La final que jugará Gimnasia mañana ante Brown de Puerto Madryn se viene trabajando hace varios días.
El balotaje provocó que esta definición se demore unos días y eso le dio más tiempo a Omar Labruna para trabajar en la estrategia para mañana.
Si nos dejamos guiar por las prácticas, el entrenador probó dos alternativas, con esquema diferentes y con algunos cambios de posiciones.
Si juega con línea de tres
La idea de poner tres defensores y dos laterales-volantes es para correr menos riesgos en el fondo y tratar de ganar por las bandas con las trepadas de Gerardo Corvalán y Marcelo Carrizo, dos jugadores que tienen buenos aportes ofensivos cada vez que pasan la mitad de la cancha.
De esta manera, cuando el Lobo sea atacado tendrá cinco defensores, más el aporte de Ernesto Garín y Oscar Amaya quienes jugarían como doble cinco.
Con esta idea, Labruna quiere fortalecer la marca sobre Maxi Badell y Flavio Ciampichietti, goleador de los patagónicos con 13 goles en la temporada, por esa razón es que decidió que Maxi Montiveros y Yair Marín sean los encargados de marcarlos.
A la hora de atacar, el DT mensana no tocó a los de arriba, es decir que Sergio Oga y César Carranza están asegurados, mientras que Lucas Farías y Damian Akerman todavía se disputan un lugar.
Si juega con línea cuatro
La otra opción que manejó Labruna en la semana fue la línea de cuatro defensores.
Con ese esquema la inactividad de José Albornoz quedaría más expuesta (no juega desde abril), ya que tendría que enfrentar a jugadores que vienen con ritmo, pero contaría con la colaboración de Corvalán y Carrizo.
Para ese esquema necesitaría el despliegue de Neri Espinosa y eso dejaría a Amaya fuera de los once y Montiveros quedaría como único volante central.
Todas estas especulaciones quedarán en el olvido mañana, cuando Labruna se juegue y defina quienes serán los once que buscarán mantener la categoría.
El equipo de labruna ya está en baires
El plantel de Gimnasia ya está en Buenos Aires.
El plantel del Lobo emprendió vuelo hacia Capital Federal ayer por la tarde con todo el plantel completo, salvo Julio Villarino, quien se quedó en la provincia.
Los jugadores se mostraron tranquilos y confiados en hacer un buen partido y dejar al Lobo en la B Nacional.
Antes de viajar, el grupo comandado por Omar Labruna entrenó en su estadio y fue precavido, ya que practicó disparos desde el punto del penal.
Cabe recordar que en caso de empate, la permanencia en la B Nacional se definirá por penales.
