Atravesar el país desde Mendoza a la costa patagónica por San Luis y La Pampa hasta Río Negro, no lleva mucho tiempo, kilómetros más o menos, es lo mismo que dirigirse a los balnearios bonaerenses. El tedio de los descampados se equilibra con la alegría de llegar y por fin pararse frente al infinito mar azul, al borde de la ruta sobre los acantilados, justo cuando comienza Las Grutas.
La zona de paradores con extensas arenas y aguas cálidas, son un deleite para los que aman disfrutar de la playa. Hay de todo pero nada de amontonamiento y nadie te grita por que tu sombrilla les tapa el sol, eso es un plus encantador junto con meterse al agua y no sufrir de hipotermia. Resulta que aquí se encuentran las aguas más cálidas de todo el litoral marítimo argentino por una combinación de factores geográficos, atmosféricos y oceanográficos que hacen que la temperatura del agua oscile los 25ºC.
Cabe recordar que Las Grutas, San Antonio Este y San Antonio Oeste son tres localidades del mismo destino turísticos. Están emplazadas en la Bahía de San Antonio, un sitio de gran valor ambiental que tiene estatus de área Natural Protegida. Por ello hay que animarse a conocer el ecosistema, los paseos embarcados son una excelente propuesta.
Las arenas más alejadas resultan ideales para el buceo deportivo, la pesca y todas son aptas para windsurf, jet ski y esquí acuático. Sus costas, también tienen médanos y barrancas por lo que los cuatri y el sandboard son alternativa.
Por las noches la feria de artesano, el paseo obligado por las arterias céntricas y la peatonal que luce locales abiertos hasta tarde para comer o tomar algo pero también para comprar los souvenirs veraniegos. Los artistas callejeros ponen su humor, música y actuación a la orden entre puestitos de chucherías y helados.
El Golfo San Matías es millonario en frutos de mar, buzos marisqueros y pescadores artesanales mediante espineles o manualmente los extraen de las zonas de restinga y bancos cercanos a la costa. Para la faena de las profundidades son los barcos pesqueros y pateros los encargados de llevar pescado fresco al puerto de San Antonio.
Así ya sea para cocinar en la casa alquilada o para comer en restaurantes, los productos son sumamente frescos una de las características más preciadas para poder disfrutar de sus sabores. Quien llegue a esas latitudes no puede dejar de probar el pulpito patagónico y la vieira Tehuelche, íconos de esta zona.
Pero no los únicos: la variedad de productos del océano despabila el apetito con cazuelas, escabeches, paellas, grillados, estofados y tanto más. Sin embargo, los representantes de la estepa y de la cordillera tienen su lugar, entonces desde cordero hasta hongos o frutas finas, engalanan la cocina de la ciudad. Es imprescindible traer a casa pulpos en conserva y escabeche de carnes de caza o de mejillones.
Para visitar
Reserva Faunística Islote Lobos: situada a 130 kilómetros al sur de la ciudad, es un área protegida que contiene la única pingüinera de la provincia de Río Negro. Se trata de 5 islas de roca granítica de escasa vegetación habitadas por por lobos marinos de un pelo, garzas, cisnes, biguás, gaviotines,cormoranes y una colonia de 2.500 pingüinos de Magallanes. En tanto, en la franja costera es posible divisar maras, zorros, ñandúes, martinetas y guanacos. Durante las mareas bajas, se forman algunas piletas naturales que hacen a este un sitio ideal para la práctica del buceo.
Salinas del Gualicho. Es el cuerpo salino más extenso de Argentina: una depresión natural de 72 m bajo el nivel del mar, ubicada a 60 kilómetros al oeste de Las Grutas. Las parvas como las explanadas de sal esperan inmutables con la tarde avanzada, para soportar el calor y disfrutar del ocaso en ese paisaje inhóspito. Se puede ver además la fábrica de carbonato de sodio en la que se cosecha el cloruro de sodio y lo empacan para consumo industrial y hogareño. Algunas excursiones proponen cenar allí y cuando el firmamento luce más estrellas, llegan las historias del Gualicho y sus maldiciones. Una indica que en El Chenque, un cerro al borde del salar es el hogar del mismísimo demonio.
Lo cierto es que se trata de un cementerio de indios tehuelches, un lugar sagrado que tiene aleros desde donde los pumas custodian sus dominios. Luces, sombras y rugidos alimentan el mito del diablo.
También está la leyenda de los bueyes que murieron empantanados a orillas del salar en los años ´50. Dicen que los puesteros y obreros que duermen en los campamentos de explotación del salar, escuchan sus quejidos en las noches. www.deserttraks.com; reservas e informes: 02920 (15) 414263
Agenda cultural. Intimidad indecente es la obra que encabeza Arnaldo André y Marta González en el Centro Cultural Bicentenario de la segunda bajada al mar. Una divertida comedia que recorre la vida íntima de una pareja a través de 4 décadas. Estará en cartel hasta marzo. Otra alternativa es la del humorista Chiqui Abecasis que brinda un divertido unipersonal durante enero. En el mismo espacio hay propuestas para los más chicos.
¿Querías precios? ¡tomá!
La villa rionegrina cuenta con una excelente oferta para elegir las postas gastronómicas según el bolsillo. En la playa Los paradores, con excelente vista al mar y la sombrita que se anhela bajo el sol del mediodía, es ideal para almorzar y luego seguir disfrutando del agua. Los precios del verano son los siguientes: cerveza grande entre $ 45 y $ 55; gaseosas de 1,5 litro $ 45. Hamburguesa simple $ 55, completa $ 70; sandwiches de carne o pollo desde $ 80; milanesas entre $ 60 y $ 75.
Los pescados se encuentran desde $ 75 la merluza, $ 80 el lenguado, $ 150 el salmón; la porción de mariscos varía entre $ 80 y $ 140; picada de frutos de mar $ 250 para 2. Ensaladas: entre $ 60 y $ 80. Sandwich de pollo o carne desde $ 80.
En la playa, los churros a $ 60 ó $ 65 la docena. Las gaseosas $ 20; los helados desde $ 15.
Los puestos callejeros son una alternativa más que válida para comprar y comer en la arena, por ejemplo los conos de rabas salen $ 45; el de langostinos $ 60 y el de papas $ 25. Para comer en el lugar paella $ 60.
En el centro el café chico cuesta $ 20, un tostado $ 65, y un café con leche con dos medias lunas $ 38. Los licuados $ 35; las pizzas $ 60 y $ 120, dependiendo la variedad y el tamaño. Parrillada $ 220 por persona; pastas desde $ 60, plato de pescado desde $ 80 y de marisco desde $ 140. Helados artesanales: cucurucho $ 42, kilogramo $ 150.
Alojamiento: casas desde $ 800 por día para 4 personas.
