.
Ella está contenta de estar al tope del ranking, haciendo de cuenta que dice la verdad, pero debería preguntarse si ese salario les alcanza a los que trabajan y cuál es el resultado de la carrera contra la inflación.
Qué pasará entonces con Argentina y el resto de América Latina en donde la inflación es muy baja, salvo en Venezuela. Pero además ya hay estudios académicos que afirman que los salarios reales de los '90 eran superiores a los actuales. Otro debate es la tasa de desocupación que marcó esa década y la de ahora, que no tenemos claro bien cuál es.
-Asignación Universal por Hijo. Sigue sin ser universal y todavía no hay una ley que la regule. Así es como los aumentos son dados arbitrariamente y al ritmo de las elecciones por la presidente. Hoy los beneficiarios reciben $ 460 por chico y deberían percibir $ 600 para poder mantener el poder adquisitivo que tenía en 2009 cuando se instrumentó. Pero además hay otra estafa en este plan.
Se sabe que para acceder al requisito los niños deben haber asistido a la escuela y completado el calendario vacunatorio. Está bien que vayan a la escuela, pero en esa escuela se les enseñarán algunas cosas pero no se les garantizará la adquisición de conocimientos. Por lo tanto, hasta ahora, la Asignación por Hijo es sólo un parche, sin dudas necesario, pero no deja de ser más cosmético.
-Jubilaciones. Con el aumento otorgado por la presidente el mes pasado, la jubilación mínima en marzo llegará a los $ 3.800, frente a los $ 3.231 actuales. Los dos aumentos que debe otorgar por ley al año, llegan al 38%, igual que la inflación del IPC Congreso, pero la suba compensa la inflación que tuvimos y no la que viene.
Además, la presidente no dijo si con ese monto, que perciben más de la mitad de los jubilados, le alcanza a un jubilado para vivir todo el mes. Si bien es cierto que se amplió la cantidad de gente que accede a una jubilación durante el kirchnerismo, no lograron hacer que un jubilado pueda vivir de sus haberes, salvo los que cobran la jubilación alta que llegará en marzo a los $ 27.998.
-Procrear. La política de viviendas que depende del bolillero y que iguala en oportunidades para acceder a créditos con tasas muy beneficiosas, frente a las que ofrece el sistema financiero a las personas que tienen un ingreso de hasta $ 8.000, con las que ganan $ 50.000. El bolillero decide quién se lleva el crédito, no la menor capacidad de ingresos.
El plan es financiado con fondos de la Anses y algún día nos enteraremos a quiénes se benefició, dónde se construyó más y cuántas viviendas se terminaron sólo con el crédito que otorga Procrear.
Tener que invertir 82 salarios enteros promedio para tener una casa, como se informa en la edición de hoy, habla a las claras de las limitaciones para acceder a la vivienda y que el Procrear no está resolviendo íntegramente. Con los 520 mil pesos que entregan, sólo se pueden construir viviendas de 70 metros cuadrados, como informó Los Andes el lunes pasado, y esto sin contar el terreno.
-Pobreza. La Villa Castro de Guaymallén pasó en 5 años de 20 a 84 familias, como informó Los Andes el domingo pasado. ¿La política social de la administración Pérez sólo se limitaba a sacar a las familias del pozo de Godoy Cruz?
Además, Pérez y su equipo siguen sin tener el menor interés en brindar datos oficiales de pobreza en Mendoza debido a que se lo prohíben desde la Nación. Mientras la inflación siga subiendo, al igual que el desempleo, la tasa seguirá subiendo.
-Podemos incluir la reforma tributaria que el kirchnerismo declamó y no realizó, así es como impuesto a las Ganancias, que pagan asalariados, es uno de los gravámenes que más dinero aporta a la recaudación de AFIP.
También, la reforma financiera. Los bancos ganaron fortunas en los 90 y no les ha ido mal con el kirchnerismo, mientras tanto la clase media sigue excluida del sistema financiero por tener ingresos escasos que no le permiten acceder a los créditos.
Una vez más, lo peor es la espera. Con un colega, recurrentemente nos lamentamos de las oportunidades que se perdieron por la situación política, económica local y mundial que tuvo este Gobierno para transformar en serio el país. Esas transformaciones abarcan algunos de estos puntos tratados como también obras de transporte clave como el avance del ferrocarril.
Por ahora, lo más fuerte que deja el kirchnerismo es sacarnos la duda de que ingresando en política se logra la movilidad social ascendente. Se hace difícil creer que la clase política esté ocupada pensando en cómo generar los cambios para la generación que viene, nosotros ya fuimos.