Maxi Salgado - Editor de Más Deportes - msalgado@losandes.com.ar
Más allá de que los resultados futbolísticos no fueron los que todos los hinchas esperaban, el fútbol mendocino este año tiene muchas cosas para festejar. Es que los equipos más encumbrados, Godoy Cruz, Independiente y Gimnasia, tuvieron una temporada de reordenamiento institucional y también de crecimiento edilicio.
Esta situación es mucho más importante para la vida de los clubes que un triunfo, una derrota o un descenso. Más allá del puesto que ocupó en la tabla general del torneo de Primera División, Godoy Cruz se destaca por ser uno de los pocos clubes en la máxima categoría que no tiene deuda; lo que ya es toda una situación atípica en estos tiempos de balances económicos.
Pero además, hoy tiene un predio de entrenamiento ‘modelo’ en el país y, con el empuje de un grupo de hinchas y el aval final de la Comisión Directiva, se puso de pie al Estadio Feliciano Gambarte. Un viejo anhelo de los tombinos. Poder jugar en casa es el escenario soñado para cualquier fanático y así lo han entendido. Hasta el nuevo entrenador, Sebastián Méndez, destacó esta semana la posibilidad y dijo que estaría contento de poder jugar en esa cancha.
Por el lado de Independiente Rivadavia, sus dirigentes se encontraron con una deuda varias veces millonaria, lo que llevó a que hubiera denuncias ante la Justicia, principalmente porque estaban hipotecados varios de los ingresos futuros y situación que tampoco daba posibilidad de negociación.
De todas maneras, con Leo López como abanderado, la dirigencia trabajó prolijamente y redujo casi a la mitad el déficit del Azul de Parque. Mientras que con la decisión política de darle rodaje a los jugadores nacidos en su cantera, no sólo consiguieron realizar una campaña decorosa sino también tener potenciales ingresos.
Mientras que Gimnasia y Esgrima, que sufrió el golpe del descenso, sigue creciendo en el trabajo de base. Fernando Porretta, reelecto el último miércoles, le cambió la cara a una institución que estaba prácticamente en ruinas en lo edilicio y que veía cómo los socios se alejaban en masa.
Hoy el blanquinegro cuenta con casi 2.000 socios que tienen la cuota al día y, además, va sumando disciplinas y obras que le darán a los socios la posibilidad de volver a sentirse orgullos de sus colores.
También en San Martín se está realizando un hotel deportivo, que más allá de que los fondos llegaron del Estado provincial, es importante para toda la región Este. Muchas veces esos logros no son valorados, los que llevamos años en el fútbol sabemos que a la larga esos logros son mucho más importantes, porque los jugadores y los títulos pasan, también los dirigentes, pero las obras quedan.
Entre las otras buenas noticias a contabilizar está la aparición fulgurante de Fray Luis Beltrán. Una institución que también estaba en el ostracismo, pero con un trabajo serio de la dirigencia no sólo logró volver a competir en la Liga Mendocina, sino que ascendió y fue campeón de Primera teniendo un récord de 33 partidos invictos.
A la hora del balance, levantamos las copas para brindar por estos logros y ojalá la situación se mantenga en 2016, en el que también debería inaugurarse el estadio techado que se está construyendo en el predio del Estadio Malvinas Argentinas.