El informe del Consejo Empresario Mendocino es más que preocupante: de todo lo que produce la economía de Mendoza, cada vez menos lo aportan las exportaciones.
Los números surgen de los datos estadísticos aportados por el Indec y por la Dirección de Estadísticas e Investigaciones Económicasy marcan una tendencia que surgió en los últimos años como consecuencia de la conjunción de situaciones ajenas a la economía local, como la caída de la competitividad surgida por el mantenimiento, durante varios años, de un dólar desfasado y, paralelamente, por los problemas que afectaron a la economía brasileña, nuestro principal mercado externo.
Los números fríos indican que en 2006 las exportaciones locales llegaron a los 1.151 millones de dólares FOB, aportando el 13,6 por ciento del total producido en Mendoza, y si bien crecieron 56,90% en seis años (a 2012), llegando a los 1.806 millones de dólares.
El peso sobre el producto bruto global bajó a 9,5%. En los últimos tres años las exportaciones cayeron a U$S 1.301 millones (en 2015), lo que generó que el peso de la participación descendiera al 6,7%.
Los economistas coinciden en señalar que gran parte de lo sucedido responde al atraso cambiario que se produjo en el país en relación con la inflación, lo que provocó que los productos perdieran competitividad en los mercados internacionales.
La situación afectó no sólo a Mendoza sino a todas las economías regionales, que debieron soportar una política económica que se mantuvo a pesar de las advertencias que surgían desde las provincias.
En lo relativo al Brasil, el grave inconveniente se centró en la dependencia absoluta que tuvieron nuestros productos respecto de ese mercado. Pero no fue un problema sólo para Mendoza, sino que gran parte del mundo puso sus ojos en Brasil, por tratarse de un país en expansión y una población de casi 200 millones de habitantes.
Con una diferencia importante a favor de los productos argentinos, como es el caso de los aranceles externos, que no corrían para nuestro país por formar parte del Mercosur. Los problemas en Brasil repercutieron con fuerza en las exportaciones mendocinas, que en un período de tres años -2012 a 2015- cayeron 27%.
El gran desafíopasa por establecer cómo volver a recuperar lo perdido. Desde el orden nacional se han dado algunos pasos importantes, como la recuperación del valor del dólar y la devolución de las retenciones por exportaciones.
Sin embargo, la fuerte inflación producida en esta primera parte del año ha vuelto a poner trabas a la salida de los productos.
De todos modos, si esta última situación se soluciona, tal como han anticipado funcionarios nacionales, las expectativas en el cercano y mediano plazo pueden ser muy favorables.
Es por ello que Mendoza debe estar preparada para ese cambio, en una tarea en la que deben participar los distintos actores de la economía provincial, especialmente aquella que tiene base agrícola.
Hay que pensar en los mercados externos considerando especialmente que la economía brasileña demorará en recuperarse.
La recuperación de la actividad agrícola es fundamental en razón de que distribuye sus ingresos a lo largo de toda la cadena: desde el productor hasta el exportador.
