El aumento de las ejecuciones por parte de los Estados durante 2015 es el mayor en los últimos 25 años, según registró la organización Amnistía Internacional (AI) en un informe presentado hoy sobre la pena de muerte en todo el mundo.
El año pasado, al menos 1.634 personas fueron ejecutadas en 25 países, lo que generó un "incremento superior al 50 % respecto al 2014, que había alcanzado las 1.061 ejecuciones en 22 países. Se trata de la cifra de ejecuciones más elevada que se conoce desde 1989", destacó AI.
"Nunca -enfatizó la entidad- en los últimos 25 años, habían sido ejecutadas tantas personas por Estados de todo el mundo". Arabia Saudita, Irán y Pakistán fueron señalados como los "responsables de casi el 90% de todas las ejecuciones registradas" e indicaron que no se incluye a China, donde es probable que "fueran ejecutadas miles de personas más", porque sus datos sobre la pena de muerte "se tratan como secreto de Estado".
En Asia y Medio Oriente, se ejecutó a 1.196 personas en ocho países, lo que implicó "un aumento del 26 % respecto el 2014".
Solo Irán fue responsable del 82 % de las ejecuciones en la región.
Solo Irán fue responsable del 82 % de las ejecuciones en la región, mientras que Arabia Saudita ejecutó al menos a 158 personas, el mayor número desde 1995. AI dijo que no pudo obtener datos sobre ejecuciones judiciales en Siria, país inmerso en una sangrienta guerra de ya cinco años que dejó decenas de miles de muertos.
Pakistán, por su parte, ejecutó a 326 personas, tras levantar en diciembre de 2014 una moratoria de las ejecuciones de civiles que había durado seis años, con posterioridad a un ataque talibán a una escuela en Peshawar que dejó 145 muertos, en su mayoría alumnos.
El número de países que llevaron a cabo ejecuciones pasó de 22 en 2014, a 25 en 2015 y, al menos seis países que no habían ejecutado a nadie en 2014 sí lo hicieron en 2015, como Chad, que lo hizo por primera vez en más de un decenio.
Asimismo, el año pasado se registraron al menos 20.292 personas condenadas a muerte en 34 países, de las cuales sólo 51 ya fueron indultadas o recibieron conmutaciones en China, Egipto, Estados Unidos, Nigeria, Pakistán y Taiwán.
“Los números sobre pena de muerte que publica nuestro informe han generado mucha preocupación. La pena de muerte es hoy una realidad en muchos países”, señaló Mariela Belski, directora ejecutiva de AI en Argentina.
El 2015 fue "un año de extremos", definió AI, desde donde abrigan esperanzas debido a que los países aferrados a la pena capital son "una minoría aislada".
EEUU fue el único en ejecutar personas en la región al matar a 28 condenados.
El informe puntualiza que, por séptimo año consecutivo, Estados Unidos fue el único en ejecutar personas en la región al matar a 28 condenados, siete menos que en 2014 y el número más bajo desde 1991. Y a pesar del aumento de las ejecuciones, menos personas fueron condenadas a muerte; en particular en Nigeria, que registró una caída del 74%.
De acuerdo a AI, 140 los países “más de dos terceras partes del globo” son abolicionistas en la ley o en la práctica, pero cuatro -Fiyi, Madagascar, República del Congo y Surinam- abolieron la pena de muerte durante 2015, sumándose a las 102 naciones que ya la habían prohibido, mientras se espera que Mongolia se incorpore este año.
“La tendencia es evidente: el mundo se está apartando de la pena de muerte. Los países que siguen ejecutando a personas tienen que darse cuenta de que están en el lado equivocado de la historia y deben abolir la forma más extrema de pena cruel e inhumana”, manifestó AI en su informe.
A estos guarismos, se puntualizaron los métodos de ejecución como decapitación, ahorcamiento, inyección letal y arma de fuego. Entre los datos que ilustran de manera brutal este dossier, en 2015 se ejecutaron al menos a "nueve personas que tenían menos de 18 años en el momento en que habían cometido el delito. Cuatro fueron en Irán y cinco en Pakistán".
También revelaron que en muchos países donde hubo condenas a muerte o ejecuciones, "los procedimientos judiciales no cumplían las normas internacionales sobre juicios justos. En algunos casos, la obtención de 'confesiones' fue mediante tortura u otros malos tratos, como en Arabia Saudita, Bahréin, China, Corea del Norte, Irak e Irán".
Durante el año pasado, AI precisó que se condenó y ejecutó a personas por "actos que no cumplían el criterio de 'los más graves delitos'" como el homicidio intencional, según establece el derecho y las normas internacionales. Varios condenados y ejecutados sellaron su destino por delitos "con drogas" en al menos 12 países de Asia y Medio Oriente; por comisión de “adulterio” (Arabia Saudita y Maldivas), delitos económicos (China, Corea del Norte y Vietnam), “apostasía” (Arabia Saudita) e “insultar al profeta del islam”, o Mahoma (Irán).