Ellas son "las memorias". Hablan como si recitaran, se escuchan, se admiran, se observan; se meten en el personaje, lo sienten, lo están construyendo; se apasionan, se completan las frases, se dan espacio, se acompañan. Son siete actrices consagradas de las tablas mendocinas: Alicia Casares, Vilma Rúpolo, Sandra Viggiani, Mariú Carrera, Celeste Álvarez, Elena Schnell y Margarita Cubillos.
Estas artistas fueron convocadas por Golondrina Ruiz y la dirección actoral para dar vida y voz -sobre todo voz, porque esta noche dirán sus líneas en vivo- al agua, al aire, al fuego, a la tierra, a la humanidad, a la fe, al vino.
Lejos de los egos, están convencidas de que cada una se pone al servicio y al trabajo de un guion, de un personaje que forma parte de un conjunto. Destacan que el teatro es una creación colectiva por naturaleza. Celebran que año tras año se ha ido valorizando la figura del actor en este género especial que es el espectáculo vendimial.
"Esta historia es muy bonita y nos ha convocado a cada una con un personaje que es maravilloso: los cuatro elementos, la fe, la humanidad y la memoria del vino", anticipa Sandra Viggiani que encarna la fe, quien ha participado de numerosos festivales, ha sido parte de la fiesta de la Vendimia, ha recibido premios a la mejor actriz y se jubiló el año pasado después de 20 años como docente en el Colegio Universitario Central.
Por su parte, Alicia Casares que interpretará al aire en esta edición, que dirigió el Acto Central 2019 y tiene en su haber la dirección de otras vendimias departamentales, apuntó: "Es destacable que todas estamos en el rol de actrices, pero también colaborando... Hay como una cuestión solidaria y creativa, de una energía, de un compromiso para que todo salga lo mejor que tiene que salir".
Debutando en la fiesta mayor de los mendocinos, pero con una amplia trayectoria en teatro, Elena Schnell será la humanidad. "Voy descubriendo que Vendimia tiene su estética, su forma... Entonces, ese aprender, como actriz y en conjunto, es muy rico", apuntó la actriz que llegó hace 20 años a Mendoza.
A su turno, la actriz, escritora y referente cultural indiscutida Mariú Carrera (agua) valoró "la potencia de poder trabajar compañeras y compañeros en escenas que están en vivo; esa energía que se transmite y se recibe de un público tan numeroso como es el del teatro griego".
Sintetizando el sentimiento de las más jóvenes Margarita Cubillos (tierra) y Celeste Álvarez (fuego), la varias veces directora en el Frank Romero Day, Vilma Rúpolo (vino) concluyó: "Hay algo extraordinario para celebrar: que somos 7 mujeres que nos admiramos entre nosotras. El tema femineidad me atraviesa con mis hermanas".
Una por una, en primera persona
Alicia Casares. Yo soy la memoria del Aire. Me presento junto con las demás memorias y traigo el recuerdo de los huarpes. El recuerdo de la matanza, de la invasión. La memoria que está en el aire y que todos debemos seguir manteniendo.
Sandra Viggiani. Soy la memoria de la Fe, la esperanza. Tan importante para nuestra vendimia porque cuando la fuerza parece desfallecer, cuando parece que te vas a caer... allí viene la fe, la esperanza y dice que te tenés que levantar y seguir adelante. Nuestros viñateros y nuestro trabajador de la tierra sabe mucho lo que significa eso. Cada día que se levanta no sabe si vendrá la piedra, el Zonda, una plaga o qué… Es la memoria de la fe que levanta al protagonista en un momento en que desfallece.
Mariú Carreras. Soy la memoria del Agua. Realmente en estas circunstancias que vivimos, en este presente, ha surgido en todos lo que es la memoria del agua, el origen de toda la vida, el que el agua puede subir y crecer hasta el infinito o acabarse. Para mí, es un personaje muy especial; es mayúsculo.
Vilma Rúpolo. Soy el Vino. Es ese líquido, elemento mágico, misterioso, que proviene desde la tierra de Mendoza y nos representa en todo el mundo. Me gusta mucho porque me gusta brindar. Siempre que hay alguna reunión, me gusta mucho hacer los brindis. Digo que vienen del banquete de Platón porque se brinda con el corazón y con la mente y se dice alguna frase. El brindis que se realiza entre los amigos, la familia y todos aquellos que están y no están, pero sigue compartiendo.
Margarita Cubillos. Soy la memoria de la Tierra. Esa conjunción de dónde venimos y qué es la tierra que tenemos que proteger y cuidar como elemento y fundamento -así como el agua- Esto de donde sale el vino, de este trabajo, de este esfuerzo, mucho más que el de nosotras como actrices de vendimia, de un montón de trabajadores y trabajadoras. Es muy emocionante estar con estas maestras, actrices.
Celeste Álvarez. Mi personaje es la memoria del Fuego. Y en la Vendimia en general es como que representa un momento en que vienen todas las danzas y todos los soles. Para mí, el fuego es la vitalidad, la creatividad, lo que necesitamos que esté encendido para seguir viviendo.
Elena Schnell. Soy la memoria de la Humanidad. Y a mí se me ocurre solamente la palabra libertad. Voy a hacer introducción de la gran hazaña libertaria, de los migrantes, de todas las humanidades que nos forman.
