Por el momento se habla de anticipos y es de esperar que alcancen las concreciones para que no se trate de meros anuncios de campaña.
La gran apuesta de la actual gestión del Gobernador de la provincia en su relación con la Nación, pasa por tres obras fundamentales como lo son Portezuelo del Viento, el camino a Chile y el ferrocarril a Buenos Aires. La advertencia respecto de la concreción surge de la experiencia que dejaron gobiernos anteriores, con anuncios rimbombantes que nunca llegaron a ejecutarse, especialmente en el caso de Portezuelo del Viento que en un principio incluía el trasvase del río Grande al Atuel y las posibilidades que brindaba en lo relativo a ampliar las hectáreas bajo riego en el sur de la provincia.
Los aspectos señalados resultan fundamentales para el futuro de Mendoza y por ese motivo también resulta oportuno considerarlos desde distintas ópticas.
En primer lugar, podemos hacer referencia al plano político. Es real y concreto que la relación entre el gobernador Cornejo y el presidente Macri es excelente. Pero no es menos cierto que durante los tres gobiernos provinciales anteriores la situación fue similar: el radical Julio Cobos llegó a integrar la fórmula presidencial del Frente para la Victoria y, con todo ese poder en sus manos, suscribió el acuerdo de construir Portezuelo a cambio de la deuda que la Nación tenía con la provincia. El justicialista Celso Jaque era uno de los preferidos de la familia Kirchner, por ser uno de los que primero los apoyó y Francisco Pérez fue un kirchnerista a ultranza. Sin embargo y, pese a la reiteración de los anuncios, en la gran mayoría de los casos en épocas preelectorales, la mega obra nunca avanzó.
Una iniciativa más que interesante la constituyen los proyectos a implementar en el sistema Cristo Redentor, que han concretado los pasos previos a la licitación, con un financiamiento aprobado por el BID porque contempla la denominada "variante Palmira", que comunicará a esa localidad de San Martín con Agrelo, en Luján y que permitirá agilizar el tránsito en los accesos Este y Sur, actualmente colapsados por el paso de camiones; una modificación en la ruta en la zona de Uspallata, para evitar la zona urbana y una doble vía en la curva de La Soberanía, un sector peligroso porque se genera un embudo en una ruta de difícil maniobrabilidad.
A esos aspectos deben sumarse la construcción de cobertizos y terceras vías entre Potrerillos y Uspallata y entre esta última localidad y Las Cuevas y esencialmente la refuncionalización del viejo túnel ferroviario ubicado junto al túnel internacional para agilizar el tránsito en la zona.
La tercera iniciativa está referida a una obra requerida por la provincia, esencialmente por los sectores de la producción. Debe recordarse que uno de los mayores inconvenientes en el costo de los productos está dado en la actualidad por el transporte hacia el puerto de Buenos Aires o hacia el Mercado Central. La reactivación de las vías del ferrocarril San Martín resultará fundamental entonces para mejorar la competitividad. La obra y el financiamiento estarían a cargo de empresas chinas.
Lo interesante de los anuncios radica en el hecho de que fueron realizados por el propio jefe de Gabinete nacional, Marcos Peña, a quien se sumaron luego los funcionarios provinciales.
Está en juego una parte importante del futuro de la provincia y resultaría lamentable si sólo se tratara de anuncios preelectorales que luego no se concretan en los hechos.