En un año atravesado por la incertidumbre política y económica, las empresas se preocupan por fidelizar a su principal recurso: las personas que las integran. Esto es así especialmente en las compañías que integran la lista de Las Mejores Empresas para Trabajar en la Argentina elaborada por Great Place to Work: un ranking de organizaciones que consideran a su ambiente laboral como uno de sus activos más preciados.
En esta edición se publican los primeros lugares de las firmas que superaron los estándares globales establecidos por GPTW.
Respondieron la encuesta sobre la base de la cual se elabora el ranking 87.550 empleados de 115 empresas, de las cuales 37 lograron ser incluidas en las listas.
El call center Atento (7.407 empleados) lideró la categoría de las empresas que tienen más de 1.000 trabajadores, después de haber ocupado la segunda posición en las dos ediciones anteriores. En este caso, el segundo puesto fue para Santander Río (7.379 empleados), que solía encabezar la categoría. Y el tercero quedó para Sodimac (1.506 empleados), que se había ubicado quinta el año anterior.
En la categoría de empresas que tienen entre 251 y 1.000 empleados el primer puesto fue para DHL Express (429 empleados), seguida por Natura (571 empleados) y SC Johnson & Son (630 empleados). Es de destacar que ninguna de estas firmas había figurado en la edición anterior del ranking.
Google (233 empleados) volvió a encabezar la categoría de empresas de hasta 250 empleados. Club de Amigos (198 empleados) ingresó en segundo lugar y Tarjeta Cencosud (131 empleados) se mantuvo en el podio al bajar del segundo al tercer puesto.
Cómo se hace
La metodología del ranking GPTW responde a estándares globales y está integrada por dos componentes esenciales. La percepción de los colaboradores representa las dos terceras partes de la calificación. Mediante encuestas de clima laboral se mide el nivel de confianza, orgullo y camaradería en el lugar de trabajo. El proceso incluye auditorías telefónicas y presenciales para garantizar que las encuestas se hayan llevado a cabo dentro de las normas establecidas de anonimato y confidencialidad.
Adicionalmente, se relevan las políticas y prácticas mediante un cuestionario dirigido a la empresa, que se utiliza para la comprensión y evaluación de la cultura de la organización y representa un tercio de la calificación.
Jorge Cademantori, CEO de Great Place to Work, señala que la participación de las empresas en el ranking se mantuvo estable, aunque algunas que habían tenido buenos resultados en años anteriores decidieron no medirse en esta oportunidad “por temor a que el clima de negocios les jugara en contra y bajara su puntaje.
Si bien no participaron este año, estamos trabajando con ellas y probablemente vuelvan el año que viene”, opina el consultor. “El 2015 arrancó con frialdad y la incertidumbre nos acompañó todo el año, pero nos estamos preparando para un volumen de negocios mayor en 2016”, sostiene.
Según los datos de GPTW, el promedio general de las calificaciones obtenidas por las 37 empresas que lograron entrar al ranking fue superior al del año pasado: “Viene creciendo el rango medio, que es la categoría donde hay más variación y en la que hay muchas empresas nacionales que están tomando conciencia de que tienen que competir y superar su propia performance, ya que trabajar el clima es la manera que tienen de proteger su activo más importante que es la gente”, afirma Cademantori.
Valentina Pérez Aguirre, coordinadora de Investigación y Desarrollo de GPTW, señala que los resultados fueron más favorables de lo que esperaban las propias empresas: “La mayoría de las firmas que participan son de Servicios e Informática. Hay una proporción 70-30 de estas empresas en relación con las industriales, lo cual es una buena señal porque demuestra que éstas últimas se están sumando”, analiza.
La consultora señala que el hecho de que se estén acercando a participar empresas medianas y nacionales, para las cuales el tema era lejano y ajeno, da cuenta de cómo el concepto de employer branding ha pasado a formar parte de la propuesta de valor.
Cademantori coincide: “Hay empresas que aún no llegan a figurar en el ranking pero que vienen trabajando consistentemente para lograrlo y en algún momento van a entrar: puede tratarse de un trabajo de dos o tres años hasta llegar a figurar en la lista de las mejores”, analiza.
Nuevos líderes
Otro de los puntos destacados de la investigación tiene que ver con el desarrollo de prácticas en temas de liderazgo, cada vez más orientadas a los mandos medios para alinearlos con la estrategia de la organización. Los jóvenes de la generación Y ya han llegado a las posiciones gerenciales y esto impacta de lleno en la problemática. “El foco del CEO hoy es la formación y desarrollo de sus líderes para que puedan conducir y motivar”, afirma Cademantori.
“Registramos una serie de demandas y expectativas que era propia del nicho de las mejores y ahora se extienden a todas las empresas: ‘que el líder me cuide, me escuche, me capacite’, son expresiones que se han generalizado”, revela Pérez Aguirre.
“Se hizo foco en cuidar a las personas en un contexto de incertidumbre: la gente destaca que se siente protegida por la empresa. Se han trabajado mucho los temas de salud, y las empresas han tratado de enfrentar el tema salarial y la cuestión del solapamiento recurriendo a premios monetarios para compensar la pérdida económica”, afirma la consultora.
Dentro de las prácticas más valoradas por los empleados, los ítems relativos a la flexibilidad y el equilibrio aparecen como relevantes: “Se busca encontrar formas de trabajar mejor para que sea más productivo el tiempo que se pasa en la empresa, el home office no está tan desarrollado pero las empresas buscan modos creativos de implementar la flexibilidad”, dice Pérez Aguirre.
De hecho, de acuerdo con el relevamiento, el tema de la flexibilidad está instalado en la agenda de los CEO, incluso en empresas industriales, donde se está empezando a mirar estas prácticas y a buscar criterios de equidad en este sentido.
También resalta la aparición de demandas en torno a cuestiones de ética empresarial, que solo aparecían en determinadas organizaciones y ahora se empiezan a extender: “Esto tiene mucho que ver con las nuevas generaciones, las empresas presentan sus acciones de RSE a los candidatos como un tema importante porque los postulantes las valoran”, dice el CEO de GPTW.
Para sintetizar el valor de la participación en Las Mejores Empresas para Trabajar, Cademantori apunta la relevancia para las organizaciones de tener un parámetro de medición: “Tu recurso, la gente, está en un mercado, hay que medirse con el mercado para poder retener o reforzar el atractivo”.