MODO FEROZ OFF: DE VISITANTE
RESPUESTA ANÍMICA
Le hacen un gol y no encuentra rebeldía en sus futbolistas para torcer la historia. Puede que sienta la falta de un líder dentro del campo de juego capaz de gritar y hacer reaccionar al equipo. La única vez que se puso arriba en el marcador terminó ganando el partido (en Madryn, ante Brown). Recibe un gol e inmediatamente otro (le pasó con Santamarina, Guaraní, Sportivo Belgrano, All Boys). Empató sobre la hora en Jujuy y no supo aguantarlo 5 minutos.
COMPOSICIÓN DEL DOBLE VOLANTE CENTRAL
La única victoria que registra Gimnasia es con la dupla Garay-Oga. La repitió en Tandil y Floresta y en ambas le fue muy mal. Ese ‘doble cinco’ pensando en uno para recuperar y otro para jugar es lo que necesita el equipo (en Misiones, en el Lobo “B”, jugó Giménez-Amaya) pero no logra hacer pie. La seguidilla de malos resultados hicieron que el DT se inclinara por doble contención y tampoco resultó. El equipo se queda sin juego y luce quebrado.
CAMBIO DE CHIP
Luego de la catástrofe sufrida en Tandil, el Lobo centra todos sus esfuerzos en todo lo que pueda suceder de mitad de cancha hacia atrás. Allí quema la mayor parte de sus energías, allí centra toda su tensión. Cuanto está en condición propicia para atacar, demora en desprender gente desde el fondo para hacer contragolpes lacerantes. Sufre la pelota parada en contra y no le saca jugo a las que tiene a favor. Marcó sólo tres goles en siete partidos.
ADVERSARIOS QUE ENFRENTARON
Le ha tocado a enfrentar siempre a rivales que atravesaban presentes futbolísticos muy delicados y careció de ingenio para usar a su favor esa presión con la que jugaban sus adversarios de turno: Santamarina estaba último cuando enfrentó al Lobo, mientras que Guaraní, All Boys, Gimnasia de Jujuy y Sportivo Belgrano vivían momentos críticos en el torneo cuando los visitó el Lobo. Salvo Santamarina, el resto fueron rivales de menor fuste.
MODO FEROZ ON: DE LOCAL
RESPUESTA ANÍMICA
Arrancó perdiendo ante Chacarita y lo terminó dando vuelta con una gran muestra de carácter en los últimos 15 minutos del encuentro. Guapea, se siente fuerte y gana en confianza. A Instituto lo metió contra un arco y lo igualó en tiempo de descuento con un tiro penal que Albornoz ejecutó casi magistralmente. Perdió contra Atlético Tucumán e Independiente pero no fue superado futbolísticamente por ninguno de los dos.
COMPOSICIÓN DEL DOBLE VOLANTE CENTRAL
Siempre presentó uno para marcar y otro para jugar. De esta manera, el equipo tiene más volumen de juego, es más claro en el primer pase ofensivo. Apareció Amaya ante Estudiantes de San Luis y pide cancha. El equipo, si bien no se luce como en categoría menores, necesita generar fútbol: distraer por adentro y buscar por afuera con Carrizo y Garín. Al ser más rico el juego al ras del piso, los delanteros tienen más chances de mano a mano.
CAMBIO DE CHIP
Es agresivo, vehemente para ir a buscar cada pelota dividida, suelta más gente en ataque y presiona en todas los sectores del campo de juego con superioridad numérica. Esta manera de jugar lo ha llevado a marcar goles en seis de los siete encuentros que disputó (sólo Atlético Tucumán se fue con la valla invicta del Víctor Legrotaglie). Esa actitud hizo que superara futbolísticamente también a casi todos (sólo Chacarita fue más en el Víctor).
ADVERSARIOS QUE ENFRENTARON
Llegaron a nuestra provincia “pesos pesados” de la categoría como Atlético Tucumán, Instituto de Córdoba o Chacarita, otros con planteles de gran jerarquía como Estudiantes de San Luis y otro como Patronato, líder por entonces de la B Nacional. Todos fueron reducidos a su mínima expresión en el Víctor Legrotaglie. Salvo al Funebrero, el Lobo superó futbolísticamente a todos. El arranque del fixture era difícil en casa. El Lobo lo pasó de manera impecable.