Correrse de la dirección, para poner las energías en algo personal, donde él sea el protagonista de la historia y no vivirla desde atrás.
Fue así que Gustavo Casanova descubrió el unipersonal “Chinchulín, monólogos intervenidos” de Fabián Fernández Barreyro, y se reencontró con la directora y actriz Lourdes Aybar para emprender este nuevo proyecto que estrena esta noche, en el teatro Cajamarca.
Afuera de la ley
La trama relata la vida del Pelado Rebollo, un policía purgado durante la democracia que continúa su vida en el campo. Allí trabaja, por un lado, en una brigada contra el cuatrerismo y por el otro, en una fábrica de cerveza artesanal de dudosa reputación.
La oscuridad de su vida se descubrirá cuando se vincule con Chinchulín, un peón de estancia al que termina revelándole un brutal secreto.
“Me gustó el texto porque es un personaje complejo, en definitiva plantea una obra oscura. Rebollo oculta un mundo interno particular, relacionado con la represión, que se irá revelando en la escena”, detalla Gustavo Casanova quien luego de mucho trabajo se siente maduro para interpretar un unipersonal.
Y el proceso de darle vida a este policía purgado no fue tarea sencilla. Tras varios meses de entrenamiento Casanova descubrió el universo particular de la ley y sus códigos.
“Me entrené con Heidi Steinhardt, una actriz y directora muy conocida, durante dos meses en Buenos Aires. Con ella fue interesante el proceso porque trabajamos sobre las estrategias del unipersonal, y los parámetros del género. También fue un desafío físico, porque es un policía y era un mundo desconocido para mí.
Descubrí que desde que un estudiante ingresa al servicio, tiene un entrenamiento que genera ciertos códigos de conducta únicos, que los hacen actuar en las situaciones de riesgo”.
Pero entre esa vida conocida de Rebollo, el personaje guarda ciertos secretos que se oponen a su conducta frente a la ley. “La obra está llena de emoción, porque el personaje queda expuesto. Toda esa transformación pasa en escena”.
El lenguaje estético y la aparición de otro personaje, interpretado por Camilo Barrozo son los puntos claves que la directora Lourdes Aybar pone de manifiesto en la puesta, para hacer del monólogo, un unipersonal intervenido.
En el texto original hay un interlocutor que es llevado a escena, y con una visión cinematográfica, la limitación temporal y espacial se expone mediante la iluminación.
La ficha
Chinchulín- Monólogo intervenido
Día y hora: hoy, a las 22.
Lugar: Teatro Cajamarca (España 1767).
Entrada: $50.