La semana próxima, diputados y senadores intentarán consensuar con el Ejecutivo un proyecto que resuma las más de cuarenta iniciativas que existen para modificar el actual régimen de licencias por maternidad y paternidad, aunque desde el Gobierno ya adelantaron que no tienen intenciones de ampliar los días que ya existen.
“Para Argentina, hoy la prioridad es enfocarse más en la productividad. Es absolutamente necesario centrarnos en la producción, y más días de licencia producirían menos días de trabajo”, dijo el viceministro de Trabajo, Ezequiel Sabor.
De todos modos, adelantó que la intención es incorporar al régimen de licencias a los padres que adopten y a las mujeres que tengan que someterse a un tratamiento de fertilización. Hoy, ambos casos no están contemplados por la ley 20.744. “Nos acercaron los proyectos y presentamos algunas modificaciones. Queremos incluir licencias para fertilización y adopción”, precisó Sabor.
Agregó: “En principio se están atendiendo estos dos temas que son prioritarios para nosotros, lo cual no quita que en la discusión parlamentaria pueda haber modificaciones en las otras licencias. Pero en principio se están atendiendo sólo estos dos temas”.
En 2000, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) sacó una recomendación en la que invitaba a los Estados a ampliar las licencias por maternidad a un mínimo de 14 semanas, aunque sugería que lo ideal era llevarla a 18. Además, promovía diez días para los padres.
Desde entonces, en el Congreso se fueron acumulando unos noventa proyectos que buscan ampliar las licencias por el nacimiento de un hijo. De todos ellos, 43 tienen estado parlamentario, es decir que comenzaron a discutirse en las comisiones, y uno, incluso, tuvo un dictamen en la comisión de Trabajo de Senado. Pero en concreto, ninguno avanzó.
En un documento conjunto con Unicef, las ONG’s Cippec y ELA (Equipo Latinoamericano de Justicia y Género) resaltaban la importancia de aumentar las licencias como una inversión directa sobre la infancia. Esta semana, Unicef volvió sobre el tema y en un nuevo documento señaló al régimen actual como uno de los mayores problemas que afectan a los chicos menores de tres años.
Gala Díaz Langou, directora del Programa de Protección Social del Cippec (Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento), opinó: “Ninguno de los proyectos va al nudo de la cuestión. Deja afuera al cincuenta por ciento de los trabajadores que no están en el sistema formal. Ni siquiera plantean un beneficio para los monotributistas y mucho menos para los que están en negro. Esto plantea una falencia muy importante y resulta difícil que se pueda revertir el sesgo maternalista del régimen actual”.
Langou sostiene que la barrera para que ningún proyecto haya prosperado hasta ahora es económica. “Es cierto que aumentar las licencias genera una mayor gasto, pero no hace falta hacerlo de golpe. En Uruguay, por ejemplo, trazaron un plan de diez años”, aseguró.
Según el Cippec, hasta diciembre de 2015, aumentar las licencias a 98 días para las madres y 30 para los padres, implicaría un gasto de 46.889 millones de pesos.
La presidenta de la comisión de Familia de Diputados, Alejandra Martínez, y la senadora Silvia del Rosario Giacoppo, autora del proyecto con dictamen, señalaron que esperaban reunirse la próxima semana con el ministro de Trabajo, Jorge Triaca, para consensuar las distintas iniciativas.
“No se pudo avanzar hasta ahora porque encuentra cierta oposición de sectores que puedan sentirse afectados en sus intereses, los sectores relacionados con los empleadores, pero nosotros creemos que debe primar el derecho de las personas”, aseguró la radical Martínez.
Giacoppo reconoció que las licencias no son una prioridad. “Había cosas que eran más urgentes, como ganancias, y las comisiones tardan en reunirse y no se avanza, pero yo creo que para el año que viene va a ser una prioridad, al menos en lo personal”, dijo.