El chavismo y los retazos que quedan de él, con el presidente Nicolás Maduro a la cabeza, están haciendo todo lo posible para mantener el poder en la castigada Venezuela. Pero sin dinero, sin industrias, sin alimentos ni remedios y ahora también sin discurso, el partido en el gobierno recurre a todo tipo de actitudes y artilugios para lograr terminar el mandato de seis años, a pesar de que la gran mayoría del pueblo venezolano ha manifestado su intención de que se convoque a un referéndum que podría adelantar las elecciones.
Una nota de opinión, publicada en el diario El Nacional, de Caracas, dice que en los tres años de Maduro como presidente, el país retrocedió una década en todos los indicadores económicos y sociales. Señala que Maduro no ha tenido la fuerza suficiente como para dar un golpe de timón y que la crisis que se inició en el período terminal de Hugo Chávez se ha profundizado. Indica que la inflación venezolana de 2016 será superior al 700%, pero que en 2017 podría escalar a más del 2.000%, sin que exista nada que permita esperar alguna mejora en el corto y mediano plazo.
Para intentar salir del atolladero, la oposición propone la convocatoria a un referéndum a fin de establecer si se debe convocar a elecciones una vez superada la mitad del período presidencial de Nicolás Maduro, situación que se produjo a mediados de abril. Para algunos, el pedido fue suscripto por 3 millones de venezolanos, mientras otros miembros de la oposición hablan de 2,5 millones.
Sin embargo, el Gobierno sostiene que "sólo" fue firmado por 1,7 millón de ciudadanos. Pero lo grave es la afirmación del jefe de la comisión presidencial encargada de la revisión de la solicitud de referéndum, al afirmar que "hay indicios de fraude" en las firmas, "porque aparecen tres muertos" (que podrían haber fallecido en el lapso entre la firma y la entrega del documento). "Vamos a verificar firma por firma, nombre por nombre", dijo el funcionario.
Lo que nadie dice en el gobierno, pero que es real, es que el chavismo busca ganar tiempo. De acuerdo con la legislación electoral, una vez verificadas electrónicamente las firmas, la comisión dará un nuevo plazo a los solicitantes para que entreguen una nueva colección de firmas a favor del referéndum, equivalente al 20% del padrón, unos 4 millones de ciudadanos.
Pero la Constitución determina que si el jefe de Estado es cesado más allá de la mitad de su período, el mandato debe ser completado por el vicepresidente. Es por eso que la oposición plantea que el llamado a elecciones se realice este año y que por ese motivo el gobierno está retardando el proceso previo.
Las evidencias indican que Maduro y su entorno pretenden conservar el poder hasta 2019 pero, como bien dice la nota del periódico venezolano, el que un político luche por el poder no lo demerita; es una acción consustancial a la vida política, pero lo que sí descalifica a un político es que la lucha por permanecer en el poder se coloque por encima de los intereses de una sociedad y de un país que, en las actuales circunstancias, no tiene destino.
Frente a esos hechos, a Maduro no le queda más remedio que virar ciento ochenta grados sus actitudes frente a los adversarios, o aceptar la convocatoria del referéndum.