El reclamo reciente de la estrella de "Ghostbusters" Leslie Jones sobre sus problemas para encontrar un diseñador que la vistiera para el estreno de la película deja entrever las dificultades que enfrentan las actrices de tallas más grandes para llegar con estilo a la alfombra roja.
Mientras que los caballeros pueden salir adelante con un mismo esmoquin para diferentes estrenos, es usual que las damas luzcan un modelo diferente para cada paso frente a las cámaras, por lo que encontrar trajes a la última moda para estas ocasiones es una tarea absorbente, en especial para mujeres que van más allá de la talla 2.
"Es tan gracioso que no haya diseñadores que me quieran ayudar con un vestido para una premiere de cine", dijo Jones, quien tiene 1,80 (6 pies) de altura. "Eso cambiará, yo recuerdo todo".
Para los diseñadores no sólo se trata de que sus clientas estelares entren en tallas más pequeñas, dijo la estilista de celebridades Nina Hallworth. También se busca crear una asociación mutuamente beneficiosa entre el creador y la estrella.
"Es la forma en la que un diseñador quiere ser representado como artista", dijo Hallworth en una entrevista. "Hemos trabajado con mujeres que tienen una talla de modelo y son increíblemente famosas pero el diseñador dirá no a esa colaboración pues no encaja perfectamente a nivel creativo, incluso si pensamos que así es".
Al final el estadounidense Christian Siriano respondió al llamado de Jones en Twitter la semana pasada para hacer su vestido. Siriano dijo en un comunicado que es admirador de la actriz y su trabajo.
"Me muero de ganas de crear algo especial para ella", señala la misiva. "¡Apoyo a todas las mujeres sin importar su edad o talla!". "No debería ser excepcional trabajar con gente brillante sólo porque no tienen la talla perfecta", escribió el diseñador en Twitter.
Más adelante en la semana Siriano publicó fotografías de Jones de visita en su estudio, donde la actriz dijo que están "haciendo magia". No quedó claro cuánto tiempo se tardó Jones buscando un vestido para el estreno, pero no es la única.
Otras actrices fuera del espectro de la talla 2 (el equivalente a una talla 32-34 europea) han dicho que es difícil encontrar diseñadores para colaborar, incluso para eventos de renombre. Melissa McCarthy dijo que cuando la invitaron a los Oscar tras el éxito de "Bridesmaids", no encontraba a nadie para que le hicieran su vestido.
"Le pregunté a cinco o seis diseñadores, de muy alto nivel que hacen un montón de vestidos para la gente, y todos dijeron que no", contó a la revista Redbook en 2014. Desde entonces McCarthy ha lanzado su propia marca de ropa y ayudó a diseñar el vestido que usó este año para los Globos de Oro.
La actriz y directora Bryce Dallas Howard, quien usa una talla 6 (36-38 europea), dijo que compró su vestido para los Globos de Oro en una tienda por departamentos, al igual que hace para la mayoría de sus apariciones en Hollywood.
"Me gusta tener muchas opciones para una talla 6 en vez de quizá sólo una opción", dijo a E! News en la alfombra roja. "Así que siempre voy a tiendas para este tipo de ocasiones".
Hallworth señaló que los diseñadores que prestan sus vestidos podrían tener exigencias específicas sobre cómo deben ser usados."La ropa gratis puede tener un costo sobre tu propio estilo", dijo. "Si eres dueña de las piezas, eres dueña de tu imagen y las puedes usar de una manera que te hable con tu lenguaje, no el del diseñador".
Al final se trata de que una actriz cree su estilo personal o individual, dijo, lo cual se convierte a su vez en un imán para los diseñadores. "La colaboración entre los diseñadores y los actores es simbiótica", dijo Hallworth. "Una gran imagen puede durar toda una vida, una mala puede durar un poco más".