De acuerdo al Balance Militar de América del Sur, publicado por el Centro de Estudios Unión para la Nueva Mayoría en 2017, Venezuela tiene dos conflictos territoriales abiertos: uno con Colombia, por islas deshabitadas y rocosas, el archipiélago Los Monjes y otro con Guyana, que se reactivó durante el Chavismo y que llegó a su máximo punto de tensión en 2015, por un territorio de 160.000 kilómetros cuadrados, denominado Guayana Esequibo. A ello se agrega el conflicto en la frontera con Colombia de 2.200 kilómetros, derivado de las bases de apoyo que tienen en territorio venezolano grupos insurgentes que actúan en territorio colombiano: el ELN y los disidentes de las FARC, que se vinculan con el narcotráfico. A su vez el gobierno venezolano, denuncia que desde territorio colombiano, operan grupos armados que buscan desestabilizarlo. La creciente migración venezolana, es otro conflicto en la frontera común.
La asistencia humanitaria organizada por la USAID,- agencia del gobierno EEUU, en la frontera colombiana que la oposición intenta entrar en Venezuela desde ayer, suma un conflicto adicional.
En el Caribe, la isla de Curazao, es un segundo centro de acopio de asistencia humanitaria organizado por el gobierno estadounidense. La frontera con Brasil es otro foco de tensión, por el flujo migratorio venezolano hacia ese país, que es, después de Colombia, el destino más importante de esta emigración. En territorio brasileño, hay en el estado de Roraima- fronterizo al venezolano de Bolívar- un tercer punto de concentración de esta asistencia.
En cuanto al presupuesto y la cantidad de personal, Venezuela ha tenido las Fuerzas Armadas más relevantes, después de Brasil y Colombia. Entre 2098 y 2012, tuvo el segundo presupuesto militar de América del Sur, después de Brasil y superando a Colombia. Aunque tiene una población que es un séptimo de Brasil, en dólares Venezuela gasto en dichos años, dos tercios que el último. Por ejemplo en 2012, el presupuesto de defensa brasileño fue de 24.574 millones de dólares y el venezolano alcanzó a 16.208. Pero en los años recientes, la crisis económica fue reduciendo el gasto militar venezolano, que pasó a tercer lugar, debajo de Colombia. En dólares, Venezuela está gastando menos de la mitad que cinco años atrás. Tiene aproximadamente el 15% de lo destinado a defensa por los 12 países de América del Sur. Del mismo, hoy se gasta a personal (salarios), el 69%, para funcionamiento 27% y en inversiones sólo 4%. Pero de los 12 países de la región, es el único que no ha presentado ningún informe a la UN para transparentar sus adquisiciones militares.
Pese a la reducción del gasto en defensa a partir de 2012, desde entonces el gobierno venezolano ha realizado un importante reequipamiento militar en Rusia y China. En la primera ha comprado en 2013 250 misiles SAM 9M317/SA17; 75 misiles SAM 9M82M/SA-23A; 150 misiles SAM 9M83M/SA-23B y 92 tanques T-72-M1. Todo nuevo. El 6 de febrero, un alto jefe militar ruso, afirmó que su país iba a seguir la cooperación con el gobierno de Maduro, dando prioridad a mantener la capacidad operativa plena de los materiales vendidos y a proveer más fusiles de asalto. A China le compró en 2012, 90 vehículos blindados del tipo VN ZB y 18 lanzadores múltiples MRL 18 220 mm, todo material nuevo y entre 2014 y 2016, adquirió 121 vehículos blindados VCTP VN-4, 17 aviones de distinto tipo, 25 tanques livianos, 25 vehículos de transporte blindados; 18 morteros SM-4 y 18 lanzadores múltiples AP SR-5. A Ucrania compró en 2014, 9 aviones turbohélice AI-25 y 12 lanchas de desembarco y a Irán 12 aviones UAV Mojaher en 2012. Todo el material adquirido a China, Ucrania e Irán también es nuevo. Está entregado, y forma parte de la dotación de las unidades militares venezolanos, aunque no hay precisión sobre su estado de servicio.
En cuanto a la cantidad del personal, las Fuerzas Armadas venezolanas, cuentan con 97.000 hombres. Son las terceras en la región, después de Brasil con 340.000 y Colombia que tiene 265.000. Venezuela tiene el 9,3% del total de efectivos de los doce países de América del Sur.
De sus Fuerzas Armadas, 9.000 son oficiales, 23.200 suboficiales y 65.700 de tropa. El Ejército tiene 66.000 hombres, la Armada 20.400 y la Fuerza Aérea 11.500. El servicio militar es voluntario. Hay 17.400 mujeres incorporadas a las Fuerzas Armadas Nacionales Bolivarianas (FANB). Venezuela no tiene efectivos en las Misiones de Paz de la UN. De acuerdo a la Constitución, además de las tres Fuerzas mencionadas, integran el sistema de defensa, la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) y las Milicias Bolivarianas (MB). La primea es una policía con estado militar, que supera los 40.000 hombres y que es la segunda fuerza por efectivos. Es la que tiene el primer rol en la represión de las protestas opositoras. Las Milicias tienen un efectivo nominal de 1.600.000 personas, pero en los hechos habrían recibido instrucción militar cerca de 100.000. Su armamento es el fusil AK-47 de origen ruso. A fines de enero, Maduro ordenó que sus integrantes en número de entre 20.000 y 30.000 personas, pasen a cubrir las vacantes que se han abierto en las FANB por deserciones.
Las Fuerzas Armadas venezolanas, tienen alto grado de adhesión al régimen y están muy ideologizadas, por lo cual no es fácil que abandonen al gobierno pese a su situación crítica. Hay cerca de 200 generales, una cantidad muy exagerada por la cantidad de efectivos. La mayoría presta servicios como funcionarios del gobierno. Siguiendo el modelo cubano, están a cargo de empresas estatales y actividades económicas. Un tercio de los integrantes del gabinete nacional son militares.
Sus intereses corporativos y personales, hacen que sientan su suerte atada a la del régimen y la oferta de amnistía de la oposición y EEUU, si abandonan a Maduro no ha resultado efectiva hasta ahora. En el nivel intermedio, los jefes de unidades (batallones, etc.). son el segmento más ideologizado.
El Chavismo ha cumplido 20 años en el poder. En consecuencia han desarrollado toda su carrera militar como oficiales durante este régimen, recibiendo dos décadas de constante adoctrinamiento. La imposición de la consigna de lealtad “Socialismo o Muerte”, sustituyendo a la de “Patria o Muerte”, es una muestra simbólica de este adoctrinamiento ideológico, que es determinante de la lealtad en los mandos intermedios. En la tropa y los suboficiales jóvenes, es donde quizás hay más descontento, pero se opta por desertar y emigrar antes que sublevarse.
Guaidó cumplió un mes de “Presidente Encargado”, no ha logrado quiebres significados en el apoyo militar al Chavismo y comienza a no descartar solicitar una intervención militar extranjera. En caso de surgir una escisión a favor de Guaidó, ello puede derivar en enfrentamientos armados de incierto resultado.
Cabe recordar que el Canciller de Canadá, en la última reunión del “Grupo de Lima” en Ottawa, advirtió sobre el riesgo de que Venezuela se transformara en otra Siria y el Ministro de Relaciones Exterior de Italia, al justificar porqué su gobierno no reconocía a Guaidó, argumentó que se podía crear una nueva Libia en el Caribe.