Por mucho que nos esforcemos en conseguir el mueble perfecto, la combinación de colores ideal o los textiles que mejor encajen, si no mantenemos un cierto orden en casa, todo lo demás no importará, porque será lo único en lo que, al final, nos fijemos. Por eso te damos algunas soluciones para que mantener el orden no sea una “lucha” diaria.
ORDEN EN LA SALA DE ESTAR
La sala de estar suele ser el espacio de la casa al que más uso otorgamos, el verdadero centro de la vivienda. Un lugar de reunión para toda la familia, dedicado al ocio, al tiempo libre... Por ello, es bastante habitual encontrar objetos personales de cada miembro de la familia por medio, y ante esto lo mejor es recurrir a diferentes elementos de almacenaje, que a la vez aporten estilo...
Por ejemplo, los canastos de bambú son elementos muy versátiles, ya que pueden encajar en cualquier rincón, y nos pueden servir como revistero, para guardar las mantas...Por su parte, las chaise longue con espacio de guardado debajo son ideales para viviendas con pocos metros cuadrados. Además, podemos complementar con otros elementos, como en puff o una poltrona.
Por último, los elementos decorativos que, a su vez, sirven para almacenar, se convertirán en la mejor alternativa para guardar esos pequeños elementos que siempre rondan por casa y que no sabemos dónde guardar. Un ejemplo son las maletas vintage, que ahora son una clara tendencia.
EN EL DORMITORIO DE LOS CHICOS
Si hay una estancia dónde, por lo general, cuesta mantener el orden y la organización, ese es el cuarto de los chicos. Tienen tantas cosas que muchas veces no sabemos dónde meterlas, por lo que todo tipo de solución de almacenaje será necesaria.
Lo mejor es buscar recursos prácticos, accesibles, que puedan emplear los niños con facilidad. Por ejemplo, una opción sencilla y, a la vez, de gran utilidad, es colocar cajas bajo la cama, y poner carteles o emplear pintura de pizarrón para indicar lo que se guarda en su interior.
Por otro lado, una librería o estantería es fundamental en la zona dedicada al estudio. Y, si queremos recurrir a los clásicos, los baúles son muebles auxiliares perfectos, ya que nunca pasan de moda y podrán permanecer en el dormitorio según vayan creciendo.
EN LA COCINA
La cocina debe ser sinónimo de organización, de sentido práctico. Es el lugar de la casa en el que más "trabajamos", y en el que probablemente más accesorios y utensilios guardamos. Cada elemento suele tener un espacio asignado: cacerolas, cubiertos, utensilios, alimentos... Por ello, es bastante común que la cantidad de espacio de guardado disponible sea el primer aspecto en el que nos fijamos al ver o diseñar una cocina.
De este modo, cuando el espacio para guardar es un problema, lo normal es recurrir a muebles auxiliares, como estanterías, percheros, islas... Además, hay ciertos elementos y materiales que suelen ser comunes en la cocina, como los canastos de mimbre o las cajas de madera. De hecho, hoy en día la decoración con cajas de la fruta reciclada se ha convertido en una de las tendencias más perseguidas.
EN EL BAÑO
Por último, el baño suele ser el que más problemas de espacio plantea. Aún así, podemos recurrir a soluciones prácticas y, a la vez, de lo más decorativas. Por ejemplo, las escaleras de bambú pueden convertirse en perfectos toalleros.
Por su parte, los canastos son ideales para este tipo de espacios, donde se hacen necesarios disponer de pequeños compartimentos para los diferentes accesorios y productos de cosmética. Por último, los colgadores de la pared serán la mejor opción para baños muy reducidos.