Las existencias presionan y los precios se mantienen por debajo del nivel de 2014

Las operaciones se realizan con valores a la baja. El remanente de la cosecha anterior no permite mejoras para el sector. Hay incertidumbre sobre cómo evolucionará el segundo semestre.

Las existencias presionan  y los precios se mantienen por debajo del nivel de 2014

Aun con una mejora en los despachos al mercado interno, que se ha sostenido durante el primer semestre del año, los precios pagados al productor, según el Observatorio Vitivinícola Argentino, se mantienen por debajo de los percibidos en 2014, situación que agrava la crisis de ese eslabón de la cadena.

La principal causa de que la mejora no llegue al productor, de acuerdo a lo que se sostiene desde el sector, radica en el sobrestock que mantiene la industria, el cual, de acuerdo al Instituto Nacional de Vitivinicultura, se calcula en 326 millones de litros, es decir 7 meses al 1 de junio de 2016.

Esta sería la razón por la que en julio se pagó al productor, según las operaciones registradas en la Bolsa de Comercio de Mendoza y publicadas por el Observatorio, $ 2,58 el litro de vino blanco escurrido.

Ese valor es 10 centavos menor al mejor precio pagado en 2014. No obstante la cifra oficial, datos de la industria indican que la mayoría de las operaciones se cierran con precios que no llegan a $ 2 y con plazos de pago que superan los 12 meses, sin interés alguno.

Cabe recordar que la crisis, dejó este año un triste récord cuando en abril este producto de referencia marcó su precio más bajo de los últimos 30 meses.

Mejoras que no alcanzan
En el acumulado enero - junio los despachos al mercado interno ascendieron el 7%, número que desglosado mostró subas en los vinos sin mención varietal, en los vinos varietales y en los espumosos del 6%, 15% y 12% respectivamente.

“Con el incremento en ventas al mercado interno, el estímulo por exportaciones (registro), la destilación como medio de pago de la multa del acuerdo Mendoza - San Juan, la inmovilización por los planes de pago de las 36 cuotas de la corresponsabilidad gremial y la inmovilización de vinos por calidad, calculamos que vamos a reducir a 170 millones de litros el stock y quizás esta cifra sea menor”, aseguró a Los Andes el presidente del Instituto Nacional de Vitivinicultura, Guillermo García.

El dirigente nacional, quien, entre otros proyectos, ahora lidera uno polémico, junto con legisladores del FpV, que pretende la implementación del cobro de una tasa a supermercados para conformar un Fondo de Estabilización de Stocks, estimó que “los precios pagados al productor no reaccionan de la manera en que quisiéramos porque la configuración de la cadena vitivinícola ha cambiado. Hay mucha oferta atomizada y pocos compradores que tienen mercado real para comprar. Por lo tanto, eso le da menor fuerza a la oferta”.

Sin embargo, varias entidades gremiales vitivinícolas plantean reparos sobre el escenario optimista que analizan desde el ente fiscalizador.

En este sentido, Carlos Iannizzotto, gerente de la Asociación de Cooperativas Vitivinícolas Argentinas (Acovi), indicó que “creo que la duda está dada sobre cómo se va a comportar el consumo de vino en el segundo semestre. Habrá que ver si este aumento del que se habla realmente se va a mantener o no. Pero en lo que no hay duda es que al productor no le ha llegado mejora alguna. Además este año, por los altos costos de elaboración, percibieron menos litros de vino por cada quintal elaborado, y eso hace que nos enfrentemos a un productor que tiene vino que no vale y además tiene menos que el año pasado”.

Por su parte, Juan Carlos Pina, gerente de Bodegas de Argentina, estimó que, “por una cuestión de principios, no podemos dudar de los números del INV. Esto es así. Los despachos aumentaron, ahora sabemos muy bien que el aumento del tetra se ha producido en función de que la cerveza está más cara comparada con el vino. Y también hay que interpretar que el mercado está mejor que el año pasado, que fue un año malo en el que cerramos 2014 con números negativos, es decir, nos comparamos con período en baja. Y el sobrestock presiona los precios, por más mejora que exista en el mercado”.

La crisis del sector lleva más de un año, sin que se logre cristalizar al menos una medida concreta que mejore la situación. Por lo tanto, en el corto plazo no se vislumbra solución concreta sobre cómo salir de esta situación y cada cual tiene su propio esquema sobre cómo se puede lograr una mejora.

Para Iannizzotto, la idea de un fondo compensador de stocks es buena, pero tiene que tener fondos genuinos, que permitan sacar al sobrestock rápidamente y que generen expectativas antes de que se largue la nueva temporada.

Pina estima necesario trabajar en la posibilidad de sacar stock por medio de la exportación, pero ese tampoco es un camino de fácil recorrido para Argentina, principalmente teniendo en cuenta los competidores a los que enfrenta el país, tal es el caso de España.

En tanto, Sebastián Lafalla, de la Asociación de Viñateros de Mendoza, cree que es necesario repensar la industria estructuralmente.

“En vez de armar nuevos proyectos de ley, necesitamos que todos los legisladores nacionales apoyen la Ley de Edulcoración de Jugos Naturales. Eso es pensar la vitivinicultura en el largo plazo. También hay que dejar de hacer que los blancos puedan ser coloreados con uvas tintas. No se puede tener un índice de color de 500 unidades. Los vinos blancos deben elaborarse con uvas blancas y los tintos con uvas tintas”.

Un registro nacional sin repercusión

Si bien la Presidente de la Nación durante su visita a Mendoza en junio, previo a las elecciones a gobernador, anunció la reapertura del Registro de exportación de excedentes de vino 2015, con el cual se subsidiaba cada litro de vino exportado con $ 1, en la práctica el anuncio no tuvo repercusión alguna.

“Se han inscripto empresas pero todavía no hay ninguna operación concreta”, confirmó García.

En varias ocasiones las bodegas han asegurado que el subsidio que se ofrece, teniendo en cuenta el alza sostenida de precios en el mercado interno, no es viable para colocar producto en el exterior.

“Se ha intentado, pero la verdad es que es muy burocrático; además, conociendo la situación financiera del Estado, no tenemos garantía alguna de que se vaya a realizar el pago pautado, por lo que es difícil para una empresa arriesgarse”, dijo Iannizzotto.

Pina afirmó que el “el peso por litro exportado no alcanza y se está en tratativas para aumentarlo, pero hasta el momento no hemos tenido novedades”.

Sobre si el dinero estará disponible y las dudas que genera este punto, García aseguró que “se trata de un fideicomiso y el dinero está para ser usado con ese fin”.

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