El contexto que rodea a la pobreza funciona como un predisponente para el desarrollo de enfermedades que, aunque no le son propias, se presentan con mayor frecuencia.
Peor aún, las dificultades para acceder a la atención de la salud, entre otros factores como variables culturales y el nivel educativo, determinan que los cuadros se prolonguen en el tiempo, se agraven y los tratamientos lleguen tarde aumentando la morbi-mortalidad.
“Es un tema con muchas aristas”, aclara el jefe del departamento de Epidemiología de la provincia, Gonzalo Vera Bello. Explica que hay enfermedades que se presentan en todos los segmentos socioeconómicos pero con diferentes características y evoluciones.
Especialistas consultados por Los Andes enumeraron las diferentes patologías que observan en pacientes que provienen de áreas vulnerables.
Gastrointestinales
Estas afecciones se encuentran entre las más señaladas, asociadas a la higiene general y de los alimentos, dificultades para la conservación de estos, ausencia del lavado de manos o procedencia del producto.
En este aspecto, es habitual encontrar cuadros de diarrea (especialmente en verano), vómitos, parasitosis, triquinosis, botulismo e intoxicaciones alimentarias.
La falta de acceso al agua potable es una problemática de mucha incidencia. “Muchos tienen agua que no es potable, es de pozo, y cuando no hay luz no pueden sacarla y la trasladan en baldes”, dijo Vera Bello, que trabajó 15 años en zonas con este tipo de carencias.
Hay quienes ante la necesidad revuelven la basura para ver qué pueden encontrar. Allí toman alimentos que pueden estar vencidos o verduras y frutas de las cuales rescatan una parte.
En los asentamientos, en general, no hay corriente eléctrica y mucho menos heladeras. “No hay manera de preservar el frío de los alimentos. Algunos tienen heladera pero de telgopor y ahí conservan lo de varias familias y mezclan cosas como yogur y carnes”, dijo el médico.
31.5 % son pobres en Mendoza: son datos del primer semestre de 2017, el último relevamiento del Indec.
Infecciones
Son de diversa índole y también tienen mucha presencia en este segmento social.
El deficiente desecho de excretas es sin dudas un factor que impacta en la salud. Muchos tienen letrinas o pozos. Al entorno se suma la basura que queda acumulada donde no hay recolección municipal.
La cercanía de las viviendas a los basurales es un foco contaminante que además conlleva la presencia de roedores que transmiten enfermedades.
Vera Bello mencionó que puede presentarse hepatitis A aunque ha disminuido mucho por la colocación de la vacuna.
“Los roedores son reservorios de triquinosis. Los chanchos que crían se alimentan de lo que hay y por ahí se lo comen, está infectado y lo transmiten a los seres humanos”, detalló.
También tiene alta incidencia la pediculosis, particularmente en niños. Puede haber algo de presencia de Mal de Chagas como consecuencia del contacto con vinchucas, generalmente alojadas en corrales donde se crían animales.
Respiratorias
Si bien afectan a todos los segmentos socio-económicos, las condiciones de vida pueden favorecerlas. Viviendas con pisos de tierra que se vuelven barro cuando llueve, techos de nailon que se filtran, frío, humedad y braseros para calefaccionar que secan el ambiente, son caldo de cultivo. A esto hay que sumar que una alimentación deficiente deja el sistema inmuno-deprimido.
Pero además, si no se accede a la consulta médica el cuadro se agravará pudiendo incluso condicionar la sobrevida. Tal el caso del virus sinsicial respiratorio.
Pero por otra parte se menciona una alta incidencia del tabaquismo. Esto condiciona la salud respiratoria, ocasionando enfermedades pulmonares crónicas, entre otras, EPOC.
Malnutrición
Una forma desequilibrada de alimentarse hace que haya malnutrición. Esto se pondrá de manifiesto en casos de desnutrición y obesidad; hasta puede encontrarse un niño obeso pero anémico, explicaron las fuentes.
En los hogares con pocos recursos hay mucho consumo de hidratos de carbono que son económicos pero, por otra parte, se accede poco a carnes y lácteos.
Pero además, Verónica Bulfon, directora de la Posta Sanitaria Nº 515 del barrio Sol y Sierra de Godoy Cruz, mencionó que en esto también inciden cuestiones culturales.
Señaló que a veces compran productos que no son tan baratos, como fiambres para hacer sánguches y gaseosas, en vez de preferir las verduras. El hecho de que muchas personas no sepan cocinar y las dificultades para hacerlo también condicionan las elecciones.
4.5% son indigentes: en este segmento es donde más inciden las enfermedades mencionadas.
Cardiovasculares
Están asociadas a los malos hábitos de vida y afectan particularmente a los varones, más reacios a los controles médicos.
“Un hombre de 50 años con hipertensión no viene porque no quiere o está trabajando, y termina con enfermedades cardiovasculares o ACV”, dijo Vanesa Prieto, quien se desempeña en el Centro de Salud Nº 20 del barrio 26 de Enero de Guaymallén.
Dermatológicas
La sarna humana (escabiosis) fue mencionada por todos los consultados como una de las afecciones de mayor incidencia. Dependiendo de las actividades que realicen las personas, también pueden tener quemaduras por el sol.
Odontológicas
Los médicos señalaron que es habitual que no haya mucho cuidado de la salud bucal, en parte por falta de acceso pero mayormente por cuestiones culturales. Incide que haya muchos mitos y temor respecto de la atención odontológica.
Por esta causa es común que tengan caries y que lleguen a la atención profesional con el absceso o directamente para la extracción, dijo Bulfon.
Claves
Diversos factores confabulan para predisponer a patologías en un contexto de pobreza:
n Educación
n Concepciones culturales
n Alimentación
n Higiene
n Acceso al agua potable
n Eliminación de excretas
n Condiciones de la vivienda
n Acceso a servicios públicos
n Accesibilidad a servicios de salud
n Condiciones de vida en general